lunes, 30 de junio de 2014

Capítulo 10

 Terminaron de hacer las ediciones de la canción del nuevo álbum, ¡cantaban como los ángeles! No eran de estos cantantes que necesitaban mis arreglos para que quedara la voz bonita, si no todo lo contrario, era tal cual sonaba en sus discos.

-Bueno, va siendo hora de marchar para casa. -Dijo Liam.

-¿Perdona? - le replica Louis – hay una gran fiesta en casa de Bruno esperándonos.

-¿Bruno Mars? -alucina Harry- Pues no me lo pienso dos veces, vamos. Niall, ¿te apuntas?

-No, yo iré a dejar a _____ a casa. -Se disculpa Niall.

-Si, a ''dejarla'' -dije remarcando la última palabra Harry, y riéndose. Todos pillaron el chiste, y yo me sonrojé.

-Si quieres ir con ellos no pasa nada, puedo ir yo hasta casa. Pido un taxi -no quería causar molestias.

-Eso ni loco, ya es prácticamente de noche. Si quieres, como mañana es sábado; puedes quedar a dormir en mi casa -esto último, lo dijo en voz baja, a mi oído. Supongo que la razón era no soportar después a sus amigos.

-Vale -acepté sin pensarlo dos veces.

Salimos del estudio, hacía mucho frío. Pero el gorro de Niall abrigaba, y bastante. Nos metimos en un el coche sin problemas, no había fans interrumpiendo el camino.

Arrancó, me abroché el cinturón y miré por la ventanilla. Un grupo de chicas se acercaron a nosotros, nos habían visto. Pero Niall enseguida las dejó atrás. Miré todo el rato a las muchachas. ¿Y si yo fuera una de ellas? Si a él no le hubiera dado por conocerme, estaría seguramente en su lugar. Me volvería loca, gritaría y saltaría intentando llamar su atención, como hacen ellas. ¿Por qué yo tuve la suerte de estar aquí, y cualquiera de ellas nó? No lo sé.

Llegamos a casa, seguía sin creerme que dormiría en su casa.

-Voy a ponerme el pijama, ve a la primera habitación que hay a mano derecha. Allí tiene mi madre ropa, cuando viene. Supongo que tendrá pijama.

-Gracias -sonrió y voy hacia tal habitación.

Arrimo la puerta, y me acerco a la cómoda que había en frente de la cama matrimonial. Abrí el primer cajón y vi ropa interior. Lo cerré, el segundo tenía pañuelos para el cuello. El último tenía unos cuantos pijamas. Así que cogí uno rosa de seda, con encaje en los bordes. Muy bonito.

Fui a asearme en el baño que tenía el cuarto, me coloqué la ropa para dormir y salí.

-¿Quieres cenar algo? -me pregunta Niall, que me lo encuentro en el pasillo también con la ropa de dormir. Niego con la cabeza, no quería comer algo innecesario en ese momento -¿Tienes sueño?

-No mucho, todavía es temprano.

Asiente, y me invita a ir con él a su cuarto. Se sienta en la cama, y yo a su lado.


-Oye... -dice él serio, pensativo. Mirando a un punto indeterminado del suelo. De repente levanta la mirada, y se encuentra con la mía- Si te ocurre algo, puedes contarmelo.

-¿Qué? -dije sonriente- ¿Qué me puede ocurrir? Ahora mismo estoy en la habitación de Niall Horan, ¿sabes cuantas chicas matarían por estar aquí contigo?

-No sé...

-Muchas.

Aparta la mirada unos segundos, pero enseguida la vuelve a juntar con la mía. Esos ojos azules, hacían que cualquier persona de este mundo se devilitara.

-Tengo que hacerte una pregunta muy seria -dice tragando saliva, posa una de sus manos en mi pierna derecha, y se acerca- ¿quién es tu debilidad del grupo?

¿En serio? ¿Eso era una pregunta seria? No pude evitar reírme, al igual que él.

-¿Esa es tu pregunta seria? -Suelto una carcajada – Me habías asustado, ¿sabes?

-De verdad, ¿quién es?

Me encojo de hombros, no iba a responder. Estaba claro que siempre fue él mi debilidad, pero no se lo iba a decir, que vergüenza ¿no?

-¿Harry? -intenta adivinar. Niego con la cabeza, y él queda pensativo - ¿Louis?

-No -me río.

-Lo sé, Zayn. Tiene que ser Zayn. O Liam, espera. Seguro que es Liam.

Niego con la cabeza, sonreí. ¿Qué otra cosa podía hacer? Era más que feliz. Niall se acercó un poco más a mi, y más, y más.

-¿Yo? -dijo casi susurrando. Asentí, y él me enseñó sus perfectos dientes con una sonrisa, un pocos centímetros de la mía.

-Puede que sí, puede que no -juego con él.

-Eso es un sí.

-O un no -replico.

Se acerca a mi, y me besa. ¿Cómo puedo describir un beso suyo? Es prácticamente imposible. Es maravilloso, fantástico, inigualable, espectacular... Es simplemente, perfecto. Si, creo que esa es la palabra adecuada, perfecto. La cuestión era, ¿por qué? ¿Por qué Niall se fijó en mí?

-¿Ahora soy yo tu debilidad? -pregunta al terminar el beso.

-Puede que sí, puede que no.

Le sonreí y me levanté de allí, me acerqué a la puerta para salir del cuarto.

-¿A dónde vas? -preguntó indignado.

-Es hora de dormir.

Salí y cerré la puerta detrás de mi. Suspiré.

-¡Pues que sepas, que tú eres mi debilidad! -gritó Niall.

Fui hasta mi habitación y me tumbé en la cama. ¿Qué acababa de ocurrir?


Continuará...

viernes, 27 de junio de 2014

Capítulo 9



-Gracias -susurré esbozando una sonrisa.

-No tienes por que darlas, es lo que tú eres. Y está bien que de vez en cuando te lo recuerden.

