viernes, 28 de febrero de 2014

Capítulo 35

El exceso de luz se coló por la ventana que daba al Este, donde salía el sol. Eran las siete de la mañana más o menos, y vi que a mi lado estaba Louis. Al parecer habíamos quedado dormidos.

-Buenos días. -Dije sonriente, y él perezosamente abrió los ojos, haciendo una mueca un tanto extraña, le molestaba la luz.

-Buenos días. -Contestó. Los abrió del todo tras pestañear unas cuantas veces; y me miró con una sonrisa al verme. La verdad no sé por qué lo hizo, seguro que tenía un aspecto mañanero parecido al de un monstruo de Mordor.

Me aseé mientras él revisaba su móvil y viceversa, pero no esperé que saliera de la ducha con algún mechón mojado, y tan solo con una toalla cubriéndole de cintura a rodillas.

-Tengo un problema. -Dijo él mientras yo le observaba de arriba a abajo un poco, sorprendida por sus abdominales marcados. Él sonrió al notarlo y me sonrojé.

-Dime.

-Es que no tengo ropa para cambiarme. -Se rió, y yo hice lo mismo. -¿Ahora qué hago? No voy a salir de casa así.

-Espera, le pediré a - paré ahí. Iba a decir a mi padre, pero ya no estaba allí. Así que, solo había otro chico en la casa. Harry. Pero, ¿cómo se lo iba a pedir a Harry? Pues, pidiéndoselo. No iba a dejar semi-desnudo a Louis por casa. - a Harry. Iré a pedirle ropa a Harry.

-¿Estás segura? No creo que esté por la labor de dejarme ropa.

-No te preocupes, seguro que te la deja.


***


-¡Harry! Por favor. -Grité por novena vez a Harry, quien no quería dejarme su ropa. Llevaba media hora pidiéndola.

-No. -Dijo, como las anteriores nueve veces.

-¡Harry! -me quejé.

-Que vaya desnudo hasta su casa.-Contestó borde.

-No me puedo creer que seas tan egoísta. Solo es un pantalón, ropa interior y una camiseta.

-¿Solo? -dijo irónicamente. Yo hice una mueca un tanto burlante.

-Por favor, lo necesita. No hay ningún otro chico en casa que se la pueda prestar. -Él permaneció un rato en silencio, tumbado en la cama. Me acerqué a ella y me senté a uno de los lados. -En serio Harry. -Debió ser que le pareció convincente, que se levantó y sacó la correspondiente ropa. Se acercó a mí y me levanté para cogerla, pero hizo un amago y la volvió a apartar cuando ya casi la tenía en mis manos.

-No. Antes algo a cambio. -Iba a preguntar el que, pero Harry señaló con su dedo índice su mejilla poniéndose de perfil y mirándome por el rabillo del ojo. Quería un beso en la mejilla. Accedí sin problemas, total, solo era un pequeño beso ahí. Me acerqué para dárselo, pero él rápidamente se giró y fue en los labios. Me alerté, pero no me aparté bruscamente. Tan solo, tranquilamente. Algo, extraña. Hacía bastante que no rozaba si quiera los labios. Pero, decidí lavar mis pensamientos y volver con la ropa a la habitación con Louis.

Eso hice, entré, y él estaba esperando de pie en el cuarto de baño para no mojar nada. Me acerqué y le di la ropa.

-¿Cómo conseguiste que te lo diera? -preguntó asombrado. Yo sonreí al recordarlo.

-Insistí, nada más.

Él se vistió y bajamos al salón, en el cual se encontraba mi madre con una taza de café en la mano y la tablet en la sobrante. Nos dijo que habían entrado en el cuarto y nos vieron dormidos abrazados, les había dado pena despertarnos así que nos dejó dormir sin darse cuenta del detalle de la ropa.  No entendía como a mi madre no le mosqueaba que quedara dormida al lado de Louis, pero en cuanto estaba a menos de dos metros de Harry sí.

Aún así Louis me invitó a dar una vuelta juntos y al final acabamos pasando el día entero fuera de casa. La verdad, me divertí bastante.


Continuará...

miércoles, 26 de febrero de 2014

Capítulo 34

Pasaron unos cuantos días. Con unos cuantos, me refiero a casi dos semanas. Al parecer mi madre había decidido levantarme el castigo ayer. Le caía bien Louis. Venía bastante a menudo a casa, y alguna que otra vez habían hablando tranquilamente. Ayer, mi madre me confesó en medio de la cena que le parecía buen chico.

*Flashback*

-¿Y vive por aquí Louis? -me preguntó de la nada mientras comía con ella.

-Si, unas casas más al Este del lago.

-Parece muy buen chaval, es bastante espabilado. Y guapo. -Sonrió pícaramente mientras yo seguí cenando. -¿Tenéis algo?

-Mamá, no digas esas estupideces. Es mi amigo. -Ella se puso seria. Seguimos cenando.

-Bueno, yo te alerto. Es bastante buen partido, y tengo entendido que tiene buena familia por lo que cuenta. Algún día podría venir con su familia a cenar, así los conocemos mejor.  -Conocía a mi madre. Quería emparejarme con él por el dinero.

-No hace falta. -Dije.

-Ya veremos. -Contestó.

*Fin del flashback*

Pues bueno, este era el día. No me preguntéis cómo pero mi madre consiguió contactar con la de Louis, y quedaron para venir aquí a cenar. La verdad es que estaba un tanto nerviosa, a saber que le contaba mi madre a los padres de Louis y sobre todo, a Louis. A veces me daba mucha vergüenza, como cuando habla de cuando era pequeña.

Por otra parte, tenía ganas de que esa cena no fuera con Louis, si no con Harry. Pero a la vez, me agradaba que a mi madre le cayera bien Lou, aunque injusto que Harry no. Seguro, que era porque era el hijo de Nana. Menudo asco, la verdad. ¿Por qué tenía que ser ella la que decidía con quién debía estar? Es verdad que Harry no era el menos problemático, sobretodo en comparación con la perfección de Louis, pero aun así... No sé. Además, estas semanas atrás, después de la conversación en mi cuarto él no intentó hablar conmigo. ¿Se habría dado por vencido?

Picaron al timbre, y fui a abrir. Ya estaba lista, me había vestido con una falda no muy corta por mi madre, y una camisa por dentro de ésta, rosa salmón pálido; sin manga. Bajé las escaleras y abrí la puerta, ahí estaba Louis y detrás su madre y padrastro.

-Hola. -Dije con una sonrisa. Ellos me la devolvieron.

-Buenas noches. -Dijo la madre.

-Pasen. -Dije haciendo sitio para que la familia entrara en casa. Louis al pasar por delante mío me sonrió y guiñó un ojo, a lo que le respondí con una gran sonrisa. Cerré la puerta y les acompañé al comedor, ya estaba la mesa lista con alguna que otra cosa para picar.

Mi madre y la de Lou comenzaron a hablar, y en alguna ocasión el padrastro de Louis también. Mientras, Louis y yo estábamos en nuestro mundo, contando cualquier tontería.

Después del primer plato y los entremeses, la cosa seguía parecida. Tan solo que nuestras madres seguían hablando tranquilamente y nosotros atendíamos a la conversación.

-Pues este curso mi hija irá al colegio privado de aquí, dicen que es bastante bueno. -Dijo mi madre.

-A mi me comentaron que era excelente, así que también matriculamos allí a Louis. - Continuó Johannah.

-Entonces irán al mismo, me alegro. -Dijo mi madre. -Menos mal que estará él, no sé por qué a mi hija siempre le cuesta mucho integrarse con los demás. -<< Yo sí que lo se...>>

-Pues Louis es bastante sociable, así que no habrá problemas.

Siguieron hablando, y como no a la hora del postre con alguna que otra copa, mi madre y Johannah seguían hablando.

-¿Podría subir a mi cuarto con Louis madre? -pregunté.

-Claro, ir. -Me respondió. Louis y yo subimos a mi cuarto.

En cuanto entramos, fui hacia mi cama y me quité los zapatos. Me herían mucho las sandalias, así que me puse las zapatillas. Aparté el calzado a un lado para que no molestara, y seguí sentada. Louis vino, y se sentó a mi lado.

-Veo que nuestras madres congeniaron de maravilla.

-Si, se nota a distancia.

-Bueno, así será más sencillo estar contigo. -Dijo Lou. - Normalmente mi madre detesta a cualquiera de mis amigas o novias. No sabría decir la razón, pero tú le caes de maravilla.

-Lo tomaré como un cumplido. -Sonrió, y yo hice lo mismo.

Estuvimos un poco más hablando. Bueno, 'un poco'. Eran como las dos de la mañana y seguían Johannah, y mi madre hablando, con alguna intervención del padrastro de Louis. No entendía cómo podían hablar de tantas cosas, pero Louis y yo acabamos cansados. Estábamos tumbados en mi cama. Él jugaba con algún mechón de mi pelo mientras yo le hacía un suave cosquilleo en el abdomen que tenía escondido tras la camisa de rayas. Ya no teníamos temas de conversación, tan solo hacíamos eso, y de vez en cuando, Louis me daba un pequeño beso sin razón.


Continuará...

martes, 25 de febrero de 2014

Capítulo 33

Después se separó a penas ¿un centímetro? y volvió a dedicarme una sonrisa. Hice lo mismo, y Louis me dio un beso en la mejilla. Miró su muñeca;

-Va siendo hora de que marche. -Dijo tras haber visto marcada las nueve en su reloj dorado, o de oro.

-Vale, nos vemos pronto. -Él se levantó. -La salida está bajando las escaleras. Espera, te acompaño.

Bajamos y le llevé hasta la puerta. Allí nos despedimos con un beso en la mejilla, y cerré la puerta cuando él se alejó unos metros de la entrada. Iba a volver a mi habitación, pero en el salón me encontré con Harry. Éste no me dejó ir a mi cuarto.

-_______, quiero hablar contigo. -Me dijo con una voz ronca tranquila. Normal en él. <<Ignórale, no puedes decirle nada>> - ¿Podrías contestarme por lo menos? -Seguí rumbo a mi cuarto, pero él me cogió del brazo provocando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.

-No me apetece hablar ahora mismo. -Dije sin mirarle ni una sola vez, sabía que si lo hacía me vendría abajo. Me solté y fui hasta mi cuarto, pero él me siguió. Cerró la puerta tras pasar él, y yo no sabía qué hacer. Tan solo me quedé de pie al lado de la cama, mientras él estaba delante de la puerta cerrada mirándome fijamente. Yo, esquivaba sus miradas.

-Tan solo quiero saber por qué no me hablas. -Dijo él, algo apenado. Lo supe por su voz más ronca de lo habitual.

-Harry... Yo... -No sabía que decirle, no tenía salidas. Vi sus ojos verdes, y en un instante se conectaron con los míos. No podía, no podía. Verle así, a unos dos o tres metros de mí, me daban ganas de correr a abrazarle. Pero no podía hacerlo; me calló una lágrima por la mejilla.

-No llores. -Dijo él acercándose a mí. Me puso una de sus grandes manos en la mejilla por la que había caído la lágrima. Yo bajaba la vista, pero él con la misma mano hizo que le mirara a los ojos. Era inevitable estar bien mirándole a los ojos. - Solo quiero que me digas la razón. -Hubo unos segundos de silencio, mientras él tragó notablemente saliva. -Por favor. -Puse encima de su mano la mía. Miré hacia abajo, pero alcé de nuevo la vista voluntariamente.

-No puedo. -Dije con dificultad. Verle así hacía que mis defensas y mi confianza de no hablarle se vinieran abajo.

-¿Qué te he hecho? -preguntó preocupado. Su mirada taladraba mis ojos sin piedad. Cerré los ojos unos instantes pensando, y juraría que al abrirlos es se había acercado unos centímetros más a mi rostro.

-No me hiciste nada. Simplemente no puedo, compréndelo.

-No me puedes pedir que comprenda algo que no me quieres explicar. -En cierta parte tenía razón.

-Harry, si pudiera te lo contaría.

-Pero, ¿por qué no puedes? Si no hice nada, ¿qué está mal? -preguntó desesperado. No sé si por las cientas de preguntas que me hacía y yo no respondía, o por la simple razón de que quería volver a tener mis labios atrapados en los suyos. O ambas. He de admitir, que yo también lo estaba por esta última. <<No debo>>Me repetía a mí misma. Negué con la cabeza, oprimía las lágrimas que tenía retenidas en los ojos.

