lunes, 31 de marzo de 2014

Capítulo 15 (Segunda Temporada)

Narra Harry.

Le colgué. Igual ella en cuanto escuchó mi voz también lo había hecho. La extrañaba demasiado. Seguía maldiciendo el día en es que la confundí con Lottie. ¿Por qué soy tan estúpido? Ahora está con Louis, y no me va a dejar por él. Eso seguro que no será así.

-Hola cariño. -Oí la dulce voz de mi madre entrando en mi habitación. Me giré para verla. -¿Qué te ocurre?

-Nada, ¿por qué?

-Cariño se que esa no es tu sonrisa. Ven aquí. -Me acerqué a ella y me dio un abrazo. Ella me conocía como nadie. -¿Sigues con lo de ella? -Asentí- Tienes que olvidarla cielo, ya pasó mucho tiempo desde que lo dejasteis.

-Lo sé. Pero la perdí, ahora está con Louis.

-No, Harry. No la perdiste tú, ella te perdió a ti. Así que te quiero ver feliz. ¿Por qué no te arreglas un poco y sales a dar una vuelta? Tienes que conocer gente. Desde que llegamos de Australia no saliste a penas.

-Vale mamá... Ya veré.

Me dio un beso en la frente y marchó dedicándome una sonrisa. Si fuera tan fácil hacer lo que ella me pedía. No podía olvidar a _______, estaba en mi cabeza. Y aunque saliera a la calle supongo que no haría muchos amigos, mi mala fama aún existía. Pero no pasaba nada por intentarlo. Mañana al medio día daría una vuelta por la ciudad, a ver qué podía hacer.

-Te echo mucho de menos ______. -Dije para mi mismo mirando por la ventana. -¿Por qué ahora no estás conmigo?

Necesitaba hablar con ella y decirle todo lo que aún siento, pero si quiera cogía mi llamada. Además, no tenía oportunidad de nada. Ya nada sería como antes, y no me sentía yo. Estaba incompleto.




sábado, 29 de marzo de 2014

Capítulo 14 (Segunda Temporada)

-Estoy harto de estudiar. -Dijo Louis dejando el bolígrafo encima del escritorio.

-Venga, este es nuestro último examen. Tiene que salirnos bien y todavía estamos algo verdes, y es mañana. -Insistí y él bufó - No estés en modo vaguete. -Él rió. -Venga, a estudiar.

-¿Crees que soy 'vaguete'? -pregunto riendo. Yo asentí y él negó con la cabeza.

-Venga, que tenemos que estudiar -ambos pusimos la cabeza sobre los libros, y nos preguntamos mutuamente las lecciones.

Estuvimos un buen rato, y cada dos por tres Louis protestaba, y si no lo hacía mandaba mensajes por el móvil. Este chico era imposible, súper vago.

-Louis concéntrate por favor.

-Voy al baño, ahora vuelvo -dijo levantándose de la silla de mi escritorio.

-A ver si cuando vuelves no estás tan tontín.

Marchó al baño, y yo fijé mi mirada en los apuntes. Tenía que aprenderme todo ese rollo, si o si. Un sonido interrumpió mi concentración. Miré a un lado de la mesa, y provenía del móvil de Louis. En la pantalla ponía ''Llamada entrante de Joe''. ¿Joe? ¿En serio? ¿Joe? ¿Qué querría? Vacilé un buen rato en cogerlo, pero al final la llamada se cortó y Louis apareció.

-¿Quién llamaba? -pregunto sentándose de nuevo en su asiento.

-No sé, -mentí -no me dio tiempo a verlo. -Él cogió el móvil, y vio el registro de llamadas. Se puso algo tenso.

-¿Seguro que no lo viste? -yo negué con la cabeza. El móvil volvió sonar. -Voy a cogerlo.

Salió de la habitación, cosa que nunca hacía cuando le llamaban. Mantuve el silencio, para a ver si podía escuchar algo. Apenas podía entender lo que decían.

-Lo siento por no [...] estoy con ella -silencio- ya lo [...] pero tranquila esta todo solucionado -silencio- no ella no [...] nada de nada -silencio- mañana ¿vale? -silencio- en el descanso nos vemos -silencio- hasta luego.

Colgó el teléfono y vino de vuelta al escritorio. ¿Qué coño pasaba aquí? ¿Por qué le había llamado Joe? ¿Y por qué no pude escucharle? <<No me voy a rayar por tal estupidez>> me dije a mi misma. Así que volví a lo que debía tener en mi cabeza, los estudios. Tenía que aprobar si o si el examen de lengua extranjera, cosa que se me daba fatal.

-¿Ya podemos estudiar a gusto? -pregunté.

-Claro.  -Louis cogió su libro, y retomó donde lo habíamos dejado -¿te tocaba a ti preguntar o a mi?

-Louis -llamé su atención, y él me miró a los ojos- ¿si ocurriera algo me lo contarías? -pregunté, seria.

-Claro que si cariño, ¿por qué?

-¿No tienes nada que contarme?

-No, y me estás asustando. ¿Sucede algo?

-No. Nada. -Pues él no me decía nada, así que tendría que suponer que no pasaba nada grave. Aún así me daba vueltas a la cabeza.

Seguimos estudiando los dos, como si nada pasara. Louis ya estaba algo más concentrado, cosa que agradecía. Y sobre las nueve o así marchó a su casa. Quedé sola en mi habitación, y decidí seguir repasando un poco todo. Pretendía sacar un diez en ese examen.

<<Yo puedo>>
<<Yo puedo>>

Sonó mi móvil. Seguramente se habría olvidado algo Louis, o alguna tontería de esas. Así que cogí sin ninguna duda.

-¿Si? -dije.

-Esto... _______ -dijo una voz. La voz. Esa ronca que me volvió loca en sus tiempos, esa voz que me encantaba. Me paralicé, ¿por qué? Pues porque soy idiota. -Quería hablar contigo. Pero en persona. ¿Te parece bien? -No respondí, estaba trabada. Las palabras no salían de mi boca. -¿_____? ¿Estás ahí? Debió colgar...

Finalizó la llamada. No supe que decirle, ¿para qué me llamaría Harry? ¿Qué querría hablar? No era capaz de decir palabra a ese chico, y supongo que cuando me ayudó con Louis tan solo fue por el impulso del momento. No podía hablarle, no sabía cómo.


Continuará...


---------------------------------------------------------------------------
Ya sabéis, si tenéis alguna duda o queréis hablar conmigo, nuestro ask es @dreamergirls009 sois las mejores♥

miércoles, 26 de marzo de 2014

Capítulo 13 (Segunda temporada)

-Buenos días -oí a Louis. Abrí mis ojos, y pestañeé varias veces para poder verlo con claridad. Vi una sonrisa por su parte, mientras estaba apoyada en su pecho y él me abrazaba con uno de sus brazos.