Este chico era fabuloso, y... y... ¿Se estaba acercando más de lo que estábamos ya? ¿estaba cerrando los ojos? ¿¡Me iba a dar un beso?! No podía ser... ¿Niall estaba a punto de besarme?Cerré también los ojos, y me dejé llevar.

Ding Dong.

Sonó el timbre de la casa, y ambos nos sobresaltamos. ¡Niall! Oímos gritar desde la planta baja, y volvieron a tocar al timbre. El chico al que estaba a punto de besar, frunció el ceño.

-Ven. -Me dijo, y yo le seguí escaleras abajo. Se acercó a la entrada y abrió la puerta.

Allí estaba Harry. Si, Harry Styles. Otro integrante de la boyband del momento. ¿Esto estaba sucediendo de verdad? Vale que interrumpiera un momento clave entre Niall y yo, pero... ¡Es Harry Edward Styles Cox!

-¿Qué quieres? -preguntó Niall molesto. Harry entró directamente en la casa y cerró la puerta tras de sí.

-Pues es que t... -me miró de repente, y después a Niall -¿quién es esta chica? -Niall hizo un gesto raro hacia su amigo, el otro asintió mientras que a mi me dejaban confusa- Ah vale, tu debes de ser _______.

-Eh, si -dije algo cortada.

-Niall me habló de ti, eres más guapa en persona -mis mejillas ardían, estarían notablemente sonrojadas – Bueno, a lo que venía. Niall, te necesitan en el estudio.

-¿Y no podías mandarme un mensaje? -pregunta él.

-Tienes el móvil apagado cacho pollo.

-¿Cacho pollo? -repite Niall gracioso.

-Si, cacho pollo -afirma el rizoso.

-¿Es un insulto? Podías habértelo currado un poco más.

-Es mi insulto, y lo hago como quiera.

-Bueno anda, llevo a _______ a su casa y voy hasta allí.

-Te necesitan ya, cacho pollo. Así que date prisa. En menos de diez minutos te quieren allí.

-¿Diez minutos? No me da tiempo a llevarla.

-Puedo ir en taxi -intervine yo- no me importa.

-No, no vas a ir en taxi. -Dice Niall.

-Llévala -dijo Harry. Ambos lo miramos. Niall no dudó en decir que sí, si yo quería. Y claro, a mi no me importaría nada. Osea, voy a ver un ensayo de One Direction. Cada vez estoy más segura de que esto es un sueño.

Cogimos los abrigos y salimos al coche, hacía demasiado frío. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de arriba a abajo. Niall, sin pensarselo dos veces quitó el gorro de punto que llevaba en la cabeza y me lo puso a mi. Me negué, pero él insistió en que lo llevara puesto.

Llegamos a un edificio, que aparentemente era normal y corriente. Entramos, había muchas fans en recepción. Todas se abalanzaron contra Niall y Harry en cuanto los vieron. Mucha cámaras y chicas gritando. Niall firmó unos cuantos autógrafos y me cogió de la cintura.

-Ven -me dijo al oído para que pudiera escucharle. Me llevó a un pasillo en el que solo estábamos nosotros, Harry y un hombre vestido de negro.

-Que de fans -dije casi asustada. Nunca había tenido unas fans enloquecidas a mi lado, y es un tanto agobiante.

-Uno se acaba acostumbrando. Ellas siempre nos dieron todo, sin los fans no estaríamos donde estamos. Por eso hacemos esfuerzos por darles autógrafos, sacarnos fotos o le sea.

Sonreí. De ese mismo Niall me había enamorado yo, del que daba lo que fuera y más por hacer feliz a un fan, ese adorable irlandés.

Llegamos a una sala con muchas máquinas raras, mesas de mezclas y sobretodo; botones. Muchos botones. Y una cristalera que daba lugar a la sala con cinco micrófonos, para grabar las voces. Pero más que prestar atención a tal habitación, me fijé más en quién había en ella.

Estaban Zayn, Louis y Liam.

-Hola chicos -dijo Niall- ¿qué queríais?

-Max fue a por algo de beber pero enseguida vuelve. Quiere probar unas notas de Happily.

-Está bien, por cierto -Niall me lleva consigo y los chicos salen de la cabina, me miran y yo me limito a sonreír -esta es _____. ______, bueno creo que sabes quienes son.

Bueno, ¿muero ya? ¿me desmayo? ¿qué hago? Parecía que me iba a dar un mal, tenía a One Direction al completo delante de mis narices.

-E-encan-ta-tada- dije como una tonta.

-No te pongas nerviosa -me sonrió Zayn. Se acercó y me dio un abrazo -es un placer.

-Lo mismo -dijo Louis dándome otro, y Liam también repitió el gesto.

-¿No se enfadará Max? -pregunta Liam.

-No creo, ella no dirá nada del disco. -Respondió Niall.


Continuará...

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Bueno chicas, en quince minutos marcho al pueblo todo el fin de semana. Así que, como a veces allí me aburro escribiré. Espero que el Lunes, al llegar, haga un maratón más largo. Claro, que depende de la gente que lea la novela y de que comentéis ♥

Así que ya sabéis, comentar que no subo para fantasmas ♥

jueves, 26 de junio de 2014

Capítulo 8

Capítulo 8

Me desperté como un día normal, salvo que estaba demasiado cansada. Ayer le conté todo a Zoe, cenamos y fuimos a la cama. Pero, yo no conseguí dormirme temprano, estaba demasiado feliz de repente. Me sentía bien, y hacía mucho que no tenía esa sensación.

Me aseé y miré mi armario. Odiaba mi ropa, nunca me sentía satisfecha. Pero no soy de esas que compran cada dos por tres si no todo lo contrario. Si ya soy poco agraciada ya de por sí, con esta ropa peor. Pero bueno, que le voy a hacer.

Fui directamente sin desayunar a clase, Zoe había salido un poco antes para ir con un chico, creo que dijo que se llamaba Simon. Debe tener algo con él, ayer también estuvo en el descanso con él mientras yo deambulaba por pasillos. A demás, ayer no paraba de hablar de él entre clases. Igual le gusta, pero no lo tengo claro, debe ser porque no hablé mucho con ella estos días salvo para cosas bastante importantes, ¿nos estaremos distanciando?