-Lo siento. -Le quité la mano de mi mejilla, y señalé a la puerta de la habitación indicando que la abandonara ahora mismo. Él se negó. -Harry por favor vete.

Al final cedió. Yo quedé en el sitio viéndolo salir. Le observé salir por la puerta, y como antes de cerrarla me miró, con ojos un tanto rojos. Llorando. La cerró, y yo me tiré de rodillas en el suelo. Me tapé la cara con ambas manos y lloré lo que no hice delante de Harry. ¿Por qué? Mi madre debería comprenderme, pedirme que me alejara de él hacía que un tormento me persiguiera constantemente. Él, era... ¿él? No sabría explicarlo. ¿Cómo haría? No podía vivir bajo el mismo techo que él y evitarle constantemente sin atormentarme a mi misma con la imagen suya deprimido. ¿Estaría él tan destrozado como yo?


Continuará...

lunes, 24 de febrero de 2014

Capítulo 32

Louis empezamos a hablar un poco. Bueno, 'un poco'. Estuvimos más de una hora hablando, pero la verdad es que me hacía reír así que se me pasaba volando. En esta semana que llevaba sin hablar con Harry, este era el primer momento en el que no pensaba en nada de eso. Tan solo me reía de las tontadas que hacía Louis.

-¿En serio nunca subiste en una montaña rusa? -dijo alucinado.

-Mi madre nunca me llevó a ningún parque de atracciones, dice que son peligrosos.

-Mira, nunca fuiste a un parque de atracciones, me dices que nunca gastaste con compañeros de clase bromas al profesor, nunca suspendiste un examen... ¿Tú eres humana?

-Es que no es que cayera muy bien a mis compañeros. -Admití.

-¿Por qué? Pero, si eres encantadora. Y muy, guapa. -Dijo un tanto cortado pero sonriendo. Yo me sonrojé un poco.

-Al principio, los primeros años de instituto me di cuenta de que quien se acercaba a mi era porque sus padres les decían que se hicieran mis amigos, porque en fin, mis padres eran empresarios los dos... En fin la rica del instituto. Estaba tan ciega que no lo veía, incluso mis amigas de primaria estaban conmigo por lo mismo. Cuando me enteré que estaban conmigo por eso no les volví a hablar, me sentó bastante mal.

-Pues vaya idiotas.

-Ya...

-¿Y cómo viniste a parar aquí?

-Pues, solía venir los veranos aquí con mis padres, aunque la mayor parte del tiempo lo pasaba en casa por eso, poca gente me conoce. Solo salía algún día al mes a la playa acompañada de mis padres, pero los dos últimos años no vine porque el primero fuimos de vacaciones a Los Ángeles, y el segundo a Pekín.

-Os gusta eso de ver mundo por lo que veo.

-No te creas, cuando lo haces con tus padres tan solo por trabajo, que se supone que son vacaciones pero pasan más tiempo con su ordenador o tablet; se hace aburrido.

-Ya me gustaría a mí visitar todos esos sitios. -Hubo por primera vez un pequeño silencio, pero luego él continuó -¿Estarás este curso aquí? Yo ya me matriculé en la universidad de aquí. Pero, supongo que volverás a tu ciudad. -Negué con la cabeza.

-Hace unos días tuve la conversación con mi madre. Este mismo verano hace unas semanas, mis padres se separaron.

-Lo siento mucho.

-No pasa nada. -Contesté, y proseguí. -Así que mi madre me confirmó que quedaríamos aquí a vivir. Supongo, que estudiaré en esta universidad.

-Bueno, pues nos veremos entonces por el centro. -Me sonrió, y yo hice lo mismo. Mantuvimos un buen rato manteniendo la mirada, me gustaba mucho como me miraba Louis. Era bastante apuesto ese chico a decir verdad. Sus ojos azules penetraban en los míos sin piedad, y esa sonrisa que hacía visibles sus dientes blanco perfecto hacía de él un chico muy guapo. A demás de su alborotado pelo que caía sobre su lado derecho. -Por cierto, ¿por qué ahora no hablas mucho con Harry? Lo noté al salir de la habitación, parecéis enfadados.

-Es una larga historia... No me apetece recordarla ahora mismo.

-¿Otro día me lo contarás? -yo asentí con la cabeza, y él volvió a sonreír. -Eso significa que otro día nos volveremos a ver. -Sonreí. -Me gusta pasar el rato contigo.

-Lo mismo digo. Eres muy divertido. -Él se acercó un poco a mí.

-¿A si? -preguntó alzando una de sus cejas, la derecha. Yo asentí. Miré sus labios que seguían curvados con la sonrisa, pero esta vez cerrada sin ver los dientes. Ambos nos acercamos un poco, supongo que los dos queríamos. Supongo, que ambos moríamos por probar algo nuevo. Supongo que era así, pero solo eran suposiciones. La cuestión, es que me dio un beso, mientras con la mano izquierda me acariciaba la mejilla, y yo le rodeaba el cuello con mis brazos.

Continuará...

-----------------------------------------------------------------

Twitter: @dreamergirls009 y @fanfics1DG
Instagram: celiihoran 

sábado, 22 de febrero de 2014

Capítulo 31

Pasó una semana.  Evitaba con Harry el contacto en todos los sentidos. Evitaba mirarle, hablarle y sobretodo tocarle. Todo. Era algo radical pero no permitiría que mi madre despachara a Anne. No permitiría que Harry volviera a la calle por mucho que me costara ignorarle. Él hablaba conmigo pero le respondía con la mínima palabra. Prefería no darle explicaciones, nada.

A penas había salido desde entonces. ¿Qué digo? No saqué ni un pie fuera de la casa. Esta castigada, y súper castigada.

Después de despertarme, asearme y vestirme bajé al comedor. Entré en la cocina, en la cual se encontraban Anne y Harry. Anne sabía la razón por la que no le hablaba, pero le hice prometer que no le contara nada a su hijo. Ambos me miraron en cuanto entré, y yo bajé la vista hasta ir al frigorífico a por un zumo.

-Buenos días. -Me dijo Harry como todos los días.

-Hola. -Dije lo más seca posible, bebí unos tragos de mi zumo de naranja y volví a la habitación. Cogí el móvil, y tenías una notificación. Un mensaje.

''Hola, desde la fiesta no te vi más. ¿Estás muy ocupada? Porque podríamos quedar algún día.'' Louis.

¿Louis? ¿Quería que quedáramos?  Por mi encantada pero había un inconveniente, estaba castigada.

''Estoy castigada. Me pillaron al volver de la fiesta y no puedo salir de casa.'' Yo.

''¿Dónde vives?'' Louis.

''En la casa que hay en frente de la playa principal, la roja de ladrillos.'' Yo.

No me respondió, así que decidí coger un libro y leer un rato hasta la hora de comer. Después de comer, escuché un poco de música mientras me relajaba, y pensaba. Me gustaba eso de estar sola un rato para poder pensar, pero la verdad es que llevaba toda la semana haciéndolo, y me cansaba. Cuando tocó Boyfriend, decidí volver a la carga. Cogí mi 'peicrófono' con mi mano derecha, y en frente del espejo empecé a cantar el rap que ya me sabía, de haberlo repetido tantas veces.

If I was your boyfriend I'd never let you go
I can take you places you ain't never been before
Baby take a chance or you'll never ever know
I got money in my hands that I'd really like to blog
Swag, swag, swag, on you

Chillin by the fire why we eatin' fondue
Idunno about me but I know about you
So say hello to falsetto in three, two.
SWAG.


I LIIIIIKE TO BEEEEE, ENYTHING YO WANT! 

Estaba, un poco motivada. Me encantaba esa canción. Cuando quise darme cuenta, en la ventana estaba Louis. Abrí los ojos como platos y me ruboricé, mientras se me caía el peicrófono.

-Sigue cantando, que lo haces bien.

-E- es- esto. -Me trabé, estaba bastante avergonzada. A demás, su sonrisa hacía que me enrojeciera más.

-¿Puedo pasar? -preguntó y yo asentí. -Iba a picar para ver si podía hacerte una visita, salir no saldrías de casa.

-Pe-pero ¿có-co-m-mo sabías que era mi habitación?

-Solo había que escucharte cantar, se te oía desde la calle. -Mis mejillas ardían y él rió. -Que mona te pones al sonrojarte. -Escondí mi cara entre mis manos lo que provocó que él volviera a reír. Me senté en la cama, y él me siguió. Se sentó a mi lado y me quitó suavemente las manos de la cara. Pude verle sonriente a mi lado. -¿Al final que ocurrió con Lottie y Harry en la fiesta? -Louis, habías abierto un cajón de mierda.

-Nada, después de conseguir que Harry entrara en razón no la volví a ver. La verdad, doy gracias por ello. -Él sonrió enseñando sus dientes, tan perfectos.

-Me alegro.

-¡______! -se escuchó la voz de Harry aproximándose a la habitación. -¡Tu madre te llam...! -Iba a decir llama, pero justo en ese instante entró en el cuarto, y vio a Louis. -¿Y tú qué haces aquí? -preguntó serio.

-Vengo ahora Lou, voy a ver que quiere mi madre. -Le dije sin dejar que respondiera a la pregunta de Harry. Me levanté, y al pasar por el lado de Harry agaché la mirada; no podía verle a los ojos. Os juro que me dolía ignorarle, pero no quería que acabaran en la calle por mi culpa.

Narra Harry

________ salió de la habitación, y como desde hace algo más de una semana, no me dijo nada. No sabía la razón, le pregunté mil veces, pero no me respondía. ¿Estaría enfadada por lo de esa tal Lottie? La verdad, no sé cómo pude hacer esa estupidez, y pensar que ella no quería estar conmigo si no con Louis. Pero lo que bebí más lo que me repetía constantemente << ¿No ves que te está ignorando? Si vino contigo no es para estar con él. >> Seguro que hizo que razonara mal.

-¿Cuándo has llegado? -pregunté al chico que estaba sentado en la cama de mi no... De _______.

-Hace un rato. -Contestó algo cortado, tras carraspear su garganta.

-Que extraño, no te vi entrar.

-Ya, una larga historia... -dijo con su aguda voz en comparación con la mía.

Hubo un largo silencio. Puede que de cinco minutos, no estaba seguro. Yo tan solo estaba allí, mirándolo de arriba a abajo. Creo que a él le incomodaba, pero me daba totalmente igual.

-Ya está. -Dijo _____ llegando al cuarto. Yo la miré, al igual que el castaño de ojos azules. -Me preguntó quién estaba en el cuarto, al parecer nos escuchó hablar. Me extraña que no se enfadase... Pero bueno.  -Hizo una pausa, estaba sonriente mirando a Louis. Esa sonrisa tenía que ser mía, no de él. -¿Podrías irte Harry? -me preguntó. Eso me hirió bastante. Bajé la mirada, y me fui.


Narra _______

Me mató verle bajar la mirada mientras se iba apenado. En serio, me dolía muchísimo. ¿Pero qué otra cosa podía hacer? Era mejor cortar por lo sano, estar con él el menor tiempo posible. Si lo alargaba acabaríamos peor.

-¿Te apetece hacer algo? -pregunté a Louis.



Continuará....

viernes, 21 de febrero de 2014

Capítulo 30

Abrí mis ojos debido al exceso de luz. Parpadeé varias veces para poder ver bien; estaba muy incómoda. Cuando vi del todo, me di cuenta de una cosa. Esta no era mi casa.

Estaba tumbada al lado de Harry en un sofá, ¿qué hacía aquí? Me llevé la mano a la cabeza, me dolía. Ya lo recordaba, ayer había sido el cumpleaños de Lauren y esta era su casa. Había un montón de gente por el suelo durmiendo. Harry aún estaba detrás mío abrazado por la cintura, durmiendo al igual que los demás. ¡Madre mía! Que dolor de cabeza. Seguro que la noche anterior acabé bebiendo. Nunca tomaba alcohol, lo que provocaba que si algún día lo hacía me afectara mucho más.

Un momento... ¡Era por la mañana! Miré mi muñeca y marcaban las doce de la mañana. ¡No podía ser! Mi madre se pondría completamente histérica. Me castigaría de por vida, segurísimo.

-Harry, Harry. Despierta. -Susurré para no alborotar a los demás. Él gimió. -Harry por favor. -Intenté levantarme pero él me agarró más fuerte.

-Cinco minutos más...