-Buenos días.

-¿Dormiste bien? -Se me vino a la cabeza el día anterior, y no pude evitar una sonrisa.

-Por supuesto. ¿Tu? -Él asintió. No me extraña, después de la gran noche que habíamos pasado.

Había sido algo especial, nunca había llegado a tal extremo con nadie, pero me encantó.
Mágico. Mágico era la palabra que lo describía a la perfección.

-¿Te apetece desayunar? -Asentí. Él se levantó y se acercó a una cómoda, de la cual sacó una camisa blanca de su talla y unos jeans, más unos bóxers.

-¿Qué me voy a poner yo? -pregunté. Él rebuscó en un closet, y sacó ropa de su abuela. -¿Crees que me voy a poner eso?

-Bueno, busca algo que te sirva. Voy a ducharme, enseguida salgo.

Me levanté con pereza y me acerqué al closet, rebusqué entre la ropa con olor a anciana. La verdad es que era todo bastante grande para mí, pero me tendría que conformar. Saqué un jersey un tanto grande, y me conformé con unos vaqueros de Louis. Saqué una de las braguitas de su abuela. Eran extremadamente enormes, nunca había visto algo así. Pues nada, me conformaría con unos boxers limpios de mi novio porque otra cosa no había.

Cuando terminé de seleccionar la ropa me volví a tumbar en la cama, a esperar que él saliera de la ducha.  Estuve un buen rato, y volvía a entrarme el sueño. Eran como las diez de la mañana, pero ayer habíamos estado hasta tarde despiertos.

Noté que alguien se sentaba en la cama, pero ni me inmuté, tenía sueño.

-Venga, que te toca ducharte. -Yo gemí cansada. -Dormilona. -Me dio un beso en la nuca, ya que estaba boca a abajo. El frío contacto de su piel húmeda me estremeció pero también me despertó.

-Ya voy. -Dije desanimadamente. Pero en cuanto me encerré en el cuarto de baño y me aseé ya despejé. Salí como nueva.

Louis soltó una carcajada.

-¿Qué pasa? -pregunté. Él siguió riendo.

-Estás graciosa con la ropa de mi abuela. -Me acerqué a él, ambos nos sentamos en la cama.

-¿Qué vamos a hacer? -pregunté.

-Pues habrá que ir para casa. Pero antes supongo que pararemos a desayunar algo.

-Vale.

En pocos minutos, tras algún que otro mimo, fuimos en coche hasta una cafetería de la ciudad. Íbamos de un feliz, y no era de extrañar. Ni nada ni nadie me quitaría la sonrisa esos días.

-¿Qué desean? -preguntó la camarera poco después de que nosotros tomáramos asiento.

-Un té rojo -dijo Louis.

-Yo un café, gracias.

-Enseguida se lo traigo. -La chica se retiró.

-Oye -se dirigió a mi Louis- voy un momento al baño, enseguida vengo cielo -yo le sonreí como respuesta, y quedé sola en la mesa.

Cogí el móvil para ver si tenía alguna llamada o notificación, pero no era así. Enredé un rato en twitter para hacer más corta la espera, la verdad es que no me gustaba quedar sola sin saber qué hacer. Escuché una voz peculiar unas mesas más allá. Alcé la cabeza. El chico de pantalones pitillos negros y jersey ceñido azul turquesa estaba ahí. Adornado con un gorro de lana blanco, del cual se escapaban algunos rizos, que delataba junto a sus facciones su identidad.

-Un café con leche por favor. -Oí decir a Harry a la camarera mientras se acomodaba en su silla. Yo desvié la vista rápidamente, no sabía qué hacer, o decir. Desde que me llevó al hospital, no supe más de él.  Miré disimuladamente, él parecía estar con un su móvil. Quería parecer normal, pero no podía teniéndole a él cerca.

-Volví -dijo Louis. Se sentó en la silla que había en frente mío y suspiró -¿todavía no está la bebida?

-¿Qué? -dije al no escucharle, estaba nublada en mis pensamientos.

-¿Te ocurre algo?  -preguntó preocupado.

-No, no. Solo son tonterías...

-¿Seguro? Te noto algo nerviosa.

-Si, tranquilo estoy bien.

Volví a echar un vistazo con disimulo, para que Louis no lo notara, a la mesa de Harry. Pero ya no estaba. << ¿Pero cómo?>> Si hasta hace pocos minutos estaba pidiendo un café, no pudo terminarlo tan rápido si ni siquiera a nosotros nos habían servido. ¿Qué ocurría aquí? Siempre desaparecía de todos lados. Tenía que dejar de darle vueltas, porque si no acabaría volviéndome loca.


Continuará...

------------------------------------------------------------------------

Cualquier duda, nuestro ask es @dreamergirls009

sábado, 22 de marzo de 2014

Capítulo 12 (Segunda temporada)

Aparcó. El viaje había sido silencioso, pero era un silencio agradable, para nada tenso.

-Quédate aquí, voy a ayudarte a salir. -Oí la puerta abrirse, y después cerrarse. Después los pasos de Louis rodeando el coche, y abriendo mi puerta. Me dio la mano y me ayudó a salir sin que me cayera, o hiciera cualquier daño. Lo cerró, y me cogió de la cintura con una mano.

-¿Me puedo quitar ya la venda? -pregunté.

-No, todavía no. -Contestó dulcemente.

-Tengo miedo de caerme. -Me reí.

-Bueno, por eso no hay problema. -Dijo él, y me cogió en brazos, con lo cual pegué un grito y nos reímos. Él caminaba y seguía sin saber donde me llevaba. Tras un pequeño viaje en brazos de él, me dejó con cuidado en el suelo. Después se colocó a mi espalda, y delicadamente desató el nudo que sujetaba la cinta de mis ojos. Pestañeé un par de veces, y vi con claridad.

-Louis, ¿y esto? -pregunté algo sorprendida.

-Solo para nosotros.

Era una especie de habitación, no muy grande. Las paredes eran de madera, había alguna que otra mesa y una cómoda, las cuales tenían unas velas por encima encendidas; dando un toque romántico. Por último una cama grande, tenía pinta de ser cómoda, con sábanas gordas, blancas estampadas de pequeños corazones huecos.

¿Querría decir lo que estaba pensando?

Se acercó a un sillón, con una mesita al lado, la cual tenía una pizza. A juzgar por el humo, estaba caliente. Me hizo un gesto para que me acercara, así que lo hice. Me senté encima de su regazo, el cogió un trozo de la pizza, y lo acercó a mi boca. No vacilé en pegarle un bocado, tenía algo de hambre. Después, él mordió otro poco.