Cogí el autobús sola, me senté mientras escuchaba música. You and I empezó a sonar en mis auriculares. You and I, we don't wanna be like them... We can make it til the end... No somos como ellos... Eso mismo le dije ayer a Niall, que no era como el resto de cantantes. Que curioso todo ¿No?

Story of my life, empezó a sonar después. En el solo de Niall sonreí, era precioso. No era de estas personas que tiene muchos arreglos de voz en las canciones, y que no se parecía nada a la voz normal. Era todo lo contrario. Ojalá pudiera volver a verle, desde que está aquí no pensé más en "él", ni todas las cosas feas que me dijo cuando vivía en España. Te odio, fea de mierda. Muchas veces estaban presente esas espantosas palabras en mi, y aún ahora las estaba recordando. Pero, con Niall todo eso se iba.

Mierda, me pasé de parada. Bajé en la siguiente y tuve que ir corriendo como podía hasta clase, pero llegué tarde a pesar de todo.

* * *

Qué día más agotador. Había estado toda la mañana atareada, y el resto de la tarde en casa encerrada, haciendo deberes o simplemente tirada en la cama, pensando.

Era viernes, Zoe salió con Simon, Kat y Lucie (creo que era Lucie, no me acuerdo muy bien). Las seis de la tarde, mi móvil vibró en la mesa pequeña que hay al lado de mi cama.

Dos mensajes, uno de mi madre preguntando qué tal estaba, le respondí que bien y listo. Miré el otro mensaje, se me calló el móvil en la cama. Mensaje de Niall. Reaccioné minutos después, acelerada por la emoción fui a leerlo.

Hola, ¿qué tal en clase? ¿Estás mejor que ayer? Espero que si, y aún me debes una explicación. Si te apetece podemos quedar :) xx.

Claro que quería quedar, le respondí que encantada. En cuestión de segundos, me respondió.

Genial, si quieres paso a recogerte en diez minutos.

Corriendo, fui a cambiarme de ropa -estaba en pijama, ya que pensé que no saldría más de casa- y bajé al portal. En seguida su coche apareció, y fui hacia él entusiasmanda.

-Hola -dijo sonriente.

-Hola -respondí tímida. Él encendió el motor, y emprendimos el camino -¿Dónde vamos?

-Si no te importa, a mi casa. No puedo estar mucho en sitios públicos. Ya sabes...

-Si, los fans...

No hablamos mucho en el trayecto. Aparcamos el coche en el garaje. Fuimos directamente a la casa por unas escaleras que daban al pasillo, allí nos quitamos los abrigos -como el día anterior- . Él me condujo por unas escaleras a lo que creí que era su cuarto. Era espacioso, y acogedor.

-Que bonito.

-Gracias -me respondió, se sentó en la cama y dejó caer su cuerpo entero. Suspiró aliviado, no sabía por qué -¿vienes? -preguntó. Me acerqué, Niall se incorporó y me hizo un gesto para que me sentara a su lado.

-Niall -dije con un tono más bajo del habitual. Él me miró directamente a los ojos, dios mío. Nadie puede imaginarse lo que es tener esos ojos claros a centímetros de ti. -¿Por qué?

-¿Por qué, qué?

-Puedes tener a las modelos más perfectas a tus pies, o alguna cantante, o una chica normal y corriente preciosa ahora mismo contigo aquí. ¿Por qué estoy yo?

-Me llamaste la atención el otro día, ya te lo dije.

-Pero, mírame. ¿Por qué te llamé la atención? No me lo explico.

Él se tomó su tiempo para responder. Me cogió de las piernas, colocándome en su regazo.

-Eres especial -susurró. Me sonrojé y él sonrió. Negué con la cabeza.

-No soy especial, Niall. Soy una chica más de España, una fan, horrible.

-¿Horrible? No tienes nada de horrible.

-Sí que lo tengo, Niall. Si por lo menos fuera como mi amiga, ya no pido modelos si no mi ser amiga, que es guapa, alta, delgada, super sociable y agradable; estaría satisfecha. Pero no, tengo que ser así de horrible. En cualquier sentido. -Confesé.

-Nunca deberías compararte con nadie, a mi me pareces preciosa. Y no solo de aspecto, también te encuentro adorable.

¿Niall acababa de decir todas esa cosas de mi? ¿En serio? Esto es un poco una locura, ¿no?

Continuará...


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¿Os gusta? Espero que sí, comentar por favor ♥

martes, 24 de junio de 2014

Capítulo 7


Narras tú.

-Ya estoy -me dolía mucho la garganta al pronunciar tales palabras. Era un ardor casi insoportable, que hacía que me lloriquearan los ojos.

-¿Pasa algo? -me preguntó el rubiales. Negué con la cabeza y me senté a su lado en el sofá del salón. Tragué saliva >Joder como duele<.

-¿Qué vamos a ver? -pregunté.

-Los Juegos del Hambre, ¿te apetece? Si no quieres podemos poner otra.

-No, es perfecta esa película -respondo con una sonrisa.

-Genial -me la devuelve.

Comienza la peli, estuve un poco tensa al principio pero según transcurrían los minutos disminuía ese estado. Soy de esas chicas que cuando se mete en el personaje del protagonista de una película, no sale de él. Y a judgar por el comportamiento de Niall, a él le ocurría lo mismo.

-Ha sido muy valiente por parte de Katniss decidir tomar las vayas -comenta Niall en la parte de la película en la que deciden suicidarse antes que renunciar a su amor, según mi opinión. O por cuestión de la revolución posterior según otros. Mi parte favorita.

-No tanto como Peeta, que daría la vida por ella. Es preciosa esta película. -Seguí mirándola atolondrada, me encanta. Estuve así un rato, hasta que me di cuenta de que la mirada de Niall estaba sobre mí. Me giré y sonrei sin voluntad propia. -¿Qué pasa?