-Harry, que mi madre me va a matar.

-¿Por qué? -dijo con una voz más ronca de lo habitual, debido a que estaba aún medio dormido.

-Harry que son las doce, por favor hay que marchar ya.

-Vale... -Dijo perezosamente. Yo me levanté y el tan solo se incorporó estirándose.

-Harry, date prisa. -Le apresuré, mientras que él iba con toda la calma del mundo.

Al final conseguimos marchar a casa. No queréis imaginar la bronca que me cayó...

Abrí la puerta con cuidado, iba sigilosamente hacia las escaleras para ir a mi cuarto, pero en el salón estaba mi madre. Sentada en un sillón con los brazos cruzados mirándome a Harry y a mí. Genial.

-¿Dónde estuviste ahora? -preguntó cabreada, y se acercó hacia nosotros mientras que se oían sus tacones sonar a son de su paso. El único ruido de la casa. -¿Me quieres responder? Y, ¿qué llevas puesto? ¿Desde cuándo tienes esa ropa?

-Verás mamá... -dije algo aterrada.

-No, no quiero que me respondas. - << ¿En qué quedamos? ¿En qué le responda o no?>> - No me creo que hayas ido de fiesta.

-Pe... -iba a decir algo, pero me interrumpió.

-Espera, ¿hueles a alcohol? ¡¿Pero a ti qué demonios se te pasa por la cabeza?! Tienes diecisiete años, ¿¡Dónde vas hasta estas horas?! Encima, llegas a hurtadillas para que no te vea. Y con esas pintas.

-Lo siento...

-¿Lo sientes? ¡¿Sabes lo peligrosa que puede ser una fiesta con unos adolescentes llenos de hormonas y alcohol?! ¿Cómo quieres que me lo tome? -Me comenzó a doler la cabeza. Mi madre estaba gritando mucho. Me daban ganas de llorar como una niña pequeña. Siempre que me reñía, quería llorar. Pero claramente me aguantaba. -Ahora vete a tu cuarto ahora mismo. Más tarde hablaremos seriamente tú y yo. -Asentí. Por lo menos no me había castigado. -Estarás un mes sin salir de momento, puede que lo alargue.

Subí sin rechistar, si lo hacía empeoraría la cosa. Harry fue a su cuarto por orden de mi madre, y yo en cuanto llegué al mío me cambié de ropa a un pijama, me desmaquillé y me tumbé en la cama a esperar que mi madre llegara. No tardó mucho. Mientras entraba por la puerta rezaba por salir viva de allí.
 Llegó tranquilamente y se sentó a un lado de la cama, haciendo hueco para que yo me sentara a su lado. Eso hice.

-Hija... -dijo relajada, sin gritar, sin estar histérica y sin parecer que me riñera. -Tan solo quiero lo mejor para ti. -Por fin me entendía. -Así que no quiero que estés con Harry.

-¿Qué?

-Me entendiste perfectamente. Creo que es una mala influencia para ti. Te advertí y no me hiciste caso. Así que, o te alejas de él o despido a Anne junto a su hijo. -No entendía como mi madre había llegado al punto de ser así de fría.

-Mamá...

-Dicho está. -Ahora entendía su tranquilidad. Marchó del cuarto, en cuanto cerró la puerta yo fui a la ventana. Me apoyé en el marco.

¿Por qué mi madre me hacía eso? No podía dejar de estar con Harry. Vivía incluso aquí, ¿cómo lo haría? A demás me negaba a dejarle. Pero, no quería arriesgarme. Mi madre podría despedir a Anne, y eso no podía ser. ¿Qué sería de ellos? No iba a poner en riesgo a ellos dos por querer estar con él. No podía. Pues ahora sí que sí. No hablaría más a Harry Styles. O al menos, lo intentaría...


Continuará...

jueves, 20 de febrero de 2014

Capítulo 29

-Quita ese brazo pijo. -Oí la voz ronca, esa voz, que caracterizaba a Harry. Alcé la vista, y lo vi delante de nosotros. -¿No me has escuchado? -continuó con su ceño fruncido. -¿Qué te ocurre? -me preguntó al notar una lágrima en mi mejilla. Yo me la quité rápidamente.

-Nada. -Respondí seria. Harry volvió a dirigir la mirada a Louis.

-¿No me entiendes? Quítate de ahí. - Volvió a referirse a él.

-No. -Respondí yo. -Estabas con Lottie, y él como buen amigo que es no me dejó sola. Louis se queda donde está. 

-Harry, ¿no quieres seguir bailando? -preguntó Lottie viniendo hacia nosotros. 


-No me apetece Lottie.

-¿Por qué? Lo estamos pasando bien, venga no seas aburrido. -Louis y yo nos miramos mutuamente. Volvimos a dirigirnos hacia ellos a ver como continuaba la conversación.

-Estoy bien aquí Lottie. -Lottie se acercó a él, yo por un momento tuve la impotencia de levantarme y separarlos, pero no. Ella tan solo se acercó y le susurró algo al oído para que nosotros no escucháramos. Mi pierna temblaba de nerviosismo, Louis lo notó y situó una de sus manos en mi rodilla, haciendo que parara. Le miré de nuevo, y volví a Lottie y Harry. - Bueno, iré un poco más con ella.

-Espera. -Dije yo cogiéndole del brazo pero sin levantarme del sofá, por lo que elevé la vista para mirarle a los ojos al hablarle. -Viniste conmigo.

-Tú estás riendo con Louis. -Dijo con el ceño fruncido. Ahora sí, me levanté, aunque aún así él era alto y alzaba la vista.

-No me creo que seas tan celoso, Harry. Dijiste que podía bailar con él un rato.

-Pero lo hice para quedar bien, nada más. ¿Tú crees que quiero que ese esté contigo? -oprimí una risa.
Harry era un celoso. Y un celoso de cuidado.

-Pero si bailábamos a casi metros. No como tú con... -Miré a Lottie un tanto descarada, ya que ella no paraba de hacer lo mismo conmigo -ella.

-Perdón... -dijo en bajo.

-¿Qué? No te escuché. -La verdad es que a penas lo hice por el ruido de la fiesta, pero sí que le había entendido.

-Perdón. Es que ella comenzó a decir cosas que no eran y me convenció de que me habías dejado plantado. -Será.... No, _____ no digas palabrotas. Pensé.

-Bueno, pues no es así. -Él me sonrió y me dio un abrazo. -¿Te apetece bailar un poco?

-Por supuesto.

Miré a Louis. Me daba pena dejarlo allí solo, pero él dijo que no me preocupara, había venido con unos amigos solo que antes no quería dejarme sola. Se lo agradecí y se marchó.

-Vayámonos a bailar. -Dije convencida. Pero, Lottie no tenía los mismos planes.

-Espera Harry. ¿Me dejarás aquí de lado?

-Sí. -Respondí yo, pero la heroidad de Harry no.

-Lottie, hay más gente en la fiesta. Puedes conocer por ejemplo... -Harry miró a los lados. -A ese chico, está solo. O el de allí. -Dijo señalando a unos muchachos. <<Harry, déjala ya. Que es una [palabra fea]>>

-Es que... Ellos no son como tú. -Dijo la chica con una sonrisa dibujada en sus labios color rojo debido al exceso de pintalabios.

-Lo siento, pero nosotros tenemos que ir a bailar. Adiós. -Corté su coqueteo directamente. -Vamos.

Le di la mano a Harry y nos acercamos, esta vez sí, a bailar. Desgraciadamente en toda la noche no encontré más a Louis. Pero bueno, estaría por ahí con sus amigos. Lottie, gracias a dios tampoco la vi. Tan solo bailé un rato con Harry descubriendo que era un pésimo bailarín. Al final acabamos haciendo el tonto, y me lo pasé en grande.


Continuará...

miércoles, 19 de febrero de 2014

Capítulo 28

Llevaba un par de bailes, y decidí que era hora de parar ya. Si no, Harry se mosquearía.

-Louis, creo que iré ya un poco con Harry. -Grité para que pudiera oírme.

-¿Tan pronto? -preguntó triste.

-Si no se enfadará. -Contesté.

-Bueno, vale te acompaño.

Salimos de la multitud que había en el centro del salón para volver a los sofás donde había dejado a Harry. El cual lo encontramos hablando con una chica. ¿Quién sería? Era extraño que él hablara con gente, pero bueno.

-¿Quién es esa chica? -preguntó Louis. Yo negué con la cabeza.

-No tengo ni idea. -Contesté. -Voy a ver.  Ambos nos acercamos allí, mientras esa chica; bastante guapa he de admitir, y Harry reían. -He vuelto. -Dije sin apartar la vista de la chica.

-Ya era hora. -Contestó Harry, mientras la chica esa me miraba de arriba a abajo. Yo hice una mueca, y Harry pilló la indirecta. -Esta chica es Lottie. Lottie, ella es _______.

-Encantada. -Dije yo con una sonrisa algo extraña, y ella sin decir nada me estrechó la mano. Que borde.

-¿Te apetece bailar un poco? -pregunté a Harry.

-Es que... -iba a decir algo, pero Lottie terminó la frase.

-Le acabo de decir que si quería bailar conmigo, así que vamos Harry. -Lottie le dio la mano y se levantó, provocando que él también. Yo fruncí el ceño, y Harry se encogió de hombros. Se acercaron a la multitud de gente y comenzaron a bailar.

-¿Esa de qué va? -preguntó Louis alucinando, ya sabía que no era la única. Así por toda la cara dice que no puedo bailar con Harry. Me senté en el sofá aún que el ceño fruncido, y Louis se aposentó a mi lado.

-No lo sé, pero... -no terminé la frase, vi que la chica estaba bastante cerca de Harry. Quedé con la boca abierta. Louis, con un dedo me la cerró. Le miré - ¿Es verdad lo que veo? - Él asintió. Me tire hacia atrás, apoyando toda la espalda en el sofá mientras cruzaba los brazos.

-No te preocupes.

-¿Qué no me preocupes? Míralos. Si ni siquiera se conocen.

-Pues eso, ni se conocen. Seguro que la chica se aburría, y lo vio solo.

-¿Pero la estás viendo? Esa quiere ir a por él. Segurísimo.

-Pero él seguro que no tiene ningún interés, se nota que te quiere a ti. -Yo miré directamente a Louis.

-¿Se nota?

-Solo con ver cómo te mira a todas horas, y lo mucho que me controla al estar a menos de tres metros tuyo.

-¿En serio crees que me quiere? -Louis asintió, y yo volví a ver a Harry con la chica. Ambos estaban sonrientes, sobretodo Lottie. Con una sonrisa traviesa, mordiéndose el labio inferior. Me daba coraje la escena, y Louis se percató de ello. Me pasó el brazo por los hombros y me arrimó a él, yo escondí mi cara en su hombro; no quería verles. Puede que tan solo era un baile de nada, pero me fastidiaba. Yo cuando bailaba con Louis, era como amigos, se notaba que estábamos a un metro haciendo el tonto. Aunque, igual Harry lo veía de otra forma. Me daban ganas de llorar.


Continuará...

martes, 18 de febrero de 2014

Capítulo 27

Seguimos un rato en la barca, hasta que pasó la hora y fuimos a devolverla.  Caminamos un poco entonces por la playa en la que no había mucha gente, eran las siete y había un estupendo atardecer de verano de Agosto. Decidimos sentarnos en la arena, mientras el sol se escondía por las montañas.

-Desde que te conocí me divierto bastante. -Admitió Harry, mientras pasó su brazo por mis hombros.

-Lo mismo digo. -Porque era verdad. Desde luego, aburrir no me aburría. Apoyé mi cabeza en su hombro, mientras veía el reflejo del sol en el lago.

-Nunca -dijo Harry, pero se detuvo y permaneció unos segundos sin decir palabra. Se humedeció los labios con la lengua, y los dejó entre abiertos. Yo tan solo le veía un poco al alzar los ojos. -Creo que nunca quise a nadie. -Terminó la frase. -Y eres la primera persona en la que siento cosas, que bueno. Nunca, sentí. -Quité la cabeza de su hombro y le miré cara a cara, pero él miraba al lago. -Lo siento si me comporté así cuando saliste con esos amigos tuyos.

-No pasa nada. -Sonreí.- Yo también te quiero.

-Si dices esas cosas me pongo sentimental. -Dijo riendo.

-Ya has estropeado el momento. -Dije riéndome también. -Con lo romántico que parecía todo.