-¿Te gusta el cuarto? -preguntó.

-Si, es muy bonito. ¿Dónde estamos?

-Es la casa de mi abuela, que estará cinco días fuera. Entonces, aproveché a decorarla un poco porque me pidió que se la cuidara.

Volví a dar un mordisco, tenía bastante hambre.

♥♥♥


-¡No quiero! -grité corriendo por el cuarto riéndome.

-¡Dámelo! ¡Es mío! -me perseguía por la habitación. Llegó el momento en el que me fatigué y me despisté un segundo. Él me había atrapado, me tumbó en la cama colocándose encima casi sentado encima de mí, agarrándome con sus manos mis muñecas, que estaban por encima de mis hombros, inmovilizada. Se inclinó hacia mí, hasta quedar su rostro con el mío próximos. -Dame el último trozo de pizza. -Sonó amenazante.

-¿Y si no? -pregunté divertida. Él no vaciló, empezó  a hacerme cosquillas y yo a retorcerme. Le entregué el trozo, y él victorioso, sin quitarse de encima de mí pegó su mordisco. Dio otro, y otro más. Así se la acabó y volvió a dejarme inmovilizada. -Pero si ya te lo di. -Me quejé.

-Pero te resististe. Ahora discúlpate.

-No quiero.

-¿No? -preparó una de sus manos, la posó suavemente en mi vientre para hacerme cosquillas.

-Vale, vale. -Se lo impedí. Pero él no apartó la mano, y capturó rápidamente mis labios. Aún tenía el sabor de la pizza en él. -Perdón por haberte quitado el último trozo de pizza de zanahoria. -Susurré, y él volvió a acercar sus labios a los míos. Tan perfecto era todo.

-Perdonada estás. -Sonrió, y la mano que seguía en mi vientre comenzó a acariciarlo mientras continuaba con otro beso. Metió la cálida mano dentro de mi camisa blanca, y desabrochó un botón. Frené el beso.

-¿Quieres...? -pregunté.

-¿Por qué no? -Me respondió sonriente. -Solo si quieres, claro. -La verdad es que no me esperaba que el fuese a querer eso cuando me trajo aquí, aunque bueno. Viendo cuanto se había esforzado tanto en decorar la habitación, pues algo cuadraba.

-Es que... No sé. -dije algo confusa.

-Si no quieres no pasa nada en serio. -Dijo él acercándose a darme un beso en la mejilla.

-Es que es mi primera vez -susurré en su oído. Él me miró.

-Pues haré que sea la mejor.

Capturó una vez más mis labios, dándome un beso dulce, pero apasionado al mismo tiempo. Después, me mordió el labio inferior mientras me quitó poco a poco la camisa. Se alejó un poco, y se quitó el su camiseta. Volvió a acercarse a mí, rozando su pectoral con mi vientre. Volvió a mis labios, y después se desvió a mi oreja. La mordió suavemente, cosa que provocó un escalofrío, erizando cada parte de mí. Estaba algo nerviosa. Iba a perderla con él. Es verdad que ya llevábamos juntos un tiempo, y le quería. Así que estaba preparada.

-Tú tranquila. -Me dijo al oído. -No pasará nada. -Bajó sus manos a mis vaqueros y en cuestión de minutos ya no estaban. Intenté quitarle los suyos, pero mi inexperiencia y su cinturón me lo impidieron. Cosa que provocó una leve risa por parte de Louis, y me sonrojé. Él me ayudó a quitarlos, encontrándonos ya ambos en ropa interior. -Cuando te sonrojas estás preciosa. -Volvió a darme un beso, intenso. -Ahora tan solo relájate. No va a pasar nada.

Esas palabras me tranquilizaron mucho. Así que me relajé; como él dijo, y me dejé llevar.


Continuará...

-------------------------------------------------------------
Este va dedicado a una de mis Dreamers, que al parecer está triste. No lo estés cielo, toma este capítulo para ti :')

Capítulo 11 (Segunda Temporada)

Descanso, estaba con Lauren en la cafetería, nos dirigíamos a una mesa donde estaban Niall, Steven, y dos chicos más, supongo amigos suyos pero que no reconocía. No solía hablar mucho con ellos y nunca dio el caso de que nos presentaran.  Mientras nos acercábamos, sin querer tropecé con una chica.

-Perdón. -Salió de mi boca. La chica se giró, era ella. -¿Cómo te llamas? -Pregunté para asegurarme.

-Joe, ¿por qué? -preguntó la chica. Tardé en responder, la verdad es no sabía por qué le había preguntado. Tan solo había sido curiosidad.

-No, nada. -Dije. -Me confundí de persona... -Mentí. Seguí mi camino junto a Lauren.

-¿Por qué no le dijiste nada? -Me dijo Lauren. -Estoy en tu lugar y le cantaba las cuarenta. -No respondí. Tan solo me había quedado con la cara de la chica. No parecía mala a simple vista, y creo que no sabía quién era. Había sido algo extraño. -¿Me estás escuchando?

-¿Eh? Si, si. 

-¿Estás bien? Anda, alegra esa cara. Que luego te vas con Louis, a saber qué hacéis vosotros dos. -Me miró pícara.

-A saber, no me quiso decir nada.

-Seguro que lo pasáis bien. 

Llegamos a la mesa y nos sentamos. Lauren como no al lado de su novio, y yo en único hueco, al lado de Niall.

-Hola. -Dije sonriente. 

-Hola _____, ¿sabes dónde está Louis? -preguntó Steven.

-Si, dijo que estaría ocupado ahora. 

-¿Qué tal vuestra reconciliación? -preguntó Niall alegre.

-Bien. -Le respondí con una sonrisa.

-¿Tu eres ____, la novia suya? -preguntó uno de los chicos que desconocía. Yo asentí.  -Me llamo Liam.

-Encantada Liam -le sonreí y el chico hizo lo mismo. No sabía cómo era que nunca hubiera coincidido con ellos, pero es verdad que me sonaba el nombre. Supongo que Louis alguna vez lo mencionó.

-Yo me llamo Zayn. -Dijo el otro chico, al que también le regalé una sonrisa.

Bueno, pues ya conocía a los otros dos chicos, y ellos junto a Niall eran bastante graciosos la verdad. El descanso estuve un buen rato hablando con ellos mientras mi amiga y su pareja se comían los morros cada segundo. Se les veía tan felices juntos. 
Se pasó bastante rápido el descanso entre risas.


♥♥♥


-¿Preparada para la sorpresa? -dijo Louis en cuanto me vio llegar a su coche y entré. 

-Por supuesto. -Dije con una sonrisa divertida.