-Nada. -Respondió, sin decirme qué se le pasaba por la cabeza. Nunca lo sabré.

Terminamos de ver la película; la pantalla de la televison en negro, titulos de crédito y música de fondo.

-Bueno, -dije- creo que será hora de marchar.

-Está oscureciendo, será mejor que te lleve.

-No quiero causar molestias -le sonreí -puedo coger un taxi.

-Si es por tí no es molestia cielo.

Cielo. Acababa de llamarme cielo. ¿Será verdad o estaré soñando? Tengo miedo que en cualquier momento oíga 'levantate cielo' por parte de mi madre. De no estar ni en Londres, ni con él. Pero no es nada de eso, ya me pellizqué ayer y sentí dolor.

Fuimos a la entrada, él cogió mi abrigo y me ayudó a ponerlo. No porque no pudiera, si no por tener un gesto bonito. Él se colocó el suyo y un gorro de punto de color nego. Dejaba un poco de su pelo rubio caer por la frete. Se me aguaron los ojos y me calló un pequeña lágrima. ¿Por qué yo? ¿Cómo podía tener a este increíble chico delante de mi? Es matemáticamente imposible que le llame la atención yo, una fan más. Así que segurmente después de esto seguro que se despedirá, y no le volveré a ver más.

-¿Qué te ocurre? -preguntó dulcemente. ¿Soy tonta o qué? Las chicas normales estarías muertas de felicadad, yo no. Solo veía el lado negativo de todo.

-No ocurre nada -sonreí más o menos. Él vino hacia mi y me dio un abrazo. Un cálido abrazo que correspondí. Un perfume estupendo vino directo hacia mi nariz. Nunca había conocido el olor del chico de mis sueños, y mucho menos me había tenido entre sus brazos. Te quiero mucho. Mascullé sin que él pudiera escucharme.

-Si te ocurre algo me lo puedes contar. Si ahora no puedes, ya quedaremos otro día. -Me dio un beso en la mejilla. ¿Se podía ser más adorable?

¿Otro día había dicho?

* * *

Narra Niall.

Aparqué delante de la casa de ______, ella me sonrió y salió del coche.

Tenía mucha curiosidad de saber la razón por la que empezó a llorar de repente, espero que pudiera decírmelo otro día, cuanto antes mejor.

Dios mío, quería volver a tenerla a mi lado. ¿Por qué me sentí tan bien al tenerla en mis brazos? Me sentía protector. Y ese beso en la mejilla, fue especial no, lo siguiente. Me encanta verla sonrojada. ¿Podría verla mañana? Rezaba porque fuera así.


Continuará...

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Maratón parte 2.

¿Queréis que suba tercera parte? Comentar que os parecieron estas dos primeras :')

Capítulo 6



Había una gran mesa en el comedor, a pesar de las dimensiones de todo era bastante acogedor.

-Bueno, no es de lo mejor pero no me va mucho lo formal -dijo él. Se refería a la comida; un par de hamburguesas. Sonreí al recordar el lado hambriento de el ''pequeño Nialler''. Ahora el problema era, ¿cómo me escabullía de esta?

La amargura en mi rostro se hizo presente, una hamburguesa tenía demasiadas calorías, la coca cola que la acompañaba también. Y ya ni hablar de la 'ensalada' que le acompañaba. Era del Mc' así que no creo que tenga nada de sano. No podía ingerir ni un cuarto de esa comida, por muy buena pinta que tuviera.

-¿Qué ocurre?

-Na-nada.

-¿Y esa cara? ¿Eres más de pizzas? -preguntó riendo. Sonreí y me senté a comer, lo vomitaría después y no habría ningún problema.

-No, vamos a comer.

Se sentó a un lado mío, el izquierdo. La mesa era grande, comparándose con lo que nosotros ocupábamos.

-Bueno, ¿y qué me podrías decir de tí? -me pregunta.

-¿Qué quieres saber? -respondí con otra pregunta. Dí un mordisco a la hamburguesa.

Narra Niall.

-No se nada de tí, salvo que te llamas ________ y eres de España. Por cierto, me encanta tu acento.

-Gracias – respondió sonriendo, noté que sus ojos derrochaban amargura, dio un pequeño mordisco a su porción de comida.

¿Le desagradaría o algo? No quería forzarla a comer, pero la verdad es que está en los huesos. Ahora que la veía sin abrigo... Esas piernas tan delgadas, y seguramente su tronco en los huesos. Aun que lo tapara el jersey perfumado a vainilla, las muñecas delgadas al aire eran directamente hueso con piel. Igual tenía algún problema con la comida, puede que fuera anoréxica o bulímica. Solo con ver la cara que pone al comer. ¿Se sentiría obligada a hacerlo al tenerme delante? No quería incomodarla, pero si tenía algún problema querría ayudarla. Claro, que no iba a preguntarle de repente 'tienes trastornos alimenticios' ni mucho menos.

-¿Cómo es que estás aquí?

-Bueno, -dice- me concedieron una beca a mi y a mi amiga, Zoe. Siempre soñamos con la idea de estudiar en Londres, te puedes imaginar lo que es para nosotras estar aquí. Sobretodo a mi, estar hablando contigo como si fueras un amigo de toda la vida, mientras que eres el 'famoso Niall Horan' -dijo con tono divertido. El ambiente se calmaba, gracias al cielo.

-No me gusta que me vean como un chico especial por ser cantante la verdad, me sorprende que no estés ahora mismo adorándome como lo haría cualquier otra chica. -Ahora parecí un poco creído, lo sé. Pero era la verdad – No es que no me guste, pero si te rodeas de gente pelota acabas despegando los pies de la tierra, y es cuando te conviertes en unos de esos 'ex-cantantes arrogantes'.

-Lo sé, y creo que no te ocurrirá eso. Tienes los pies bien firmes en la tierra, y eso es perfecto. La mayoría acaban destrozados, adictos a cualquier clase de drogas o peor. Pero, siento que en tí será diferente. -Noté sinceridad en sus palabras.