-Lo siento. -Dijo riéndose de nuevo.  -Pero es verdad que me pongo sentimental.

-Lo sé. -Contesté, y él alzó una ceja. -Viendo como lloraste en Titanic. Casi más que yo. -Reí al recordarlo.

-He, que se me metió sal de las palomitas en el ojo. Nada más.

-Claro. -Reímos aún más.


✡✡✡



-¿Estás seguro de que no nos pillarán? -pregunté en tono bajo e inseguro a Harry.

-Claro que no, venga que no ocurrirá nada. -Suspiré, y salimos silenciosamente de casa.

Eran las once de la noche y Harry había insistido en ir a una fiesta por el cumpleaños de Lauren. Había pasado casi un mes desde el paseo en barca, y pocas veces me encontré con Lauren pero un día que lo hice me invitó a su cumpleaños. A Harry no le hacía gracia esa chica por el tema que ella y él no se llevaban muy bien, pero a él le apetecía salir un poco de fiesta.

Harry cogió uno de los coches y se acercó a la dirección que Lauren me había indicado. Una casa bastante grande pero no mucho más que la mía. Salimos del coche, y Harry me dio la mano. Fuimos hasta la puerta, y picamos al timbre.

-¡_____! -dijo Lauren al abrir la puerta- Al final viniste. Y con Harry... -Continuó no tan emocionada con una sonrisa algo forzada, al igual que la de Harry. -Pasar.

-Gracias. -Dije yo con una sonrisa normal y corriente. -Por cierto, feliz cumpleaños. -Le di una bolsa con un pequeño detalle. Ella lo agradeció y se fue entre la multitud de gente. La verdad es que había bastante ambiente. Lauren era bastante sociable. Nos adentramos un poco en la casa, hasta llegar a unos sofás donde decidimos sentarnos después de coger algo de beber.

-¿Te apetece bailar? -preguntó Harry, sentado a mi lado con la mano entrelazada a la mía.

-Un poco más tarde.  -Dije tras dar un sorbo a mi ponche.

-Anda, hola _____. -Saludó Louis, apareciendo entre la multitud hasta llegar a nosotros.

-Hola Louis.

-No sabía que vendrías.

-Pues aquí estoy. -Respondí con una sonrisa.

-¿Tu eres Harry no? El de hace tiempo, en la capital. -Preguntó Lou y Harry asintió con una sonrisa un tanto forzada. -Yo me llamo Louis, no nos presentamos muy bien la última vez. Encantado. - Louis le ofreció la mano y Harry no quería estrechársela. Le di un codazo disimuladamente, y lo hizo.

-¿Y qué tal? -le pregunté para disimular el incómodo momento con Harry.

-Bien, estaba algo aburrido. ¿Tu? -Respondió Lou.

-Lo mismo. -Contesté.

-¿Te apetece bailar un poco? -preguntó Louis. Yo miré a Harry y le volví a mirar a él sin saber que responder. -Si estás con él lo entiendo.

-No, -contestó Harry. -Es solo un baile, ¿qué importa? Baila un poco, aquí te espero.

-¿Estás seguro? -pregunté un tanto extrañada. Él asintió. -Solo una canción.

Louis sonrió satisfecho, y fuimos a la pista, donde comenzamos a bailar una canción bastante de moda. Se llamaba 'Animals'.


Continuará...

lunes, 17 de febrero de 2014

Capítulo 26

Era un día nuevo, y hoy a pesar de lo que me dijera mi madre; pasaría el día con Harry. No podía dejarle dos días seguidos porque si no seguro que lo encontraba con unos prismáticos detrás de un matorral espiándome.

Decidimos ir a dar un paseo por los alrededores.

-¿Y qué harás cuando acabe el verano? -preguntó Harry mientras caminábamos. No sé cómo pensaba en eso, era Agosto.

-Pues normalmente marchaba a mi casa de Londres, pero ahora no lo sé. Según lo que le contaron a mi madre, ahora esa casa es propiedad de mi padre; así que a saber.

-Sea donde sea estaré contigo. -Dijo seguro mientras miraba el camino. Yo le miré, pero él no lo hizo de vuelta. Sonreí; que, que así era él. Me encantaba.

-¿Y tienes pensado hacer algo? -le pregunté. Él asintió.

-Pues seguramente trabajaré.

-¿Trabajarás? -pregunté asombrada. -¿No harás universidad?

-No fui a clase a partir de segundo de secundaria, ¿en qué universidad entraría?

-No sé, ¿pero de qué trabajarás?

-No lo sé; ya veré.

Me inquietaba la forma tan relajada en que hablaba, no era un tema para dejar a la ligera, si no todo lo contrario. No quería verlo diez años a delante viviendo en las condiciones que hasta hace semanas vivía.
Cambiamos de tema, y comenzamos uno más llevadero.

Seguimos caminando; hasta que decidimos parar a descansar un poco en un banco.

-Mira, ¿quieres que alquilemos una? -preguntó él señalando un alquiler de barcas que había a pocos metros nuestros.

-No sé, como tú quieras.

-Venga, vamos. Una vez subí a uno de pequeño, son divertidas. -Reí y negué con la cabeza.

-Vale, vamos.

Nos acercamos allí y pagamos al señor que había en el puesto. Nos acercó a la barca número veinticuatro, y nos cedió un par de remos, junto a un empujón para salir del muelle. Harry empezó a remar y nos alejamos un poco de la costa hacia el centro del lago.

-Que cara de concentración. -Comenté riéndome.

-Si quieres puedes remar tú. -Rió. -Aun que dudo que puedas tan solo con un remo.

-Oye, que no soy una inútil. -Dije con los brazos cruzados. -Dame uno de esos cacharros ahora mismo.

-¿Seguro? -dijo entregándome uno de los remos. Me senté a su lado. La verdad es que pesaba bastante el remo, pero no quería que pensara que era una completa inútil. Intenté remar un poco, costaba. Él se rió.

-¿De qué te ríes? -pregunté.

-Solo viendo tu cara de sufrimiento y que no avanzamos nada, me da la risa.  -Le miré con el ceño fruncido, pero acabé riéndome también. -A ver, ven aquí. -Me cogió una mano e hizo mi remo a un lado. Con un movimiento me puso encima de su regazo y paso sus brazos por mis alrededores, juntado cada una de sus manos con las mías. Cogimos el remo y él empezó a enseñarme como se hacía para que fuera más sencillo. -¿Ves? Se hace así. -Quitó una de sus manos para apartar todo mi pelo hacia un lado y que no le molestara, volvió a ponerla encima de la mía y siguió remando. Yo más bien solo movía los brazos, ya que toda la fuerza la hacía él. Acabamos llegando más o menos al centro del lago, y él paró.

-Qué bonito es. - Comenté mirando los alrededores. Él soltó el remo, y me cogió por la cintura rodeándola con sus fuertes brazos.

-La verdad es que si. Nunca lo había visto así. -Dijo con su ronca y sexy voz.

-¿Cómo así? -pregunté, girándome un poco para poder verle la cara.

-Antes veía todo tan oscuro y gris. Todos los días rondando de un lado a otro, comiendo cuando podía, enfrentándome a esos idiotas, soportando burlas de chicos corrientes, y bueno. Cosas por el estilo. Encontraba esto asqueroso.

-¿Ahora ya no?

-No, hiciste que todo cambiara. -Sonreí, y él se acercó a darme un pequeño beso en los labios, con una pequeña risa sorda de por medio. -Gracias. -Murmuró.

-No hace falta que las des.

-Eres la mejor persona que jamás conocí. -Dijo en un tono bajo.

-No te creas. Guapa no soy para nada, y soy bastante irritable en comportamiento.

-Para mi eres perfecta, con todos tus defectos. Eres preciosa, para mí por lo menos. Y ese comportamiento te hace única y especial, y me encanta.

Harry desde luego, era un auténtico encanto en algunas ecuaciones. Era como el chico perfecto, pero no solo en físico; si no también en carácter. Te decía lo que muchos otros muchachos corrientes nunca te dirían. No podía dejar de sonreír, y decidí darle un beso.


Continuará...

---------------------------------
@dreamergirls009
@Fanfics1DG

domingo, 16 de febrero de 2014

Capítulo 25

-¿Qué hacías con ese chico? -preguntó.

-Nada, ¿por qué? -lo esquivé y fui a mi cuarto a dejar las cosas, mientras él me seguía.

-Te vi con ese chico, el del otro día.

-¿Louis? -pregunté.

-Ese. ¿Qué hacías con él? ¿No habías quedado con Lauren?

-¿Y qué? Él es su amigo.

-Parece que también el tuyo. -Dijo aún más tenso cuando llegamos a la habitación, y dejé la bolsa de playa en una silla.  Ahora entendía a qué se debía su comportamiento. Sonreí mientras le miraba. -¿Por qué sonríes? -dijo él completamente serio.

-¿Estás celoso? -dije riéndome, y él me miró serio, mientras negaba con la cabeza. Le miré aún riendo y vi como se le escapó una sonrisa, pero la evitó y volvió a mantenerse serio. -Harry está celoso, está celoso. -Canturreé y él acabó riendo.

-¿Pero qué hacías abrazada a él? ¿Por qué te abrazó tanto tiempo?

-Porque quería incordiarme.

-¿Dándote un abrazo? -preguntó extrañado.

-Si, estaba mojado y yo seca, entonces...

-Tendré que creerte... -Eso no me gustó, ¿cómo que tendrá? ¿No confiaba en mí?  A demás, si no tenemos nada nosotros dos. Está claro que hay algo, pero no oficial. Se acercó a mí, como para finalizar la 'discusión' con un abrazo, pero me aparté. No me gustó que no confiase en mí.

Me duché y más tarde bajé a cenar. Se veía la tensión, podía cortarse con tijera. Harry; no decía nada, Nana; menos aún, y mi madre; como siempre con el ceño fruncido.

Comí lo más rápido posible, y subí a mi cuarto para evitar ese ambiente. Me puse el pijama y me tumbé en la cama.

De repente, sonó el móvil. Bueno, no sonó, vibró ya que lo tengo en silencio. Extendí mi brazo para llegar a la mesita donde lo tenía y lo cogí. Era un número desconocido, me habían enviado un mensaje.

''Hola, soy Louis; pedí a Lauren que me diera tu número. ¿Qué tal lo pasaste hoy? Porque yo genial, la verdad. Espero poder repetir algún día. :) '' Louis.

''¡Hola Lou! Yo también me lo pasé fenomenal, claro que algún día nos volveremos a ver.'' Yo.

''Espero que sea pronto; buenas noches xx'' Louis.

''Claro que sí. Lo mismo digo xx'' Yo.

La verdad es que si que me había divertido, era como ser una chica normal. Sin madres exigentes, gente rica que quiere estar contigo por conveniencia, y sin un novio con tantos problemas. Ellos eran una pandilla tan, normal; que me gustaba. Y Louis era tan gracioso y agradable. Solo lo conocía de un par de días, pero era como un amigo de toda la vida.

No entiendo por qué Harry actuó así hoy. Ya desde que le dije que saldría sin él se enojó, ya no digamos cuando me vio con Louis. Dios mío, solo lo conozco desde hace pocos días no entiendo por qué se puso así de arisco.

Pero bueno, la verdad es que creo que nunca lo entendería, es un tanto extraño y enigmático, pero he de admitir que eso es lo que más me atrae de él.


Continuará...


-----------------------------------------------------

@dreamergirls009
@Fanfics1DG

sábado, 15 de febrero de 2014

Capítulo 24

Comí, y me preparé para ir a la playa. Cuando vi desde la ventana a Josh y Steven en la playa deduje que en poco llegaría Lauren así que bajé las escaleras para ir hasta allí.

Me encontré con Harry en el salón con su móvil. Me miró de arriba a abajo con mala cara, me imaginaba por qué.

-¿Y esa ropa? -preguntó. Llevaba una camiseta transparente, con el biquini debajo y unos shorts blancos. Mi madre estaba ocupada en su despacho así que no se enteraría.

-Harry, -susurró - no lo digas muy alto, que se entera mi madre. Voy a la playa, ¿ahora quieres vestirme como mi madre?

-Así no vas.  -Dijo con el ceño fruncido.

Le ignoré, y marché a la playa. Cuando llegué, ya estaba Lauren con los otros tres chicos. Espera, ¿no eran dos? ¡Estaba también Louis!