-Pues ahora, tápate los ojos. 

Cogió una banda blanca con dibujos abstractos pintados en negro. Me la ató a la altura de los ojos de manera que no veía nada. Me dio un beso en la mejilla, y sentí como arrancó el coche.


Continuará...

----------------------------------------------------------

Bueno, aquí os dejo el capítulo nuevo. Por cierto, que sepáis que agradezco mogollón todos los comentarios positivos que tuvisteis, y que apareciera el fandom 'Dreamers'. Me lo decís en ask, que sois dreamers; y también en tuenti y es que quedo en plan, guau. Gracias en serio, sois las mejores lectoras♥

jueves, 20 de marzo de 2014

Capítulo 10 (Segunda Temporada)

La tarde anterior la pasé estudiando y haciendo deberes. Cada vez eran más los exámenes por semana, pero tenía su explicación. Se acercaba fin de curso. Quedaba como un mes para que terminaran. La cuestión, es que era mi último año de universidad. Se acabarían los estudios y diría hola a trabajar. ¿Que qué sería? Pues seguramente trabajaría en el negocio de mi madre. Un trabajo aburrido, pero ¿qué le iba a hacer? Muy bien pagado, y con buen futuro. En cuanto mi madre se jubilara pasaría a ser yo la jefa, así que era tener dinero seguro en el futuro.

Bueno, era por la mañana y estaba caminando hacia la universidad. No me apetecía ir con Louis en coche después de la riña que ayer habíamos tenido. ¿Cómo podía llegar a ser tan pesado ese chico? No me entraba en la cabeza. 

-Hola. -Dijo una voz masculina detrás de mí. No la reconocí así que me giré para ver de quién se trataba. Vi a un chico rubio, de ojos azules. Bastante más alto que yo, y a decir verdad era algo atractivo. 

-Hola. -Contesté algo insegura, ya que no sabía la razón por la cual el chico me había llamado. -¿Te puedo ayudar en algo?

-¿Eres _____, verdad? -me preguntó. Yo asentí algo asustada, ¿por qué sabía mi nombre? -No te asustes -rió- me llamo Niall. Soy amigo de Louis. ¿Puedo ir contigo a la universidad?

-Claro. -Dije sonriente, para ser amable. A decir verdad me sonaba su cara, pero no tenía idea del nombre hasta que me lo dijo.

-Ayer por la tarde estaba raro. -Me comentó.

-¿Salió? 

-Sí, estuvo conmigo, un amigo nuestro y unas chicas. -Continuó. -Sabía que estaba contigo pero nunca habíamos hablado no sé por qué. Y bueno como te vi ahora quería preguntarte si sabías la razón de que estuviera ayer así.

-No -mentí- no tengo ni idea.

-¿Seguro? -preguntó. Dios, ¿por qué todo el mundo tenía que notar cuando mentía?

-Fue tan solo una pequeña pelea... -Dije algo bajo. 

-¿Discutisteis? -preguntó, y yo asentí. -¿Por qué?

-Pues, por tonterías. No se... Nos pusimos cabezotas los dos, nada más.

-Bueno, entonces me imagino que lo arreglaréis. -Dijo él convencido. Parecía agradable este chico. Cuando quise darme cuenta ya estábamos en el campus. -Mira, ahí está. -Me dijo al ver a Louis en la entrada, esperándome. Nos acercábamos allí.

-Hola... -Dijo Louis. Niall me miró y guiñó un ojo.

-Os dejo solos, que tengo examen a primera hora. Nos vemos, un gusto _____.

-Lo mismo digo, suerte. -Contesté, y Niall marchó. Louis me miró y cogió mi mano. Me acercó a él, y me enganchó de la cintura, mientras él se apoyaba en un pequeño muro. 

-Lo siento cielo. -Me susurró a un oído. -No debí ponerme cabezota. 

-No pasa nada... Lo siento yo, que fui muy idiota. -Me sonrió, y me sentí aliviada. No me gustaba pelear con él, y esta era tan solo nuestra primera pelea. Y había sido por una tontería así que nada. 

Me dio un beso en los labios, bastante intenso. Desde ayer no había probado sus labios, y lo necesitaba. 

-¿Te apetece hacer una pequeña escapadita hoy? -dijo con mirada pícara. 

-Lou, estamos acabando el curso. No creo que sea buena idea pirar ahora.

-Bueno, pues cuando acaben, te doy una sorpresa. Espérame aquí, en el descanso estaré ocupado.

-¿Ocupado? -pregunté extrañada.

-Ya verás. Luego nos vemos cielo. -Me volvió a dar otro beso,  y nos interrumpió la campana. -Te quiero.

-Y yo a ti. 

Marchamos cada uno a su clase. ¿Qué sorpresa tendría preparada Louis? Me remordía la intriga, a decir verdad. Pero tenía que concentrarme en clase, a demás de que hoy tenía dos exámenes. Así que concentración, la sorpresa ya llegaría...


Continuará...


--------------------------------------------------------
Mira, que me da igual que me comentéis y me pidáis siguiente, porque demuestra que os gusta la novela. Pero jolín, esta pregunta ( pregunta ) Me cabreó. Me fastidia perder lectoras, y mucho, y que sepáis que si no subo es por eso, jo. Si por mi fuera os hacía todos los maratones del mundo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Capítulo 9 (Segunda Temporada)

MINIMARATÓN



Habían terminado las clases. Estaba saliendo con Louis del recinto. Íbamos de la mano, y no decíamos mucho a decir verdad. Una chica se despidió en la distancia de Louis, con la mano y su sonrisa.

-¿Esa es Joe? -pregunté sin escrúpulos.

-Si, ¿por?

Fijé la mirada en ella. Era una chica, bastante alta gracias a los tacones de sus botas negras. Llevaba unos leggins y una cazadora de vaquera, más una camisa y bastante maquillaje. El pelo era negro tirando a pelirrojo, bastante corto. Por encima de sus hombros, liso. Tenía además un piercing, en la nariz.

-¿Sigues enfadada por lo del descanso? -me preguntó. Claro que él se refería a que me llamó Joe, y no a lo que me contó Lauren ya que no le había comentado nada de eso. Tan solo había querido olvidar lo ocurrido. Seguro que eran coincidencias.

-No. -Contesté. Llegamos al coche, y una vez dentro quedó él un momento pensativo sin arrancarlo. No sabía que se le pasaba por la cabeza, pero cuando pasaron cinco minutos y él no hacía nada, decidí averiguarlo. -¿Te ocurre algo Louis? -pregunté. Él no respondió. -¿Louis?

-¿Qué?

-Si te pasa algo.

-Ah, no.

-¿Por qué no arrancas?

-Perdón, estaba ido.