-¿A si? -pregunté perplejo -¿y qué ves de distinto?

-Eres tú mismo.

Sonreí, no sabía que decirle. Esa chica confiaba en mí, era adorable y encantadora.

-¿Sabes qué? -dije tras un corto silencio, ella me miró para que continuara. Me fijé por primera vez en sus ojos, marrón avellana. Iba a decir que ella también era única; porque me lo parecía. Pero era algo precipitado. Solo la conocía de dos días. Así que dije lo primero que se me pasó por la cabeza -¿te apetece ver una película?

-Claro -dijo ella, sonriendo -¿puedo ir antes al baño?

-Claro, está después del pasillo, la puerta del fondo.

Ella asintió y se levantó. Yo fui a preparar las cosas para la película.

Continuará...


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Maratón parte 1.

viernes, 20 de junio de 2014

Capítulo 5.

Una vez más, solo una. Duele, pero da lo mismo. Todo por estar guapa, todo por eso.
Volví a meter una vez más los dedos y pude decir adiós al desayuno de ayer. Me escocía toda la garganta, como si tuviera fuego en ella. Me lavé los dientes dos veces, y me enjuagué unas cuantas veces más. Si no el aliento no se iría ni queriendo. Después me vestí y fui con Zoe a clase.

Se pasó bastante rápido la mañana, exceptuando cuando estube todo el recreo escuchando la conversación de Zoe con una de sus nuevas amistades sobre el 'escandalo que huvo el otro día en el centro comercial'. En fin, o no soy una chica normal, o todo el mundo es extraño. Porque a mi me la suda lo que haya pasado en el centro comercial. Si fuera algo grave si, pero no considero un escándolo que bajen los precios un 20%.

Por lo demás fue normal, excepto por los nevios que tenía la última hora de clase.

Salí de Física y Química en cuanto sonó el timbre, todo lo rápido que pude. No quería hacerle esperar. Me metía entre la gente para ir más rápido, bajaba escaleras, recorría pasillos, más escaleras... Hasta llegar al aparcamiento donde más adelante estaba la puerta principal. Allí la gente se comenzó a esparcer más y no era difícil avanzar.

-¡Eh! -me interrumpió la voz de Zoe. Miré hacia atrás y estaba en la puerta del edificio -¡Suerte! -me deseó. Respondí con una sonrisa, y seguí con mi marcha alegre hasta el portón de la entrada. Allí eché un vistazo, pero había bastante gente. Hasta que no se dispersaron un poco no le vi a él, con la capucha puesta y unas gafas de sol toqueteando el móvil. Sonreí y me acerqué.

-Hola -me decidí a saludar, y por primera vez le dije una palabra sin tartamudear. Genial. Me sonrió como respuesta y me hizo un gesto para que le siguiera.

Caminó un poco y yo detrás de él hasta llegar a un coche negro, monovolumen. Me abrió la puerta y entré, y él fue al asiento del piloto. Puso en maarcha todo y arrancó. Al minuto se quitó las gafas y la capucha, yo intentaba no mirarle demasiado -no quería parecer estúpida- pero era imposible. Era increíble. Imaginaros, ser directioner, estudiar en Londres, que Niall se encuentre contigo una vez y que te busque hasta encotrarte. A demás poneros en mi situación, ¡tenía a Niall James Horan Gallagher en frente de mi! Bueno, a un lado.

-Lo siento por no saludarte antes, pero te podría sorprender la rapidez con la gente me puede descubrir -no lo haría la verdad, él es fácil de localizar. Cuando estaba en España me enteraba que hacía a cada instante, así que aquí ni me lo imagino -tan solo con decir un simple 'hola' alguien reconocería mi voz.

-¿Y no te reconocen el coche?

Se encogió de hombros ante mi pregunta. Yo continué.

-Cuando vivía en España, las fans que intentaban averiguar donde estabas solían hacerlo por la matrícula de tu coche azul.

-No hay problema, este es de Paul, el de...

-Seguridad -le interrumpí finalizando su oración, vi como frunció el ceño.

-Exacto. Oye, ¿cómo es que sabes tanto?

-Bueno, eres la estrella del momento. Como para no enteratme- hice una pequeña pausa – A demás, me encanta tu banda y tu.

-¿A si? ¿Eres una fan? -aparcó el coche, con una sonrisa. Me miró sin quitarla, y quedé unos instantes sin poder reaccionar. Esa sonrisa la había visto más de mil veces en fotos, ¿cómo podía tenerla delante de verdad?

-No, soy Directioner.

No se que se le pasaba por la mente, pero mantuvo un rato el silencio. Después sonrió un poco más y yo imité el gesto. Volvio a cubrirse con la capucha y las gafas y salió, hice lo mismo y me dirigió a una casa.

No era precisamente pequeña, pero la verdad para todo lo que él podría tener; no era tan grande. No os imaginéis una mansión ni nada, era simplemente una casa con tres pisos y un garaje, a simple vista muy bonita.

Entramos allí, nos quitamos los abrigos -daba gracias al calor que proporcionaba la calefacción, el invierno estaba llegando y en Londres llega, pero bien.- él cogió el mío, y junto al suyo lo colgo de un perchero en la entrada. Al girarse, me miró de arriba a abajo con una cara indescriptible. ¿Me habría vestido mal? Iba con un jersey ancho, y unos vaqueros normales oscuros. ¿Me vería gorda? Igual piensa que me sobran kilos.

-¿Que pasa? -pregunté. Él me miró a la cara y sonrió negando.

-Nada, es la primera vez que te veo sin abrigo.

Me sonrojecí, después fuimos los dos hasta el comedor.


Continuará...

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Este fin de semana no subiré porque voy al pueblo, pero el Lunes haré maratón si puedo ♥

miércoles, 18 de junio de 2014

Capítulo 4


-¡Cómo! -dice Zoe perpleja, con la aboca abierta.

-Como te lo digo.