-Hola chicos. -Dije con una sonrisa. Noté la mirada de Louis de arriba abajo.

-Guau. -Dijo él con una sonrisa. -Qué guapa. -Yo sonreí sonrojada.

-Es verdad. -Dijo Steven y mis mejillas ardían. Sonreí para disimularlo, pero creo que no sirvió de mucho ya que ambos chicos se rieron. Mientras, Josh y Lauren no sé que comentaban. Creo que eran pareja, pero no estoy segura ya que no habían confirmado nada delante de mí hasta el momento.

Decidimos dejar las cosas en la arena, y después ir al agua, a pegarnos un chapuzón.  Quité la camiseta y el pantalón a mi ritmo, solía tomarme mi tiempo. Y cuando ya estaba lista ya estaban Steven, Lauren y Josh en el agua.

-No puedes ser tan lenta si estás con ellos. -Dijo Louis. -Les gusta mucho ir al agua.

-¿Y a ti no? -pregunté mientras empezamos a ir caminando hacia ellos.

-Si... -Hubo unos segundos de silencio, tan solo cinco; Hasta que Louis me cogió por completo y me llevó corriendo al agua. Qué impaciente eran todos por mojarse.

-¡Louis! -grité por el susto, y una vez me metió dentro y me soltó empecé a reírme con él.

Estuvimos un buen rato, la verdad es que no lo estaba pasando mal del todo, si no todo lo contrario. Llegamos incluso a hacer una guerra de agua, chicos contra chicas. Fue muy gracioso, a pesar de que perdimos. Pero eran tres contra dos, así que algún día les pediremos la revancha.

Después comimos algo en un bar que había cerca, casi al lado de la playa. Era mítico establecimiento playero. Y luego nos dimos un último baño.

Al final acabé teniendo frío de tanto tiempo que pasamos en el agua, aunque en el ambiente hubiera alrededor de los treinta y cinco grados. Salí, pero los demás prefirieron quedar en el agua.

Me cubrí con la toalla para secarme un poco, y después cogí el móvil. Tenía cuatro mensajes; todos de la misma persona.

''¿Tardarás mucho en volver?'' 17:34 Harry.

''Te estoy viendo desde tu cuarto'' 18:01 Harry.

''Me aburro, ¿cuándo vuelves?'' 18:05 Harry.

''¿Piensas venir algún día? Tardas mucho.'' 19:03 Harry.

Ahora mismo eran las siete y cinco. ¿Qué hacia Harry en mi cuarto? ¿Este chico me espía, o qué? Me espía, me acosa por mensajes de texto, y encim...

Sonó el móvil.

''Te veo con el móvil.'' 19:06 Harry.

Sonreí, y miré a mi habitación. Ahí estaba Harry, y éste me saludó. Era peor que mi madre, dios mío.

-¿En serio estás con el móvil con este día? -dijo Louis viniendo del agua. Yo ya estaba casi seca.

-Es que tenía frío en el agua. -Dije alejándome de él, para que no me mojara. Él sonrió.

-¿No quieres mojarte? -dijo.

-Pues claro que no, ahora estoy más o menos seca. -Él rápidamente me dio un abrazo, haciendo que su piel húmeda y fría tocara la mía. -¡Louis! ¡Estás helado! -intenté que me soltara inútilmente, mientras ambos nos reíamos.

-¡Sufre! -dijo con una voz rara, imitando a un villano o algo por el estilo. Me hizo mucha gracia y seguí riendo. Estuvo así un rato hasta que se separó un poco y me miró mientras aún nos reíamos.

-Va siendo hora de que marche. -Dije aún con una sonrisa, al igual que él.

-¿Tan pronto? A penas son las siete y media.

-Lo siento, me lo manda mi madre. -En realidad era por Harry, que aunque me alejara un poco de él no quería ignorarle mientras el pobre se aburre en casa.

-Bueno, nos vemos pronto. ¿No?

-Claro. -Se acercó a mí, y me dio un beso en la mejilla, mientras; yo quedé como una estatua sin saber cómo reaccionar. Al final, le dediqué una sonrisa, recogí, me puse la ropa y marché.

Me acerqué hasta casa, que tan solo estaba a unos metros, y en cuanto entré estaba Harry en la puerta. Se encontraba con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-Hola -dije con una sonrisa, pero en cuanto vi que él no produjo ninguna, la borré.


Continuará...

jueves, 13 de febrero de 2014

Capítulo 23

Pasaron unos pocos días, después del día que fuimos a la ciudad nos dedicamos a estar en la playa. Era por la mañana, acababa de darme un buen baño y ya estaba vestida acorde con la ropa que mi madre quería, no me apetecía discutir hoy.

Bajé y como siempre, mi madre se encontraba en el salón con un café en la mano derecha y el periódico en la izquierda, era domingo.

-Hija, un momento. -Me dijo al pasar por tal sitio para ir a desayunar. Yo me detuve y la miré. - Últimamente cuando sales lo haces siempre con Harry, no me hiciste caso, ¿no te acuerdas de la conversación del otro día? -no levantó la vista del periódico.

-Si madre, pero no conozco a mucha gente aquí.

-Pues sal, haz amigas, amigos, pero aléjate un poco de él. Que viva aquí  no significa que tengáis que ser inseparables. ¿De acuerdo? -no contesté. - ¿De acuerdo? -repitió en un tono más elevado.

-De acuerdo...-Contesté retomando mi rumbo hacia la cocina, en la cual cogí una fruta y me senté a comerla con la mirada perdida.

¿Qué haría? No me separaría de Harry, pero ¿cómo haría pensar a mi madre que lo hago? Está vigilando a todas horas cada movimiento que hago. Y que no conocía a mucha gente era cierto, tan solo a Lauren, que hacía mucho que no sabía nada de ella, tan solo la vi creo que un día en la playa, pero no estaba segura. Y luego estaba Louis, que se mudaría aquí pero por el momento no estaba. No negaré que hay mucha juventud en la zona, pero no me gusta nadie. Parecen todos míticos adolescentes, que se critican unos a otros sin razón, en las que tus amigos son las personas más falsas del mundo. Me niego a hacerme amiga de semejantes personas.

-¿_____? ¿Me escuchas? -preguntó Harry, que estaba sentado en la mesa también, ¿desde cuándo estaba aquí? Estaba completamente en mi mundo.

-Dime. -Dije aún algo aturdida.

-¿Hoy que hacemos? ¿Iremos de nuevo a la playa? Podríam...

-Harry, un momento. -Le interrumpí. -Hoy creo que saldré con Lauren.

-No la conozco mucho, ¿no es esa que no le gustaba que anduvieses conmigo? -preguntó con el ceño fruncido- Bueno, pero por ti haré un esfuerzo.

-No Harry, iré sola. Tu puedes quedarte o en casa o salir solo, me da igual. -Él frunció el ceño. -Es que necesito una tarde de chicas, nada más.

Cuando terminé fui a mi cuarto. Cogí el móvil y marqué el número de Lauren, no estaba segura de ir con ella a algún lado, igual me aburría pero bueno.

-¿Si? -sonó la voz de ella en el otro lado de la línea.

-Perdona Lauren, es que hace mucho que no te veo. ¿Te apetecería salir un poco conmigo? Solo si quieres.

-Em, ¿estará Harry? -preguntó preocupada.

-No.  -Contesté.

-Entonces vale, quedé con Steve y Josh en la playa, a las cuatro y media. ¿Te esperamos allí?

-De acuerdo. Nos vemos.

Colgué el teléfono y quedé un rato mirándolo. ¿Estaría bien hacer esto? No lo sabía. Pero, no quería hacer enfadar a mi madre, ya bastante es la carga que tiene con el divorcio de hace unos días. Hasta el otro día, le llegaron los papeles por correo, mi padre iba en serio.

Llamaron a la puerta, y unos rizos asomaron en mi cuarto; ya sabía de quién se trataba.

-¿Se puede? -preguntó. Yo asentí con la cabeza, y él entró en la habitación, caminó hasta mí, quedando de pie, enfrente mía. Me tendió la mano y me levantó de mi asiento. -¿Por qué de repente hoy quieres ir con Lauren? -me preguntó pasando sus manos por mi cintura.

-Ya te lo he dicho, -contesté con la cabeza baja, no podía mentirle a los ojos -quiero pasar tiempo de chicas, nada más.

-Eso no te lo crees ni tú. -Dijo llevando una de sus manos a mi mentón, y alzando toda mi cara para tener contacto visual. -¿Por qué?

-Es eso Harry, nada más.

-No te veo muy segura. A demás, Lauren... La conoces tan solo de uno o dos días. ¿Con quién más saldrás?

-Co-con un par de amigos suyos. -Contesté entre cortándome.

-¿Pero no era 'tarde de chicas'? -dijo con el ceño fruncido, y con una mala imitación de mi voz en el entrecomillado. -Me mientes. ¿Por qué no me quieres decir la razón? -tardé un rato en contestar. Le quité la mano de mi barbilla, y me alejé hasta que quitó la de la cintura.

-No es tu problema con quién salga, Harry.                   



Continuará...

-------------------------------------------------------------------------

Lo siento mucho si no subí, pero tuve problemas con el ordenador. No me funcionaba y no puede subir hoy. Ayer no puede porque; comprender que no me paso la vida escribiendo, tengo deberes y exámenes.

Lo siento.

@dreamergirls009
@Fanfics1DG

martes, 11 de febrero de 2014

Capítulo 22

Capítulo 22
Pasaron unos cuántos días y me habían levantado el castigo. Habíamos decidido Harry y yo ir al centro de la ciudad a dar una vuelta por allí. Por las calles, el centro comercial, el parque, etc.

Harry aparcó el coche en un estacionamiento un poco alejado del centro, pero tampoco mucho. Me abrió la puerta para que saliera y seguidamente la cerró. Fuimos a la acera, y comenzamos a caminar mientras hablábamos. Dimos una vuelta, y en algún que otro escaparate me detenía a mirar. En una de estas, vimos un Bershka masculino. Miré detenidamente, de arriba a abajo a Harry.

-¿Entramos? -pregunté.

-¿Desde cuándo te atrae la ropa masculina? -preguntó con una risa extrañado.

-Para ti idiota. Que tienes muy poco armario.

-Tengo suficiente, a demás no traje a penas dinero.

-No es problema, tengo la tarjeta de crédito.

-Ni hablar, no me voy a comprar nada.

-Venga, por favor. Solo entramos un rato, venga.

Estuve un rato insistiendo, de verdad necesitaba más ropa. Así que entramos, y empezamos a ver ropa. Cada cosa que me gustaba la cogía para que se la probara. Al final, acabé cogiendo bastante, me entintaban tantas cosas.

Al final, le compré bastantes cosas.


       







-No hacía falta que compraras todas cosas. -Dijo al salir de la tienda.

-Pues te favorecen bastante. -Comenté.

Seguimos dando una vuelta y decidimos ir al parque. Así que nos acercamos hasta allí y paseamos un poco por esa zona, hasta que me cansé y nos sentamos en un banco.

-Tengo hambre. -Añadí.

-Ahí hay una heladería, -dijo Harry señalando a ésta. -¿Quieres un helado? -Yo asentí y le pedí uno de vainilla y chocolate. Yo estaba demasiado cansada como para ir allí, así que quedé en el banco mientras él se acercó a por los helados.

Yo esperé sentada allí, mirándole a lo lejos, hasta que oí una voz pronunciar mi nombre.

-¿_______? -giré levemente mi cabeza, y vi a Louis aproximarse hacia mí. -Vale si, eres tú. -Sonrió, y yo hice lo mismo. - ¿Otra vez por aquí?

-Si -respondí aún sonriente. -¿Hoy no estarás buscando a tu hermana verdad? -ambos reímos.

-No, estaba dando una vuelta. Por cierto, ¿eres de por aquí?

-Bueno, vivo enfrente de la parte sur del Lago. Justo en frente de la playa Systear.

-¿Y cómo es que vienes aquí teniendo esa estupenda playa enfrente? -preguntó.

-Acabé cansándome de ella. ¿Tú eres de aquí?

-Bueno, mis padres están en proceso de mudanza. Quieren ir también para esa zona, no sé concretamente la casa todavía. Lo bueno es que ya conozco a dos personas de esa zona.

-¿A quiénes? No es que conozca mucha gente allí, pero igual...

-A una chica, se llama Lauren. Y bueno, ahora a ti.