Y tan ido. Arrancó el coche y a penas decíamos nada. Tan solo se escuchaba el sonido del motor, y mi uña contra el reposabrazos del asiento. Era como un pequeño tic que tenía.

-¿Hoy quedas en a comer en mi casa? -me preguntó mientras tenía la mirada en la carretera.

-No, hoy llévame a casa. Tengo... -hice una pequeña pausa sin saber que decir- que hacer unos cuantos deberes por la tarde.

-Los podemos hacer juntos. -Mierda, ¿ahora qué decía? Y la verdad, no sabía la razón pero no me apetecía estar con él.

-Es que tengo que concentrarme, son difíciles. -La primera excusa que se me pasó por la cabeza.

-______, sé que te pasa algo. ¿Por qué no quieres quedar?

-Que estoy bien Louis. -Dije seria mirando por la ventana.

-No, dime qué te pasa.

-Que no me pasa nada. -Repetí insistente, pero él continuó.

-Que sí, que te conozco. Dímelo.

-¡Louis! Que no me pasa nada, joder. -Ya me estaba molestando. Si no iba a decir nada no lo haría, y punto. Ya me estaba calentando.

-Si me lo dices paro, y ya está.

-Joder que pesado te pones a veces... -Comenté. Él calló unos segundos.

-¿Cómo que pesado? Eres tú la que estás rara y no me quiere decir la razón.

-Pero si te digo que no me ocurre nada, es que no me ocurre nada. Pero tú sigues insistiendo e insistiendo.

-¿Ves? Estás borde, muy borde. Y no me gusta. Eso es que pasa algo y no me lo quieres decir.

-¡Que no me pasa nada! Pero si sigues mareando la perdiz insistente, me irritas.

-Dios mío que irritable estás.

-Y tú que pesado.

-Borde.

-Pesado.

-Mal humorada.

-Inmaduro. -Él frenó el coche. El ambiente se caldeaba.

-¿Inmaduro?

-Si, inmaduro.

-Habló la que se enfada por cualquier cosa.

-¡Que no estaba enfadada, joder!

-¡Eso quiere decir que ahora sí!

-Joder.  -Hubo un pequeño silencio. Estaba sentada de brazos cruzados, mirando por mi ventanilla, mientras que Louis miraba por la suya del mismo modo. Decidí coger el bolso, y abrir la puerta. Desabroché el cinturón y salí. Di la vuelta al coche para ir hacia la acera. Él abrió la ventanilla.

-¿A dónde vas? -preguntó.

-A mi casa. -Dije sin siquiera mirarle.

-¿Sola?

-No quiero verte ahora mismo.

Esas fueron las últimas palabras mías. Puede que Louis respondiera pero no oí más debido a la distancia que ya nos separaba. Madre mía, que pesado se había puesto. Vale, que si me pasaba algo pero joder, no era para ponerse así en absoluto.

Continuará...

-----------------------------------------------

Lo siento por no subir, os compensé un poco con este mini maratón. Como estos días tengo que estudiar, si hay bastantes comentarios mañana hago otro maratón♥

Capítulo 8 (Segunda temporada)

MINIMARATÓN


Sonó el timbre, descanso.

Me acerqué a mi taquilla para dejar unos libros y así no estorbaran. Noté unas manos en mi cintura. Cerré la puerta de la taquilla haciendo que sonara al chocar un metal con el otro. Me giré con una sonrisa, tan solo ese olor a One Million delató su identidad.

-Hola. -Sonreí mordiéndome el labio. El chico me sonrió.

-¿Qué tal cielo? -preguntó Louis también sonriente.

-¿Bien y tú?

-Genial, ahora que te veo. Me pasó la mañana más lenta. -Me puso contra la pared y me dio un beso en los labios. Al principio normal, luego lo intensificó. Optó por morderme el labio inferior, cosa que me encantaba.

-¿Cómo es que estás tan cariñoso? -pregunté. Él se encogió de hombros.

-Me apetece. -Volvió a capturar mis labios. No sabía la razón de su comportamiento, pero me gustaba. Me reí. -¿Qué ocurre?

-Me haces cosquillas. -Dije refiriéndome al roce de su pelo en mi frente. Él sonrió y siguió besándome. Alguien carraspeó la garganta, llamándonos la atención.

-______, siento interrumpir. Tengo que decirte una cosa...

-Dime. -Ella miró a Louis. Ambos lo captamos.

-Bueno, voy a la cafetería con los chicos. Os espero allí. -Dijo Louis marchándose.

-Mira -me dijo bajo cuando éste desapareció por el pasillo. -Es que antes vi a Louis con Joe.

-¿Joe?

-Si, es una que va con él a Latín

-Ah, ¿y qué?

-Pues que la vi bastante zorra.

-Lauren.

-Perdón, demasiado pegada a tu novio.

-¿Cómo demasiado pegada? -pregunté.

-Pues no sé, demasiado cerca. Me parece sospechosa.

-No creo Lauren, además, confío en Louis.

-Yo solo te aviso. Yo también confío en él, pero no en ella. Tengo oído que zorrea mucho.

-Mira, voy a preguntarle a Louis, ya verás cómo no pasa nada.

-¿Estás loca? -me dijo cuando empecé a caminar a la cafetería. Ella me siguió pero no le prestaba atención. Iba a hablar con Louis, seguro que no pasaba nada.

-Louis -dije al llegar- ¿A que Joe tan solo es una compañera tuya, nada más?

-¿Qué? -preguntó él con el ceño fruncido -¿Joe? Pues claro.

-Ves Lauren, -le susurré, cuando se colocó en mi lado. -¿Antes estuviste con ella? -Pregunté en tono normal.

-Si, bueno. Me pidió unos apuntes. -Me alivié. -Es una chica genial, muy agradable. Siempre es tan cariñosa.

Carraspeé la garganta. Me molestó que dijera que fuera cariñosa.

-Pero tú eres mejor cielo.

Continuará...

Capítulo 7 (Segunda temporada)

MINIMARATÓN

Aparqué el coche en frente de la casa de Louis. Era domingo por la tarde, y había decidido ir a verle. Antes de salir del coche, me llamaron al móvil. Seguro que era la pesada de mi madre, ya que tan solo llevaba puesto unos leggins, una camiseta y una sudadera por encima. Ella había insistido en que me abrigara más porque aún hacía frío. Pero yo no le hice caso y salí tal cual. Fijo que se habría dado cuenta ahora.

Miré la pantalla, pero no ponía mamá, si no ''Harry''. ¿Por qué me llamaba? Vacilé unos segundos en cogerlo. ¿Lo hacía? ¿Sí? ¿No? Descolgué, y me lo llevé a la oreja.