-Mira, no me tomes el pelo. ¿Cómo va a seguirte Niall Horan? Osea, es NIALL HORAN.

-No te tomo el pelo, todo lo contrario. Yo tampoco me lo creo, es que... Dios no se.

-¿No te lo habrás imaginado? -dijo ella preocupada. Entonces, sonó mi móvil. Lo cogí de la parte trasera de mi bolsillo. Era un número no registrado.

-¿Si? -respondí bajo la mirada de Zoe.

-Em, hola. -Dijo una voz peculiar, que reconocí al instante. Tragué saliva nerviosa, miré a Zoe y ella me devolvió la mirada.

-Ni-n-Niall -saludé torpe. -¿Qué ocurre?

-Quería llamarte para que ya tubieras mi número. Por cierto, ¿mañana harás algo después de clase? -pregunta entusiasmado. Mientras, Zoe me mira boquiabierta.

-N-no -tartamudeo nerviosa.

-Pues si no te parece mal puedo recogerte a la salida y comemos en algún lugar. Solo si tu quieres, claro.

-Claro que si -respondí enseguida-¿dónde será?

-Sorpresa -dice pícaro -ahora marcho, que tengo que ensayar con los chicos.

Asiento y me despido de él. Cuelgo y miro el móvil perpleja. Si, Niall me había llamado al móvil y no era un sueño. No me lo podía creer, y Zoe menos. Que empezó a dar vueltas como loca por el salón, gritando. Como una fan en un concierto para llamar la atención de los cantantes, pero sin el concierto.

Narra Niall.

Colgué y sonreí involuntariamente. Que nerviosa la ponía, seguramente ahora tendría las mejillas sonrojadas. Era guapa en casitodos los sentidos, excepto en el cuerpo. Creo que le vendría bien engordar un poco. Pero la verdad, tenía ganas de saber bien como era en cuanto a pesonalidad.

-Niall, venga que tenemos trabajo -me saca de mi nube Louis, lo miro sin quitar la sonrisa -eh bro, ¿qué te ocurre? -dijo también sonriendo.

-Nada Lou -respondí.

-Eso no se lo cree nadie -se incorpora Liam. Ambos me miran pícaros -¿A quién fuiste a buscar hoy al medio día?

-¿Me espiáis? -reí- a nadie bobos.

-¿Seguro? Esa sonrísa no la crea el viento -insistió Louis. Yo negué con la cabeza aún feliz y me fui a trabajar y ellos me siguieron.

Me esperaba una tarde prometedora mañana, que ganas tenía.

Continuará...

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Como siempre, espero que os haya gustado mucho pequeñas ♥

martes, 17 de junio de 2014

Capítulo 3


Narra Niall

Ayer había conseguido ver a las chicas algo más de cerca, y sobretodo escucharlas. Parecían más o menos de mi edad. Puede que un año, como mucho dos menos. Supuse que si estaban aquí era por algo, y seguramente estaban estudiando, a judgar de su acento español y su edad. Pocos españoles venían aquí, y se lo hacían era para encontrar trabajo o estudiar. Institutos... Aquí el más conocido, sin duda sería el del centro, que concedía bastantes becas. Aun que hay más de cuarenta, lo más seguro es que fuera allí.

Así que, decidido. Ahora mismo eran las dos de la tarde, y por lo que tengo entendido allí comen. Así que a esta hora más o menos saldrían los estudiantes. Fui en coche, aparqué y antes de salir me puse una capucha y gafas de sol (algo un tanto estúpido, con el frío que hacía y el cielo nublado que le acompañaba) pero si no, volverían a rodearme fans y no podría cumplir mi objetivo. Me puse al lado de la salida, y esperé por lo menos media hora. Hasta que empecé a ver chicos salir. Entonces, me mantuve alerta.

Narras tú.

-Por favor, no me hagas esto -supliqué una vez más a Zoe.

-Es que quiero ir con Kat, es muy amable invitándonos a llevarnos en coche hasta casa.

-Invitándote -la corrigo- te invita a ti.

-Porque tu no quieres. Yo iré con ella, si quieres; dijo que podrías venir.

-No, da igual anda. Daré un pequeño paseo -o no tan pequeño.

Zoe se fue con su nueva amiga y yo suspiré. Mucha gente salía a prisas de allí, como si hubiera una bomba dentro. En cuestión de que tardaras un minuto de más en salir de tu aula, encontrabas todo desierto. Me quedé ahí en medio embobada, hasta que me di cuenta de que quedaban los últimos cuatro pringados saliendo por la puerta y los demás ya se habían esfumado. En fin.

Caminé a la salida, y antes de que empezara a caminar hacia casa, oí un ''Tsst.'' Me rayó un poco, pero no me di por aludida. Así que no hice caso. Pero al dar un par de pasos volvió a sonar. Me giré un poco a la derecha, y había un chico encapuchado con gafas de sol. ¿Quién lleva gafas del sol por Londres en Octubre? Me dio cierto pánico, >>¿Y si quería secuestrarme?<< Se me pasó por la cabeza.

-Perdona -dijo el chico educadamente acercándose a mi . Esa voz me reultó peculiar. No de algún familiar mío, o amigo. Pero sí la reconocía -¿Cómo te llamas chica? -Preguntó. Yo fruncí el ceño y di un paso hacia atrás.

-¿Podría preguntar lo mismo de ti? -respondí con una pregunta. Él miró a los lados, como si buscara a alguien. Algo complicado, porque la calle ahora estaba bastante desierta, tan solo había algún que otro pájaro piando, y poco más.

-Niall -dice casi en susurro, mientras se quita las gafas y aparta tan solo un poco la capucha. Yo, me llevé la mano a la boca.

-¿Ni-n-niall Horan? -dije tropezando con mis palabras. Estaba impactada. ¿Estaba hablando con Niall Horan? ¿Ese chico al que quería desde que lo vi en una audición hace años, hasta este mismo día? ¿Esto era un sueño?

-Si -respondió él con una sonrisa, con la cual había soñado más de una vez en España, y las dos noches que llevaba aquí.