-¿Lauren? Esa la conocí a principios de verano... Pero digamos que no la vi mucho más.

-¿Y eso?

-Bueno, es que no le hacía gracia que sali...

-He vuelto. -Dijo interrumpiéndome la ronca voz de Harry. Estaba sonriente, con dos helados, uno en cada mano. Vio a Louis, y dejó de sonreír. -¿Y este quién es?

-Se llama Louis, lo conocí el otro día mientras tú estabas con tu amigo el juez.

-Ah, lo siento Louis. Nos tenemos que ir. - Dijo borde Harry. ¿Qué le ocurría?

-Bueno, nos vemos. -Contestó el muchacho de ojos azules dedicándome una sonrisa. Harry me cogió del brazo y comenzó a caminar.

-¿Qué te ocurre? -pregunté mosqueada.

-¿Que qué me ocurre? Mientras yo estoy a punto de ir a la cárcel, tú estás conociendo chicos. -Dijo con el ceño fruncido, dejando de caminar al estar lo suficiente alejados de la zona anterior. Cruzó sus brazos y me miró.

-No estaba conociendo chicos, so...

-¿Cómo que no? -me interrumpió. -¿Y ese qué?

-Había visto a una niña pequeña perdida, y resulta que era su hermana. Y está agradecido de que la encontrara, nada más.

-¿Seguro? -preguntó dudando de mi, cosa que me ofendió, bastante.

-Sí. -Contesté enojada con él.

-Lo siento... -Me dijo poniendo cara de cachorro abandonado, a lo que sonreí, seré tonta.

-No pasa nada. -Me dio un abrazo y luego el helado que había pedido, lo comí mientras dábamos una vuelta.

Continuará...



-------------------------------------------------
@Fanfics1DG

@dreamergirls009

lunes, 10 de febrero de 2014

Capítulo 21

Al día siguiente estaba castigada. Es de suponer, con lo tarde que Harry y yo habíamos llegado ayer. Estaba en mi cuarto, había terminado de comer hace apenas diez minutos.

Había decidido poner música, así me desaburriría un rato. Encendí mi iPod, y lo enchufé a unos amplificadores. Puse una canción bastante conocida, creo que se titulaba 'Neon Lights' de Demi Lovato. Me encantaba esa canción, así que la puse, y subí el volumen. Me tumbé en la cama, y empecé a tararearla. Me encantaba. Me levanté y la canté mientras me miraba en el espejo. Me encantaba cantar, aun que lo hacía realmente mal. Cogí el peine, y ahora más bien gritaba, lo pasaba en grande yo sola.

Shining like stars cause we're beautiful, beautiful
You're all I see in all these places
You're all I see in all these faces
So let's pretend we're running of time, of time

Like Neon Lights
Like NEON LIGHTS!


Estaba bastante motivada con los ojos cerrados y el 'peicrófono', que hasta que no terminó la canción no me di cuenta de la presencia de Harry, en el marco de la puerta casi muriendo de risa. Abrí los ojos como platos y quité la música. Dejé mi peicrófono a un lado mientras notaba la acumulación de sangre en mis mejillas, estaba como un auténtico tomate.

-¿Cu-cu-cuánto llevas ahí? -pregunté tartamudeando.

-Un buen rato. -Dejó de apoyarse en el marco y se sentó en la cama. -¿Qué tal el concierto estrella? -preguntó riéndose. Yo me acerqué a él y le di una suave colleja, -¡auch!- se quejó, aunque seguramente no le hizo más mínimo daño.

-Pues muy bien, al público le encantó. -Él siguió riéndose y a mí también se me escapó la risa.

-¿Hoy salimos? -me preguntó al pasar el ataque de risa.

-Ya sabes que estoy castigada.

-¿No puedes escaparte?

-No, no me voy a escapar. -Contesté. Últimamente por culpa de Harry no paraba de romper todos mis esquemas.

-Bueno, pues nos podemos quedar aquí.

-¿Te apetece  ver una película? -pregunté según me vino la idea a la cabeza.

-Está bien. -Contestó.

-Voy a hacer algo de merienda, quédate aquí. -Él asintió, y yo salí del cuarto hacia la cocina, donde cogí del frigorífico unas bebidas. Esta vez zumos, no cerveza. Y después unas palomitas con alguna que otra chuchería. Lo coloqué en una bandeja y salí de la cocina.

-¿Dónde vas con eso? -me preguntó mi madre, que estaba sentada en el salón.

-A ver una película con Harry, madre. -Contesté.

-Cariño, siéntate aquí un momento. -Dejé la bandeja en una pequeña mesa y me senté a su lado. -Creo que Harry te está afectando, desde que llegó a esta casa estás bastante revolucionada. Y juraría que antes de eso, te vi alguna vez con él en la playa. No te está haciendo bien.

-¿Dónde quieres llegar con eso mamá?

-Pues, aléjate un poco de él.

-Pero si vive aquí, ¿cómo me voy a alejar de él?

-No lo sé, pero no me gusta que estés tanto tiempo con él. Al fin y al cabo es el hijo de la empleada.

-Mamá, no llames empleada a Nana. Ella es muy buena con nosotros.

-Pero sigue siendo una empleada hija.

Yo no contesté, tan solo me levanté, cogí la bandeja y volví a mi cuarto con Harry, el cual estaba en el sofá de mi cuarto en frente de la tele ya con una selección de unas cuantas películas listas.

-Cuando has tardado. -Se quejó.

-Lo siento. -Dije con una sonrisa y depositando en una mesa la comida y bebida.  Me senté a su lado y miré las películas que había escogido - Harry, son todas de miedo. -Me quejé.

-¿Qué quieres ver si no?

-No sé, alguna romántica, o de comedia. No de miedo.

-No, una de miedo es mejor. Mira esta, se estrenó hace poco. -Señaló la primera.

-Ni hablar, ¿quieres que no duerma en una semana?

-Bueno, ¿entonces cuál quiere la señorita?

-Esta. -Señalé la carátula de Titanic. Una mítica película que para mi jamás pasaría de moda. Creo que si nunca viste Titanic, es que no eres humano.

-¿En serio? ¿Esa? -Preguntó y yo asentí. Con un bufido asintió, así que metí el Dvd en la televisión y comenzó la película.


Continuará...

Capítulo 20

Había pasado una semana desde que mi padre se había marchado. Mi madre seguía un tanto delicada, pero manteniendo sus estrictas reglas de vestimenta y comportamiento. Salía habitualmente con Harry a la playa, pero hoy por la tarde no fue así.

Estaba en mi cuarto, hablando con Harry;

-Por cierto, me canso de ir siempre a la playa. ¿No podríamos hacer otra cosa? -Preguntó el rizoso.

-No hay muchos sitios aquí. -Contesté. Él no respondió durante unos minutos.

-Tengo una idea. Ve a cambiarte, no hace falta que te pongas traje de baño, no lo necesitarás. -Él fue corriendo hacia la puerta.

-¡Pero espera! -dije antes de que se fuera, pero no me hizo caso. Al minuto, volvió a entrar.

-¿Podrás usar el coche verdad? -pregunto.

-Pues claro pe... -Volvió a marcharse pero sin dejar terminar la frase. Este chico me iba a volver loca... Pero bueno, me vestí con unos shorts negros de tachuelas doradas, y una básica negra también, con unas letras doradas que ponían 'Be the star'.  Bajé las escaleras, y gracias a dios mi madre estaba ocupada en su despacho. Nana estaba hablando con Harry en la entrada y me acerqué a ellos.

-Suerte. -Dijo Nana a Harry. Yo alcé una ceja.

-¿Qué pasa aquí? -pregunté. Anne rió.

-Nada, -contestó alegre- ahora marcharos antes de que venga tu madre. -Dio las llaves del coche a Harry, que al parecer tenía carnet de conducir. No me preguntéis cómo es que lo tiene, porque yo tampoco lo sé.

Bajamos al garaje, y allí él me abrió la puerta del copiloto para que entrara. Eso hice, con una sonrisa. Después él rodeó el coche y se sentó en el asiento de piloto, y arrancó el coche.

-¿Dónde vamos? -pregunté, el esbozó una sonrisa mientras maniobraba para salir del garaje.

-Es una sorpresa.

Salimos, y tiró a mano derecha por la carretera. Había silencio, yo simplemente le observaba como estaba concentrado en conducir, nada más. A veces, fruncía el ceño incluso. Me hacía gracia y de vez en cuando se me escapaba una pequeña risa.

-¿Tengo algo? -preguntó él notando mi mirada.

-No. -Dije avergonzada, no sabía que me estaba viendo. Noté la sangre por mis mejillas, me había enrojecido. Él sonrió ante ese gesto, y yo miré por la ventanilla. Qué vergüenza.

Estuvo más o menos quince o veinte minutos al volante. Luego estacionó el vehículo en un aparcamiento. Yo, seguía sin saber dónde nos encontrábamos. Parecía el medio de la nada. Solo había este pequeño aparcamiento en el que solo estábamos nosotros, hierba y algún que otro árbol a los alrededores, y un banco más allá de piedra.

-¿Dónde estamos? -pregunté cuando él me abrió la puerta y me ayudó a salir del coche.

-En medio de la nada. - Pues no me equivocaba. En la nada nos encontrábamos.

-¿Y qué hacemos aquí? -Harry no respondió. Simplemente se acercó al maletero y sacó una cesta y mantel. ¿Cuándo había puesto eso ahí? Seguro que con ayuda de Nana. Me lo enseñó, y sonrió. Yo curvé una de mis cejas.

-Vamos a merendar aquí. -Negué con la cabeza, y él caminó hacia la hierba baja que había. Hacía mucho sol, así que nos acercamos a uno de los árboles que había, así nos proporcionaría sombra.

Extendió el mantel, y se sentó en él. Con su mano me hizo un gesto de sentarme a su lado, y eso hice. Él sacó de la cesta, palomitas, y un par de latas de cerveza. Después, unos vasos.  Abrió las palomitas dejándolas en un bol, y vertió una de las latas en los vasos de plástico. Me ofreció.

-No Harry, yo no bebo. -Dije. Él se rió.

-¿En serio? -preguntó.

-Harry todavía tengo 17, no puedo. -Mi madre nunca me había dejado beber. La verdad es que tenía ganas de hacerlo, cuando oía a compañeras de clase en secundaria y en la universidad; decir que irían a tomar algo o hacer botellón tenía cierta envidia. Mi madre en la vida me dejaría hacer tal cosa hasta los 18.

-Venga ya, ¿nunca bebiste? -dijo riéndose. Yo negué con la cabeza.

-Pues claro que no, ¿quieres que mi madre me mate?

-Venga ya. -Dio un sorbo al vaso, dejando un rastro por encima de sus labios de espuma. Me reí por eso. -¿Ves? No me he muerto. -Dijo él, y yo seguí riendo. Acerqué mi dedo y lo pasé por la zona con espumilla haciéndola desaparecer... Él se rió al ver la espuma en mi dedo. -Venga. -Yo miré el vaso, y luego a él. Bueno, ¿qué perdería? Cogí el vaso, y tomé un trago.

-Ya está.

-Cielo, -¿cielo? Me había dicho, ¿cielo? Dios mío. - así no se bebe. Tienes que tragar más, no un mililitro.  -Él se rió y yo hice lo mismo. -Mira, así. -Cogió el vaso, y bebió un buen trago, volviendo a cubrirse de espumilla. Entonces, volví tomar el vaso y le imité, esta vez yo también quedé con espuma. -Así se hace.

Le miré, y me reí de él por la espuma, pero Harry también me miró riéndose, fue cuando me di cuenta que estaba igual que él. Se acercó a mí, y me dio un pequeño beso en los labios. Sonreí tímidamente, y cogí una palomita al igual que él.

Empezamos a hablar mientras comíamos y bebíamos, la verdad es que lo estaba pasando bastante bien.

Pasó la tarde, ambos estábamos tumbados observando el cielo.

-Sigo sin ver la Osa Mayor. -Dijo él.

-Que si, mira allí. -Dije haciendo un intento nulo de que la viera señalando al cielo.

-Yo solo veo puntos blancos, ¿dónde ves tú un oso? -Reí ante el comentario.

-Harry, parece un carro no un oso. Tú qué esperas, ¿ver un oso volando en el cielo? -reímos.

-¿Entonces por qué la llamaron Osa Mayor? ¿No podían haberla llamado Carro Mayor? -Volví a reírme.