-¿______? -preguntó su ronca voz, y yo no fui capaz de contestar. No estaba preparada para hacerlo. Puede que verlo el viernes, hizo darme cuenta que aún no lo había olvidado del todo. Aún estaba ahí la cicatriz. -¿_______?

Colgué el teléfono. Había quedado sin habla. Esperé unos minutos a asimilarlo. Harry me había vuelto a llamar.

-No ________, no te hagas ilusiones. -Me dije a mi misma, guardé el móvil en el bolsillo de la sudadera. Salí del coche y eché el seguro.


Como siempre la madre de Louis me recibió con una sonrisa. Subí al cuarto de mi novio, el cual estaba de pie dando vueltas por la habitación, con el móvil en las manos.

-Deberías estar guardando reposo. -Dije al entrar. Él llevó su vista del aparato hacia mí y me regaló una de sus sonrisas. Me acerqué a él y él no vaciló un segundo en pegarme a él abrazándome con su brazo izquierdo, ya que el otro seguía manteniendo el móvil. Yo le abracé también, con cuidado. -¿Aún te duele? -pregunté refiriéndome a las heridas.

-Casi nada. -Le miré y él hizo lo mismo. Le di un pequeño beso y una sonrisa.

-Deberías estar tumbado. -Él asintió.

-Vale mamá. -Reímos y fuimos a la cama, donde ambos nos tumbamos.

-Tienes que estar bien para mañana ir a clase.

-No quiero ir mañana a clase. -Refunfuñó como un niño pequeño. -Estoy malo. -Tosió un poco, obviamente para hacerse el malo. Yo reí.

-Que dramático. -Él también rió. Seguía con el móvil en sus manos. -¿Qué haces? -Le pregunté refiriéndome a eso.

-Nada. -Dijo él rápidamente, y dejó el móvil en una pequeña mesa. Yo fruncí el ceño.

-Algo tendrías que estar haciendo.

-Que no es nada cielo. -Me dio un beso en la frente. - Mañana te voy a recoger para ir a clase, ¿vale?- Cambió de tema.

-¿Crees que podrás conducir así? -pregunté.

-Que me dieron unos golpes, no tengo huesos rotos ni nada. Tranquila. -Sonrió. -Gracias por preocuparte por mí. -Le sonreí.

-Eres mi novio, ¿cómo no me voy a preocupar por ti? -se colocó encima mía, apoyándose en sus antebrazos. Me dio un beso, y me sonrió. -Ten cuidado, no te hagas daño. -Advertí, pero él negó con la cabeza y volvió a capturar mis labios con rapidez.

-Te quiero. -Me susurró acercándose a mi oído.

-Y yo a ti.

El chico de ojos azules me capturaba con la mirada, mientras yo rozaba su torso metiendo la mano debajo de su camiseta blanca, con una chaqueta vaquera encima. Paraba en cada uno de sus hematomas dando un pequeño masaje que a veces hacía que gimiera. Me sentía, y me sentiría mal, seguía con la idea que estaba así por mi culpa. ¿Quién me había mandado acercarme a Harry? Solo trajo problemas, y ahora esos problemas me siguen a mí.

Continuará...

viernes, 14 de marzo de 2014

Capítulo 6 (Segunda temporada)

Maldecía no haber bajado las persianas ayer por la noche cuando los rayos de luz entraron por la ventana, y me desperté. Miré mi móvil y eran las diez de la mañana. Me incorporé dejándolo a un lado, encima del libro que ayer Louis estaba leyendo. Me estiré, y me levanté. Fui a la ducha que tenía en su cuarto Louis, necesitaba despejarme un poco de lo ocurrido ayer.

Cuando me quité la ropa pude notar en mis brazos unos moratones, marcas que ayer me había dejado uno de esos brutos por lo fuerte que me agarraba. Ayer al ponerme el pijama no había mucha y luz y no las había notado, pero ahora me dolían un poco.

-Cabrones. -Mascullé.

Me metí en la ducha y en diez minutos salí. Había cogido uno de los conjuntos antes de entrar, un jersey holgado, con unos shorts desgastados, y para no pasar frío unas medias negras debajo, con un pequeño estampado de encaje. Y por último, unos botines con tacón. Bastante para el gusto de mi madre, pero normales para alguien de mi edad. Me sequé el pelo, dejando que se ondulara, cayendo así hasta poco antes de mi ombligo. Me miré al espejo, y saqué de un neceser del segundo cajón, maquillaje. Tenía todo siempre preparado en su casa para casos como éste, en el que me apetecía quedar allí. Cogí el eyeliner y me hice una pequeña raya en el párpado, y después me puse rímel. Me encanaba sentir mis pestañas largas y notables. Pero no solía maquillarme más que eso porque me parecía excesivo.

Dejé todo en su sitio y salí del baño. Louis aún estaba en el séptimo cielo. No sabía si despertarlo, era sábado y ayer había sido un día de locos, así que tan solo me puse a su lado. Estaba sentada, observando cómo dormía, lo adorable que estaba. Se me desviaron los pensamientos a Harry. Hacía mucho que no hacían eso, pero no me extrañaba. ¿Qué hacía aquí de nuevo? ¿Quedaría mucho tiempo? ¿Qué fue de Lottie? ¿Cómo se me ocurre preguntarle esa estupidez? ¿Sería verdad que había marchado del país por un tiempo? ¿Sólo serían rumores? ¿Por qué nos ayudó? Me pasaban mil preguntas por la cabeza, y no lograba encontrar respuesta a ninguna de ellas. Lo que sabía era que volvió, pero que yo seguiría intentando no estar con él. No, y no. No lo haría.

Louis gimió, y yo me aparté por si acaso le había tocado alguna herida o alguna cosa por el estilo. Giró su cabeza hacia mí, y abrió un poco uno de sus ojos. Me dedicó una sonrisa enseñándome cada uno de sus blancos y perfectos dientes.

-Buenos días. -Le dije. Él se giró de manera que todo su cuerpo miraba hacia mí, y con un brazo me acercó a él. Me tumbé a su lado, y Louis cogiéndome de la cintura me acercó a él.

-Ten cuidado, te puedo hacer daño.

-No te preocupes. -Me dio un beso, y en medio de éste dejó escapar una sonrisa. Me encantaba. Me mordió el labio inferior después de esto, con cuidado claro. Y más tarde me volvió a dar otro beso. -¿Hoy que vamos a hacer? -me preguntó.

-Tengo que estudiar para literatura universal, y tú para latín. -Él bufó. -¿Iremos a la biblioteca?

-Estoy malo... -se quejó. Yo le sonreí. -No me apetece ir a la biblioteca.

-Bueno, pues vamos a mi casa. Hoy mi madre no estará. -Sonrió de nuevo.