-M-me llamo ________. _______ García. -dije como pude. Él me miró de arriba a abajo >>Estará pensando en lo fea que soy, lo gorda que estoy, el mal cuerpo que tengo acompañado de mi cara<< Pensé. Me estremecí y él pareció notar mi incomodidad.

-Bien, ______; -suspiró- supongo que lo verás como una locura. Pero el otro día te vi desde mi coche, y me llamaste la atención. Luego, te volví a ver e intenté seguirte pero no pude.

-¿Por qué? -pregunté curiosa. Él, se encogió de hombros.

-No sé... -Hubo un pequeño silencio, él sonrió. Mientras, yo tenía ganas de derretirme allí mismo, ¿y quién no? Teniendo delande a un miembro de la boyband del momento -¿Quieres que te lleve a casa?

-No, no quiero causar molestias -respondí rápidamente, e iba a empezar a caminar hacia mi casa. Estúpida que era. Teniendo delante a mi ídolo se me ocurría irme. Menos mal, que él me cogio la mano. Probocando una corriente eléctrica por todo mi brazo, y propagándose más diluida por todo mi cuerpo.

-No será una molestia, ven. Tengo ahí el coche.

Acabé asintiendo, y me metí con él en el coche. De lo único que hablamos en su interior, fueron indicaciones para llegar a mi apartamento y el de Zoe. Hasta que aparcó delante del portal. Yo no sabía que hacer, si levantarme e irme, darle un par de besos para despedirme, un simple hasta luego... ¿Qué?

-¿Te importaría darme tu número de teléfono? -yo negué con la cabeza, claro que no me importaba. Él me dio su iPhone, y yo lo cogí. Al lado de su teléfono, el mío parecía de un tercer mundo. Deslicé el dedo por la pantalla de bloqueo, y entré en agenda. Había famosos/as en esa lista de contactos, pero solo vi cinco o seis (los que me dio tiempo) y todos empezaban por 'A'.Di a agregar contacto, puse mi nombre y mi número. Le di él móvil y él sonrió. Se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla, algo que hizo sonrojarme -Que adorable estás sonrojada -ese comentario hizo que mis mejillas empeoraran – te llamaré. Si no te importa.

Negué con la cabeza y di las gracias por llevarme a casa. Salí del coche, y me metí el en portal. Subí lo más rápido que pude a casa, e ignorando un saludo de Zoe miré por la ventana. Vi como el coche de Niall se alejaba. Suspiré ¿qué acababa de ocurrir? Parecía subrealista.

-¿Quieres decirme por qué no me dices hola? -se quejó Zoe entrando en el salón en el que estaba- si estás enfadada conmigo por ir con Kat avísame, pero no me ignores.

-Lo que te tengo que contar Zoe...


Continuará...


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Gracias a todas por leer el capítulo. Por cierto, ¿podríais ver este vídeo y decir que os parece? Solo si os apetece, no presiono jajaja, gracias. Mil gracias por todo :)


lunes, 16 de junio de 2014

Capítulo 2


Menudo día. Lo pasé la mayor parte callada, pero ¿qué iba a hacer? Por mucho que insistiera Zoe en que hablara con gente, no me encontraba con ánimos de hacerlo. Esto me pasaba ya hace bastante tiempo, creo que desde finales del curso pasado. Mi padre se había preocupado, al igual que mi madre. Pero gracias a dios no tomaron cartas en el asunto.

-Hasta luego -se despidió Zoe de una chica que coincidió la última clase con nosotras. Seguidamente, me miró.

-¿Qué?

-Nada, que podrías decir por lo menos hasta luego. Ya te tengo dicho que no seas así de cerrada.

-Soy así, y punto -comenté algo cortante. Era mi amiga, y la quería. Pero ella sabía más que nadie como era.

-No, no eres así. Lo eres desde hace unos meses. Desde...

-Ya, no hace falta que lo digas.

-Ya pasó mucho tiempo, tienes que empezar a relacionarte. Y a ver si comes un poco, has adelgazado.

-¿Adelgazado? Estoy igual que antes.

-No, antes eras delgada. Ahora eres un palillo andante. Así que en cuanto lleguemos a casa comerás una buena pizza que encargaré.

Bufé, pero no respondí. Llegamos a casa y ella desde su móvil mandó el pedido a una pizzería buena de la zona que le había recomendado una de sus nuevas compañeras. Bueno, nuestras.

Enseguida el pedido llegó, ella abrió la cálida caja, estaba recién echa. Me obligó a comer una buena parte de la pizza, un cuarto de ella. Me sentía mal al comerla, eran demasiadas calorías que igual a lo largo de la tarde no podría quemar. Pero, ella me obligaba a comer. Lo hice a regañadientes, y en cuanto tuve un rato libre, fui al baño. No tenía opción, no podía ingerir tanta porquería. Así no conseguiría mantenerme en mi peso 'ideal' o adelgazar.

-Creo que voy a dar una vuelta. -Dije tras lavarme los dientes y entrar en el cuarto de ambas.

-Vale, te acompaño. Todavía no vimos 'el gran Londres'. -Dijo divertida. Así que nos preparamos, cogimos nuestros abrigos y un bolso y salimos del apartamento. Decidimos dar una vuelta por la zona, la verdad es que no sabíamos donde ir. La gente normal iría a ver el London Eye, o el Big Ben, Buckingham Palace, incluso el Tower Bridge. Nosotras, no. Eramos especiales. Nos gustaba más fijarnos en otras cosas y ser diferentes.

Narra Niall

Estábamos los chicos y yo en una cafetería. Uno hablaba con otro, el otro con uno, uno de allí con el de allá. La cuestión, es que yo me aburría. Como siempre, no sabía con quien hablar. Me limitaba a mirar por una de las cristaleras que daba al exterior. Estaba todo nevado, algo extraño ya que tan solo era Octubre. Iba a ser un crudo invierno el de este año.