-Eres realmente tonto.

Él se giró al igual que yo, mirándonos mutuamente con una sonrisa. Se acercó y me depositó un beso en la nariz. Me sentí tonta en ese momento, ya que había quedado un una sonrisa estúpida, como si estuviera hipnotizada con esos ojos.

-¿Qué hora es? -pregunté levantándome de repente.

-Las diez. -Dijo Harry.

-¡Las diez! -Grité. Era idiota, sabía que siempre mi hora de ir a casa eran las ocho y media, y yo viendo las estrellas. ¿Qué me pasa? -Tenemos que irnos, me madre me mata.

Harry asintió y se levantó. Recogimos todo, y fuimos hacia el coche. En él, miré el teléfono. Lo tenía sin batería. Fijo que mi madre me llamó pero no pude responder. Qué bronca me esperaba en casa.


Continuará...

------------------------------------------------------------------


domingo, 9 de febrero de 2014

Capítulo 19

Al día siguiente me desperté por los gritos en la cocina o salón, no estaba segura. Pero, fijo que eran en la planta baja de la casa.

Bajé a ver qué sucedía, y como siempre era mi madre y mi padre peleando.

-¡Basta ya! -grité. Ellos armaron silencio unos segundos, pero enseguida siguieron discutiendo como un par de niños pequeños. -¡Mamá! ¡Papá! -volví a gritar para que me prestaran atención. - Dejar de pelear a todas horas, por favor. Tiene que haber una manera mejor de solucionar las cosas. Siempre discutís por tonterías.

-Tienes razón cariño -se dirigió mi padre hacia mí, y yo sonreí. -Hay una manera de solucionarlo. Quiero el divorcio. -Dejé de sonreír.

-¡No! Papá, no me refería a eso.

-Estoy de acuerdo. -Contestó mi madre fría.

-¡Mamá! No. -Seguí insistiendo. Mi madre cogió el anillo de compromiso que hace muchos años mi  padre le había colocado. Lo sacó de su dedo, y acercándose a la ventana lo tiró al jardín.  -No... -dije triste.

Puede que este tiempo me ignoraran, y yo a ellos, pero seguían siendo mis padres, no quería que se separasen. ¿Por qué no podían estar tan felices como cuando yo tan solo contaba con cinco años o seis? Ahí era todo perfecto, no discutían. Y ahora, mira, se divorciaban.

Mi padre abandonó el salón y subió al cuarto. Yo me llevé la mano a la cabeza, y mi madre se mantuvo fría, marchando hacia la cocina. Me tiré en el sofá, y me coloqué en posición fetal. Me calló alguna lágrima, hay que reconocerlo. Al poco rato apareció Nana y rápidamente al verme se sentó a mi lado, pero yo no descubrí mi cara en ningún momento.

-Lo siento cielo. -Me dijo ella.- Escuché todo desde la cocina, pero no podía interponerme en esa discusión.

-¿Por qué Nana? No quiero irme con ninguno de los dos, quiero seguir en una casa con ambos.

-Pues creo que no podrá ser. Pero no te preocupes, si lo hacen es por una buena razón.

-Porque discuten a todas horas. -Dije yo. -No sé por qué están tan irritables estos últimos años. Pero estoy harta.

-Puede que sea por alguna razón. -Dijo Nana. Seguro que ella la sabía esa razón pero no podía contarme nada por orden de mi madre. Se hizo presencia un silencio, pero luego ella continuó. -Podrías hablarlo con tu madre, pero cuando esté más relajada. - Me senté correctamente y Nana me quitó las lágrimas. -No te preocupes cariño.

Yo asentí. Poco después me calmé pero volví ponerme histérica cuando vi maletas en la puerta.

-¿¡Qué es esto?! -Grité. Nana vino, al igual que Harry. Mi padre bajó las escaleras con una maleta más, mientras que me madre no apareció. -¡Papá! Qué es esto, ¿me lo quieres explicar? -Estaba nerviosa, y me calló de nuevo una lágrima.

-Lo siento pequeña. Pero me marcho. -Dijo él. Se acercó a mí y me dio un abrazo, yo no reaccionaba. Me dio un beso en la frente y volvió a coger las maletas. Abrió la puerta y bajó al porche acercándose a uno de los coches. Metió todo en el maletero. Se acercó a mí de nuevo. -Cuídate mucho.

-Papá... -Dije con un hilo de voz.

-Lo siento cariño. -Volvió a darme un beso en la frente y se metió en el coche. Arrancó dejando un rastro de humo por unos segundos, hasta que se desvaneció. Se dejó de ver el coche debido a una cuneta en la carretera. Esa fue, la última vez que vi a mi padre.

Noté unas cálidas manos en mi cintura. Me giré, y noté el aroma de Harry. Me abrazó, y yo hundí mi cabeza en su pecho.

-Tranquila. -Me dijo él, mientras hacía suaves masajes con una mano en mi pelo.

Poco después llegó mi madre y se mantuvo seria en la situación. Dijo que me relajara, no valía la pena estar mal por ese espécimen. A mí no me gustaba que lo llamara así.

Más tarde, casi después de comer -la comida había sido silenciosa, nadie decía nada- Nana empezó a limpiar y Harry se había ido a su cuarto a cambiarse, íbamos a salir. Yo, también fui a cambiarme, pero antes de entrar en mi habitación oí un sollozo. Provenía del cuarto anterior al mío. Piqué a la puerta, y entré. Era el despacho de mi madre.

-Mamá... -Dije en voz baja. Ella se tapó el rostro con las manos. -¿Estás bien?

-¿Qué? -preguntó ella. Cogió un pañuelo de papel limpiándose rápidamente y sonrió. La sonrisa más falsa que jamás había visto. -Pues claro que si pequeña. Estoy bien.

-Pues no lo parece. -Le dije entrando al despacho y cerrando la puerta. Me acerqué a ella. -Sé que te duele que se marchara. Y no tiene nada de malo. -Ella se tapó la boca con una mano, mientras se apoyaba con el codo de ese mismo brazo en la mesa.

-Lo siento cielo. Pero es mejor que se marchara. -Derramó una lágrima. Yo sin dudarlo le abracé. -Te juro que intento hacer lo mejor para la familia. -Dijo con un hilo de voz.

-Lo sé mamá.

-Cuando te riño, es porque quiero lo mejor para ti. Y si discuto por él no es solo por la primera estupidez que me viene a la cabeza.

-¿Entonces, por qué?

-Es que hace tiempo, bastante a decir verdad encontré esto en su cartera cuando venía del trabajo. -Sacó una tarjeta. Quedé helada al verla. Ni que decir tiene de qué era. - No me creo que hiciera eso. -Volvió a llorar y yo seguí abrazándola.

-Es tonto mamá, déjale.


Continuará...
----------------------------------------------------------------

Bueno, avisaros que tenemos un twitter en el que solo publicaremos avisos de novelas y todo eso:


Y el de siempre @dreamergirls009

¡Gracias por leer!

Capítulo 18

-Pues claro que te quiero. -Dijo seguro.

-Ya, pero me refiero... No como una amiga. -Continué no muy segura de mi pregunta, puede que su respuesta dañara, o todo lo contrario.

-Te refieres... ¿a algo más que amigos? -preguntó sin elevar ni un poco el tono de voz. Yo, asentí. -No lo sé.  -Bajé la mirada, algo frustrada. La verdad, es que yo sí que quería algo más. Desde que lo vi en la fiesta, desde que me llamó la atención, desde que conozco su historia. Le quería.

-Creo que va siendo hora de dormir. ¿No crees? -dije desanimada. Él asintió, y poco a poco se separó de mí, se levantó y caminó hasta el marco de la puerta. Yo iba a meterme de nuevo en la cama, así que me levanté para volver a abrir las sábanas. Al hacerlo, Harry se dio media vuelta, y me miró de arriba a abajo. Yo me coloqué de espaldas a él, para colocar las sábanas, como antes dije. De repente, noté unas cálidas manos en mi cintura y esbocé una sonrisa.

-Te quiero. -Me susurró esa voz ronca. Notaba su respiración en mi hombro, yo me giré mientras él seguía cogiéndome. Le sonreí, y él también hizo lo mismo. Atrapó mis labios con los suyos, y me dio un beso suave, delicado. Después, se separó unos pocos milímetros. -Buenas noches preciosa.

Ahora sí, se marchó de la habitación. Yo, caí rendida en la cama aún con la sonrisa en mi cara, me metí dentro e intenté dormirme.


☯☯☯



Me despertaron los pocos rayos de luz que se colaron por la ventana, que de repente se convirtieron en muchos, cuando Nana abrió la ventana sin compasión. Fruncí el ceño, me di media vuelta tapando  mi cabeza con las sábanas y escondiéndome entre estas.

-Venga cariño, que ya son las diez. -Me dijo alegre ella.

-Ya voy. -Dije adormilada. Anne marchó del cuarto y yo esperé diez minutos a levantarme. Cuando lo hice fui a la ducha, salí y me puso unos vaqueros cortos con una camiseta de tirantes. Hacía un calor terrible, era pleno verano.

Bajé al piso de abajo para ir a la cocina, pero para ir allí tuve que pasar por el salón, donde estaba mi madre haciendo algo con su tablet.

-Buenos días hija. -Me dijo ella.

-Buenos días madre. -Contesté. Alzó su vista y puso mala cara. Ya sabía por qué.

-¿Qué haces vestida así? -lo sabía- ¿Quieres parecerte a una chica callejera? Sube a cambiarte, rápido. Antes de que tu padre te vea. O peor, que te vea el niño ese.

-Harry. Se llama Harry. Ahora voy madre...

Volví a subir y a cambiarme. Qué pena, normalmente esta semana lo que hacía era vestirme así, porque ella estaba en su despacho ocupada al igual que mi padre. Y a la hora de comer o cenar me cambiaba. Pero hoy no fue así, ¿por qué tenía que estar en el salón? Arg.

Volví a bajar con una camiseta de manga corta y unos vaqueros pirata, por debajo de las rodillas. A ella no le convenció la camiseta pero admitió que estaba mejor. Eso sí, yo estaba muriendo de calor.

Me dirigí a la fresca cocina, y saqué un zumo. Me senté en una de las sillas, mientras Harry y Nana andaban por allí hablando de sus cosas.

-Que guapa estás. -Dijo Harry sarcásticamente y riéndose, debió de haber escuchado la riña con mi madre. Yo le lancé una mirada fulminante.

-No tiene gracia. -Le contesté.

Seguí desayunando, cogí además una manzana del bol de fruta que tenía delante. De repente se empezaron a oír gritos, por parte de mis padres discutiendo en el salón. Ya era tan normal para mí.

-¿Están bien? -preguntó Harry.

-Perfectamente. -Contesté. - Se pasan el santo día así, o cada uno encerrado en su despacho.

Harry no contestó, Nana no dijo nada, y yo simplemente di de nuevo un mordisco a la fruta que tenía en una de mis manos. La verdad es que daba gracias que siempre tuve a Nana, porque mis padres me ignoraban completamente, excepto a la hora de regañar o castigar. No me gustaba nada verles pelear, así que hace tiempo había decidido ignorarles, como ellos hacían conmigo. Aunque a veces me preocupaban tantas peleas, y tan a menudo. Sobre todo algunas, que subían mucho de tono.

-Creo que iré a mi cuarto. -Dije yo, tirando la media manzana que no me apeteció tomar y el vaso de zumo en la encimera. Marché de la cocina hacia mi habitación. Se me había quitado el hambre viendo a mis padres pelear, como siempre. Sé que era algo común pero llega un momento que te afecta.

-¿Se puede? -preguntó Harry asomando sus rizos por la puerta. Sonreí y asentí.

-¿Te apetece ir a dar una vuelta por la playa?

-¡Claro! Ahora mismo me cambio y voy.

No pasaría nada, cuando mi madre discute con mi padre está demasiado concentrada como para fijarse en mi atuendo. Así que me puse lo que había decidido llevar en un principio esta mañana, pero esta vez con el biquini debajo. Bajé y Harry también estaba listo. Fuimos entonces ambos a la playa a pegarnos un chapuzón, necesitaba hacerlo. Después de todas las movidas y de haber quedado en casa tanto tiempo, tenía que despejarme. ¿Qué mejor manera hay de despejarse que divirtiéndose en el agua con la agradable vista de Harry sin camiseta y su resplandeciente sonrisa?


Continuará...