-Me parece buena idea.

-Vendrá a buscarme por la mañana, ven también si quieres y quedas a comer. Sabes que a ella no la molestas.

-Perfecto. -Volvió a darme otro beso, y yo lo seguí unos instantes. Después me aparté de él y me levanté. Él me miró indignado. -¿Cómo me dejas aquí?

-Anda vete a ducharte, que avisaré a mi madre. -Le sonreí y él asintió. Cuando se levantó vi su torso, ya que él está acostumbrado a dormir sin camiseta. Le había reñido más de una vez por hacerlo a estas alturas, que hacía un tanto de frío. Aún era Mayo. Noté cada uno de sus golpes, me dolía más a mí que a él, verle así. Seguía teniendo la culpabilidad en mi cabeza.

-¿Te ocurre algo? -me preguntó, y yo negué con la cabeza despejándome de esos pensamientos.

Cogí el móvil mientras él se metía en el baño. Marqué el número de mi madre, y enseguida respondió. Le conté los planes y estaba de acuerdo, en una media hora estaría allí. Cuando colgué en la pantalla aparecía un mensaje. Lo abrí.

'' ¿Estáis bien? '' Harry.

¿Harry? ¿Me había vuelto a mandar un mensaje? Hacía mucho que no hacía tal cosa. ¿Se preocupaba por mí?

'' Si. ''

Contesté sin nada más, y él no respondió. Supongo que tan solo quería asegurarse se estábamos bien nada más. Pero, ¿por qué?

-¿En serio no ocurre nada? -preguntó Louis saliendo de la ducha con tan solo una toalla tapándole de cintura a rodillas, con mechones goteando. Se acercó a mí por atrás y me dio un abrazo.

-Segura.

-¿Te deja tu madre que estudiemos allí?

-Por supuesto. -Sonreí, me giré para encontrarme con su cara. Le miré repasando todas sus facciones, como ya muchas veces hacía hecho. Le di un beso en la comisura, a lo que él respondió con una sonrisa.

Continuará...

jueves, 13 de marzo de 2014

Capítulo 5 (Segunda temporada)

-¿Seguro que estás bien? -preguntó mi madre por décima vez, una vez nos encontrábamos solas en el coche. - Podemos ir a casa.

-Tranquila mamá, estoy perfectamente. Quiero ir a casa de Louis, él está peor que yo, no quiero dejarlo solo. -Sobre todo porque me sentía culpable de que estuviera así.

-Vale, pero si te sientes mal o algo me avisas. Y por favor, ni se os ocurra volver por sitios así. No quiero otro disgusto.

-Tranquila mamá, andaremos con más cuidado. Por cierto, me invitaron a cenar y seguramente quedaré a dormir. -Normal, eran las nueve de la noche. Además, no había problema ya que en un cajón de su cómoda tenía siempre un par de conjuntos y un pijama de emergencia, más mis zapatillas.

-Vale. Mañana ya te vendré a buscar.

Enseguida llegamos a casa de Louis, ella aparcó en doble fila sin siquiera quitar la llave del coche. Yo salí y ella emprendió camino a casa. Entré en el jardín de la casa, y piqué a la puerta.

-Ya estás aquí _____, -dijo la madre de Louis con una sonrisa, como siempre. Yo se la devolví. -¿Tu madre marchó?

-Si, creo que tenía trabajo en casa.

-Bueno, no pasa nada. Entra cielo. Louis está en su cuarto. -Asentí con una sonrisa y pasé. Subí las escaleras que daban al segundo piso, y fui hasta la habitación de mi novio. El cual estaba sentado en la cama, apoyado en un cojín con los pies extendidos, en pijama, con un libro en las manos.

-Hola. -Dije yo cerrando la puerta y acercándome a él. Louis perdió de vista el libro para mirarme, puso un marca páginas, lo cerró y lo hizo a un lado. Me sonrió.

-Hola. ¿Te dejan quedar a cenar? -Asentí.

-¿Te encuentras mejor? -le pregunté, sentándome a su lado.

-Si, estoy bien. Tan solo me duelen un poco los golpes. -Seguía sintiéndome culpable por lo sucedido, me fastidiaba que él estuviera así por mi culpa. -Por cierto, ¿por qué esos chicos querían vengarse? -me preguntó curioso. Yo no supe que responder, ¿qué iba a decirle? ¿Qué Harry había matado a su amigo y se querían vengar? Pues no, igual se asustaba. Igual no quería volver a estar conmigo por temor a ellos. A saber. La cuestión, es que no se lo quería decir.

-Igual, se equivocaron y me confundieron con otra persona. -Dije lo primero que se me pasó por la cabeza.

-Puede ser, pero... No sé. Pasó todo tan rápido.

-Bueno, lo importante es que te mejores del todo. ¿Podrás ir el lunes a clase? -Él bufó.

-Espero que no. No me apetece ahora mismo nada. -Yo reí.

-Vago. -Dije con cara divertida, y él sonrió.

-¿Y si no vamos? Podemos quedar en nuestro jardín.

-¿Louis pensando en hacer pellas? Me lo han cambiado.-Él se rió. -Tú piensa en ponerte bien del todo, luego ya veremos. -Me pasó el brazo por detrás mío, agarrándome de la cintura. Me acercó a él y me dio un beso en los labios. Yo lo hacía con cuidado, no quería hacerle daño, mientras que con su brazo me juntaba a él, cosa que me daba miedo.

-¿Qué te pasa? -preguntó al ver que tiraba hacia atrás. -No me haces daño.

-¿Seguro? -le pregunté, no quería que mañana estuviera peor.

-Claro que no boba. -Me sonrió e hice lo mismo. Volvió a juntarme a él, esta vez no me aparté pero seguía con el miedo de causarle el más mínimo daño.

Minutos después, nos llamaron para ir a cenar. Lo bueno de los padres de Louis, era que con ellos nunca había silencios incómodos. Siempre daban conversación y eran agradables, al igual que su hijo. Me agradaba estar con ellos, eran una familia de verdad, no como la mía.

Continuará...

miércoles, 12 de marzo de 2014

Capítulo 4 (Segunda Temporada)

Al poco apareció Harry. Estaba caminando tranquilamente, buscándome. Enseguida nuestras miradas se cruzaron, y no sabría deciros del por qué pero intenté evitarla. Miré hacia abajo agachando la mirada. Él se acercó a mí, y se sentó también en el suelo, a mi lado.

-¿Está bien? -me preguntó serio. Yo seguía evitando su mirada. Sabía que si no lo hacía, volvería a bajar mis defensas. Tan solo sus ojos verdes podían derribar mis murallas y volvería a caer. No podía hacer eso, me había costado olvidarle.