De repente, vi a las dos chicas de por la mañana cruzar la calle. Miré a los chicos, y ellos seguían a lo suyo. No notarían nada si me iba, así que quise ir a ver a esa chica. No sabía la razón pero me llamaba bastante la atención. Quería saber algo de ella, por lo menos su nombre. Llamarme loco, pero me gusta llevarme por impulsos.

Salí corriendo para no perder a las dos chicas de vista, y al salir sentí bastante frío. El aire frío londinense. Pero no pasaba nada, miré hacia la izquierda y las vi, a ella con las manos en el bolsillo para mantenerlas cálidas, y a su amiga hablando animadamente.

-¡Perdona! -grité, pero no se dio la vuelta. Supongo que no se dio por aludida. Pero un grupo de chicas, de entre los trece y los quince me vio.

-¡Es Niall Horan! -dijo una de ellas. Vinieron corriendo a pedir un autógrafo, y por su puesto que se lo di. Eran unos fans. Pero en cuestión de segundos se acumuló allí mucha gente, muchos flashes de cámaras y muchos gritos. Perdí de vista a la chica por desgracia.


Continuará...

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Bueno bueno, por los comentarios que hicisteis en el anterior capítulo veo que os gustó, y me alegro mucho. Muchs gracias a todas las que seguís ahí, a pesar de lo que tardé en subir. Nunca me cansaré de decir que sois las mejores lectoras. Bueno disfrutar el capítulo :)

domingo, 15 de junio de 2014

Capítulo 1

Despertador, apágate por dios. Pensé en cuanto sonó exactamente a las seis y media de la mañana. Claro, que no acató mis órdenes y tuve que apagar la alarma yo. Bostecé, ayer había estado despierta hasta bastante entrada la noche y hoy tenía que ir a clase.

-Dios... -dije perezosamente estirándome y abriendo los ojos con dificultad. Me levante y abrí del todo la persiana, cosa que provocó que cerrara más los ojos. Fui hasta el baño casi con ellos cerrados, algo bueno de mi casa es que es pequeña y me sé cada palmo para poder ir con los ojos cerrados. En fin, hacía esto todas las mañanas.

Me aclaré la cara, y vi mi reflejo. En efecto, tan fea como siempre. Fui con un suspiro dentro de la zona de la ducha, y dejé que un agua tibia cayera sobre mí, cosa que me agradó. Mientras, me lavé.

Salí seguida de una gran nube de vapor. Pasé la mano por el espejo repetidas veces hasta ver mi reflejo. Me vestí con algo para ir clase, ropa que había dejado el día anterior allí. Sequé el pelo y listo. Seguía horrible, encima con una ropa que me hacía más gorda de lo que estaba. Pero la verdad, acabo acostumbrarme a verme fea y gorda. Era lo que era.

-Buenos días idiota -dijo Zoe.

-Buenos días estúpida -respondí.

Que conste, que Zoe es la mejor amiga que nunca he tenido, desde la guardería estuvimos siempre unidas, y ahora vivíamos en un apartamento. Este año nos dieron una beca, para estudiar en Londres. Así que aquí estamos, las dos. Siempre nos había gustado la idea de estudiar aquí, sobre todo desde hacía unos años. Cuando conocimos a cinco chicos, One Direction. Nos habíamos enterado de que tenían apartamentos aquí, y siempre soñábamos con venir y encontrárnoslos. Y bueno, aquí nos veis. Claro, que estamos aquí pero dudo mucho que los encontremos. Londres es demasiado grande.

-Venga, que comenzará el primer día de clase -dijo emocionada. Yo sonreí con algo de amargura. Zoe terminó de desayunar, mientras que yo la esperaba para ir a clase. No me apetecía comer nada ahora, era innecesario. No tenía hambre. Con un vaso de agua bastaba.

Fuimos a la parada del autobús, y esperamos a éste para ir a clase. La verdad, es que tampoco es que estuviera muy entusiasmada. Al menos, en comparación con Zoe. Vale, ambas estábamos cumpliendo un sueño. Pero ¿por qué ella parecía que iba a pegar un brinco en cualquier momento de la alegría y yo no? Supongo que es porque ella es una chica guapa, delgada, segura de sí misma, y para nada vergonzosa. No le costará integrarse, pero os garantizo que a mí sí.

El bus llegó, nosotras hablábamos tranquilamente. Cuando llegamos al instituto, pues quedamos un tanto impactadas. Era grande, muy grande. Había gente de secundaria, de bachilleres, y de módulos. Nosotras éramos de la primera sección, así que teníamos que ir al ala oeste del edificio. Como dije, era gigantesco, así que nos costó encontrarnos. Llegamos con cinco minutos de retraso a clase, pero no pasaba nada.

Narra Niall.

Un día normal entre otros. Estábamos de camino al estudio, ya que íbamos a grabar unas cuantas canciones para nuestro nuevo álbum.

-En serio Harry -dijo Louis riendo – tienes que probar a hacer esto.

-Zayn, tan solo es... -dijo Liam, pero dejé de escuchar.

No tenía idea de que hablaban, pero no era conmigo y no podía meterme aunque quisiera. Así que miré por la ventanilla del coche que nos llevaba. Estaba tintada, haciendo que nadie pudiera vernos por seguridad. Pero nosotros sí podíamos ver. Así que como no tenía nada que hacer, vi como iba la gente por la calle, algunos corriendo seguramente porque tenían prisa, otros a paso corriente, y luego ancianos en bancos. El coche paró en un semáforo, y vi detenidamente a un par de chicas que iban por la calle. Una era muy muy delgada, demasiado la verdad. ¿Tendría algún problema? La verdad, es que de cara era preciosa -para mi gusto-. La chica de al lado tampoco se quedaba atrás, pero bueno. Me llamó la atención la otra.

El coche arrancó, y mi visión de aquel par de chicas fue complicándose, hasta no poder verlas. Pero bueno, seguí mirando la calle hasta llegar al estudio, y empezar los ensayos.



Continuará...

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Aquí está el primer capitulo, espero que os guste :)