jueves, 7 de noviembre de 2013

Capítulo 25


-Hombre, hola hijo -dijo su madre, pero no levantó al vista de los papeles que tenía delante de la mesa, sin apercibirse de mi presencia -siéntate.

-Hola mamá, hola papá -dijo tomando asiento, y me hizo un gesto para que me sentara en el de al lado – ahora el John y Anne miraron hacia su hijo, y se encontraron también con mi rostro. No entendían nada.

-¿Qué querías? -dijo Anne.

-Pues quería contaros una cosa- nuestras manos estaban todavía entrelazadas, pero no a la vista de sus padres. Yo apreté su mano. Creo que le dejaba sin circulación, de lo fuerte que apretaba. Pero no dijo nada, ni se quejó- es que ahora -de repente se calló. Yo lo miré y le hice un gesto un gesto para que continuara- no puedo- podéis imaginar, que mi cara quedó como un poema.

-¿Qué pasa Harry? -dijo John.

Harry se fue del despecho sin decir nada. Yo lo seguí, y él se dirigió al pasillo que había delante.

-Harry -dije una vez estábamos ya fuera, solos. Estaba preocupada- ¿por qué no se lo dijiste?

-No puedo, es que, ¿cómo se lo tomarán? No se ____, es que.. No se, no pude.

-Pero solo tienes que decírselo. Harry, llevamos casi tres meses saliendo y no lo saben.

-Pero ¿Cómo les digo que salgo con la chica que limpió la casa en verano? -eso, no sé por qué me molestó.

-Lo siento si te avergüenzas de mi -dije cruzándome de brazos.

-No quería decirlo en ese sentido -dijo él en son de disculpa.

-Pues es lo que das a entender. Nunca te decides a hacerlo, y cuando por fin lo haces, no se lo dices.

-Pero es que, ponte en mi lugar.

-Lo intento Harry, sé que tus padres no quieren que estés con una pobretona como yo.-dije dándome media vuelta para marcharme. No me apetecía estar ahora mismo más tiempo con él ¿De qué iba Harry?

-_________, espera -dijo caminando hacia mi -¿ a dónde vas?

-A casa.

-Pero, ibas a quedarte a cenar.

-Iba. No quedaré hasta que tu le digas eso a tus padres.

-_____, por favor.

-Harry, es lo que hay -dije sin parar de caminar y comenzando a bajar las escaleras.

-Déjame al menos llevarte en coche. Que ya es de noche- o sea, eso es que no se lo va a decir, definitivamente.

-Vale -contesté. Era lo mínimo que podía hacer ahora mismo él por mi.

Nos dirigimos al coche.


Continuará...

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Y SIIIGUE EL MARATÓN. Comentar o dejo de subir eh.

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