-----------------------------------------------------------


Por cierto chicas, subimos a wattpat una de las novelas 'Empleada, tráeme amor' Para ver si empezamos a usarlo un poco. Si vemos que a la gente le gusta allí, aviso por si queréis echar un vistazo quien no la leyera.

sábado, 8 de febrero de 2014

Capítulo 17

Pasó una semana, aproximadamente desde que Harry se había incorporado al hogar. Mi madre, apenas le veía a las horas de comer, cenar o desayunar. Pero cuando lo hacía, lo veía como despreciadamente. Le parecía un chico pobre, sin casa, nada más. El hijo de la criada. Un insecto venenoso, que había que aplastar rápidamente. Creía, que era una mala influencia para mí. Pero por eso, no había ningún problema a decir verdad. Yo no tenía el más mínimo interés que entablar una conversación con él, no quería. Por lo menos por un tiempo. Aunque, notaba como muchas veces él intentaba justo lo contrario. Quería hablar conmigo. No sabía el qué, pero prefería hacer oídos sordos e ignorarle. Hablé lo más mínimo con él. 

Igualmente, el fue lo más amable posible con todo el mundo, y me daba incluso pena. A lo largo de estos días me había dado cuenta de que no parecía mal chico a fin de cuentas, pero mi mente seguía cada noche nublada, con la imagen de Harry apretando el gatillo. A veces, incluso, con pesadillas.

Como esta noche, por ejemplo. Estaba reviviendo ese momento, en el que estaba atada observando la escena de ambos chicos discutiendo, cuando, ¡Pum! Entonces me desperté de golpe, gritando debido al miedo. Oí unos pasos corriendo hacia aquí, y me asusté más. Abrió la puerta exaltado Harry.

-¿Estás bien? -preguntó él. - He oído que gritabas.

-Estoy bien. -Contesté, fría. -Tan solo fue una pesadilla. -Se apoyó en el marco de la puerta, y dejando su peso en éste. Cruzó sus brazos, y lo miraba, como él fijó su mirada en mí. Notaba como esos ojos color esmeralda taladraban los míos. Estuvo así unos segundos, hasta que yo me quejé. -¿Piensas quedarte ahí toda la noche? Solo fue una pesadilla, puedes irte. -No dijo nada, pero se acercó a mi cama y se sentó en un borde de ésta. Yo observaba cada gesto que hacía, ¿en qué pensaba este chico? ¿No podía dejarme dormir tranquila?

-Es por si vuelves a tener otra.

-Harry, no voy a tener otra pesadilla. Puedes irte. -Él buscó con su mano mis piernas. Después empezó a acariciarlas, por encima de las sábanas. Yo me tensé en ese momento. ¿Estaría medio dormido? Pensé.

-No quiero que sigas ignorándome.

-Harry...

-No, déjame hablar. Puede que no me comprendas en este momento, y que tengas dudas en tu cabeza sobre mí. Pero, estoy dispuesto a decírtelas.

-¿En serio? -me extrañé. Me incorporé y me senté a su lado. -¿Todas?

-Eso intentaré. Si con eso consigo que entiendas la situación por la que pasé la semana pasada será así. -Yo asentí para que continuara. -La primera supongo es que no sabes quién es Maddie. Pues ella, era mi hermana. Mayor que yo.

-¿Y qué pasó con ella? ¿Qué tiene que ver con Tom?

-Pues un día, poco después del incidente con la madre de Tom, él la pagó con ella. Le hizo lo mismo que contigo. Se la llevó, abusó, y luego bueno... Ya sabes. Yo estaba durmiendo, y cuando desperté sus amigos me tenían pillado. Era mucho menos fuerte y no pude hacer nada. Eso sí, oí un grito en la casa de al lado poco después de despertar entre esos tres chicos, en cuanto pude corrí hacia allí y no te imaginas el horror de escena que vi... Me costó bastante superar esa imagen. Por eso, actué así cuando discutí con Tom. Sabía sus intenciones. Él quiere, o quería, siempre deshacerse de personas importantes para mí. -Se le notaba que su voz ronca, estaba más grave de lo habitual. Tenía los ojos cristalizados, pero no derramó ni una sola lágrima, se mantenía admirablemente fuerte. Había juzgado a Harry como un impulsivo peligroso cuando tan solo me protegía para no revivir su pasado. Me sentía mal.

-Lo siento mucho... Pero, ¿por qué no querías contarlo?

-No estaba seguro. Podrías asustarte, o pensar que estoy loco, o una mala influencia. Pero también no quería recordarlo, desde entonces nunca antes tuve gente con la cual me llevara bien. Y bueno, no había vuelto a tocar el tema tras superarlo.

-No te preocupes, no volveré a sacarlo si no quieres. Y gracias por contármelo. -Él acercó su mano a mi muslo y empezó a acariciarlo, hasta llegar a mi mano. - Siento haber actuado así, -dije mientras nuestras manos jugueteaban- pero sentí miedo.

- No me extraña, y te comprendo. Pero solo lo hice por ti, no quería que ese estúpido te hiciera daño. Ahora eres bastante importante en mi vida, ¿sabes? Gracias a ti pasé de vivir en ese callejón, solo; a estar en una casa enorme, encontrar a mi madre, y contar con alguien muy especial. Tu. -Me sonrojé y sonreí, pero me vino una duda más a la cabeza.

-Un momento, ¿y por qué Tom siempre te tenía miedo cada vez que le amenazabas? Por ejemplo, algunas veces le decías algo de 'hacer lo de la otra vez' -dije en tono grave, intentando imitar su voz ronca.

-Es que, después de lo de Maddie pues bueno... Al principio estuve atemorizado, pero acabé dándole su merecido. Un día me metí en una pelea con él, y bueno. Supondrás quién pudo con quién. Aunque, de aquella tan solo tenía catorce o quince años.

-Bueno, ahora todo pasó y podemos estar tranquilos. -Finalmente nuestras manos se entrelazaron y esbocé una leve sonrisa. Alcé la vista y él hizo lo mismo. Mantuvimos la mirada un buen rato, mientras sonreía tal cual lo hacía su madre, eran muy parecidos. Puso su mano libre en mi cuello, pero alcanzando con su pulgar una de mis mejillas. Tragué saliva, y con el silencio que manteníamos creo que se escuchó. Se acercó un poco a mí, hasta el punto que podía sentir su respiración. Me dio un beso en la mejilla lentamente. Se volvió a alejar unos milímetros de mi, tan solo milímetros; para humedecerse los labios. Miré el gesto, y volví a alzar la vista. Recordé la noche en la playa, antes de todo el alboroto de Tom.  - Harry. -Le susurré. - ¿Tu me quieres?


Continuará...

-----------------------------------------------------------------------------

@dreamergirls009

Este capítulo dedicado a mi Nicole secondista. JAJAJAJAJA.

Capítulo 16

Más tarde, vi salir a Anne. Estaba alegre, y vino casi dando brincos hacia mí.

-¡_____! Lo declararon inocente. Está libre, completamente libre.

-¿En serio? -Pregunté emocionada, y ella asintió. -Un momento... ¿Y ahora que haréis? Es decir, tú vives con nosotros. ¿Qué harás con él? No lo dejarás en la casa esa medio derrumbada.

-Lo sé, y todavía no pensé en ello. -Yo pensé. La única salida de Nana sería que su hijo viniera a vivir con nosotros. Pero, la verdad es que no estaba muy segura de aquello. En fin, quería alejarme de Harry, no acercarme de él. Porque, a vosotros os puede parecer algo un poco extraño que quiera tal cosa, pero, ¿y si estoy con él, le da una venada por una discusión y me mata como a Tom? Aunque, creo que lo de Tom tenía más historia de la que yo conocía. Seguro que no era la rivalidad por la madre de Tom, seguro que ocurrió algo más para que Harry hiciera eso. Y seguro que tenía que ver con esa tal Maddie. ¿Quién sería ella? ¿Qué le haría Tom? No lo sabía. Pero no estaba segura de si quería o no averiguarlo.

-Si quieres, podéis quedaros en casa. -Le dije, principalmente por ella. Aunque no me hiciera gracia, no la dejaría sola en estos momentos.

-No quiero ser una molestia, y no quiero incomodarte a ti, ni a tus padres.

-Seguro que no lo harás, a demás, ellos están tan ocupados que mucho no les molestará. Les avisaré enseguida. Voy a llamarles para estar segura de que dan su permiso, pero de seguro que sí. -Nana me sonrió.  Yo hice lo mismo.

-Muchas gracias, por todo.

-No es nada, lo sabes.

Narra Harry


Salí de aquel lugar, feliz. Gracias a dios, todo había salido bien. No sabía que hubiera sido de mí si ______ no me hubiera proporcionado ese abogado tan bueno. Y ahora que me habían declarado libre, tan solo tenía una cosa pendiente. Hacer que _______ volviera a confiar en mí. Dudaba si contarle la historia de Maddie, o no. Porque me prometí no volver a sacar el tema con nadie, pero si no se la contaba, no me entendería y no me hablaría en toda su vida. Tenía que hacerlo, pero sería volver a mi doloroso pasado, y eso me costaría.

Despejé mi mente y me acerqué hacia ellas, pero justo entonces _______ cogió su móvil y se alejó a hacer una llamada. Igualmente, fui con Anne.

-Anne. -Le dije yo una vez llegué a su posición.

-No me llames Anne cielo, mamá. -Me contestó sonriente.

-Mamá... -dije yo. Era algo, extraño, llamarla así. Pero aún así me sentía bien al hacerlo. - Es que, ¿ahora dónde iré?

-Pues ahora mismo ella -dijo señalando a _____- está llamando a sus padres. Seguramente estarás con nosotros. Yo trabajo allí, cocinando, limpiando, y bueno antes también era la canguro de ella. Siempre fue como una hija, y al parecer, os lleváis más que bien vosotros dos. -Me guiñó un ojo y yo sonreí. Pero enseguida la quité.

-Bueno, ahora mismo no demasiado...

-Bueno Harry, seguro que se os pasará. ¿Tenéis algo? ¿O solo sois amigos? -preguntó dando un codazo a mi abdomen con una sonrisa pícara. Yo reí.

-No sabría que decirte.

-Bueno, ya hablé con mis padres. -Llegó ella, seria. De repente esbozó una sonrisa segura. -Te puedes quedar en una de las habitaciones. Siempre que tengas cuidado y no seas muy desordenado.

-Muchísimas gracias. -Dijo Anne, y le dio un abrazo. -Ahora creo que será hora de volver, pero antes compraremos algo. No pase como ayer.

-Vamos. -Contestó ella con una sonrisa.

A lo largo de ese día noté como intentó estar lo más alejada de mi posible, en todos los sentidos. A veces intentaba que no fuera así, pero no pudo ser. Ella me evitaba a toda costa.

Después, al llegar a esa enorme casa, mi madre y ella me acompañaron a lo que sería mi cuarto. No tenía mucha ropa, así que antes también nos habíamos dedicado a comprar alguna que otra cosa. Lo dejé en el armario de tal habitación, y las dos se fueron. Eran más o menos las cinco de la tarde, y ya habíamos comido algo en la ciudad. Así que me tumbé en la cama. Era muy cómoda, nunca había estado en una cama de verdad desde que me alcanzara la memoria. Además, miraba hacia un lado, y había una habitación enorme, con un espejo y armarios acorde con el tamaño del cuarto. ¡Tenía incluso baño propio! Eso antes, no podía ni soñar tal cosa.

Parecía todo casi perfecto, aparte del dilema con _____, y una cosa, que había sido mencionada en los tribunales, y desde entonces me reconcomía un poco la cabeza. Y es que, no era solo Tom. Sus amigos, también sabían el plan, pero al parecer no había rastro de ellos en el barrio. ¿Qué fue de ellos? No pudieron desaparecer, no. ¿Dónde estarían? Me inquietaba un poco a decir verdad, pero bueno. Aquí, desde luego no estaban. Así que estábamos a salvo de cualquier matón o por el estilo.

De lo único que ni ____, ni yo, estábamos a salvo, era de nosotros mismos.


Continuará...


-------------------

Cualquier pregunta, o algún comentario podéis decirlo. Muchas gracias a las lectoras fieles que dicen que les encanta la novela, no respondí una por una por una en cada comentario pero aquí os doy muchísimas gracias a todas. 

Twitter: @dreamergirls009

♥♥♥♥♥♥