-No me dijeron nada. Está con el doctor dentro...  -Hubo un pequeño silencio, algo insoportable a decir verdad. No era fácil estar con Harry en esa situación. No sabía que decir, ni qué hacer.

-¿Por qué te importa tanto ese chico? -me preguntó sin ton ni son. Yo me encogí de hombros. -¿Estáis saliendo? -dijo al ver que no respondía a la anterior pregunta. No sabía que decir. Abrí los labios para responder, pero no salían palabras de mi boca. Me costaba, mucho. -Eso es un sí... -Él lo había dicho todo solo.

Volvió a haber otro pequeño silencio, que me ponía un tanto nerviosa. Tener a Harry tan cerca y a la vez tan lejos hacía sentir en mí una sensación un tanto extraña y desagradable. Quería preguntarle muchas cosas, como el por qué se había ido, cuánto tiempo estuvo fuera, y cosas por el estilo. Pero no podía, y no podía. Lottie me venía a la cabeza, ella y él juntos. A pesar de todo el tiempo que había pasado seguía recordando a la perfección esa noche de verano, y no entendía por qué él había hecho eso. Por qué había decidido estar con ella en la cama. No lo entendía.

-¿Por qué lloras? -me preguntó. No me había dado cuenta de que se me había escapado una lágrima al volver a mí, esos espantosos recuerdos. No lo entendía, se suponía que ya lo había olvidado. ¿Por qué?

-Tonterías... -respondí escondiendo mi rostro, colocándome en posición fetal, con las piernas encogidas y abrazándolas. No quería verle.

-Puedes decírmelo. -Oí decir con su ronca voz. Alcé la vista, y sin temor, crucé mi mirada con la suya.

-Nada. Tan solo estoy preocupada por Louis. -Mentí. Es verdad que en parte estaba así, pero la mayor parte de mi estaba mal por otra cosa. Por él.

-No te preocupes -dijo él colocando su brazo por mis hombros y juntando su cuerpo con el mío. Gesto que provocó un escalofrío por todo mi cuerpo. Unas cosquillas en mi barriga. Algo, que no sabría explicar con palabras. Sentí lo mismo, que la primera vez que me rozó, cuando se puso delante mía protegiéndome de Tom. -Seguro que está bien, tan solo fueron unos golpes.

No dije nada, estaba confundida. Él estaba como si nada hubiera sucedido, abrazándome. No le entendía, era un chico demasiado enigmático.

-Harry... -Dije valiente. Tragué saliva, y el chico me prestó atención. - ¿Hice algo mal? -pregunté. El rizoso frunció el ceño. Igual no había entendido la pregunta, o tan solo se había enfadado, no lo sabía. - Me refiero, ¿por qué? ¿No fui demasiado? ¿Te gustaba Lottie más? -volvió a caer una lágrima por mi mejilla.

-_____, te lo dije muchas veces, fue todo un malentendido- yo negué con la cabeza.

-Harry, eso no me lo creo. No me creo que la abrazaras por un 'malentendido'.

-Te dije qu...

-¿Familiares de Louis Tomlinson? -salió un doctor por la puerta, interrumpiendo a Harry. Yo me levanté. Y fui hacia el señor calvo, que rondaba los cincuenta y tantos.

-Yo, soy su novia. ¿Qué tal está? ¿Se encuentra bien? -pregunté preocupada.

-No se preocupe señorita, el chico está bien. Tan solo tiene unos cuantos hematomas y alguna que otra herida pero nada grave. -Me alivié al oír esas palabras.- Tan solo mantendrá reposo hasta que se encuentre bien del todo y le daremos el alta.

-Muchas gracias doctor, ¿podría entrar a verle? Por favor…

-Claro, acaba de despertar hace cinco minutos. Tan solo, no haga mucho ruido.

-Muchas gracias de nuevo.

Me limpié las lágrimas, gracias a dios no llevaba maquillaje ese día así que no había problema. Entré en la habitación blanca y fría, y él giró su cabeza al notar mi presencia. Esbozó una sonrisa, y yo me acerqué a él.

-¿Qué tal estás cariño? -pregunté alegre al verle por fin despierto.

-Si, tan solo me duele un poco la barriga. -Dijo con una sonrisa, yo llevé una de mis manos a su mejilla, y otra a su vientre. Ésta última, empezó a hacerle suaves masajes. Tenía miedo de hacerle daño, pero él solo sonreía así que supongo que no.

-Lo siento mucho mucho mucho. -Me disculpé.

-¿Por qué?

-Por mi culpa esos imbéciles te han dejado así. -Él llevó una de sus manos junto a la mía, la que tenía en su mejilla. La cogió y la entrelazó.

-No pasa nada. -Yo me acerqué a él y le di un pequeño beso en los labios. Tenía miedo, por si le hacía daño en la herida que tenía en el inferior, pero no se quejó.

-Si te hago daño me avisas. -Le dije refiriéndome al masaje o al beso.

-No te preocupes, me haces todo lo contrario. -Le sonreí. Este chico era un ángel.

-Me dijo el doctor que en cuanto te encuentres bien para caminar ya podrás ir a casa, solo tienes que guardar reposo. -Hice una pequeña pausa. -Voy a llamar a tus padres para que vengan, salgo de la habitación para no molestarte. -Me alejé de la camilla.

-No molestas. -Dijo sin soltarme la mano.

-Tienes que guardar reposo. -Me acerqué y le di un beso en la frente. -Enseguida volveré.

-Vale, no tardes por favor.

Me soltó y yo cogí mi bolso, para salir y llamar a sus padres y de paso a los míos para que vinieran a buscarme. Cuando salí, Harry ya no estaba allí, cosa que me extrañó muchísimo. Pero bueno, me centré en llamar a los padres de Louis y contarles lo ocurrido con delicadeza, para que no se preocuparan. Claro, que esquivé los detalles de que esos matones me conocían. Enseguida ellos aparecieron aquí para ver a su hijo, y en pocas horas marchamos a casa.

Continuará...

-----------------------------------------------------------

Holi babes, ¿andáis ahí? O ocupadas con exámenes, fijo. Bueno, comentar y sigo. ¿Qué tal os está pareciendo la segunda temporada? Love you ♥

@dreamergirls009

Capítulo 3 (Segunda temporada)

El chico alto que más de una vez había visto apareció. Igual que la última vez, a pesar que habían pasado meses, muchos meses sin verlo. Sus rizos caían por su frente, pero aún así se le veían los ojos, sus preciosos ojos esmeralda. Esos labios extremadamente colorados.

Había pegado al que pretendió darme, y se había desmayado. 

-¿Vosotros también queréis? -preguntó amenazante con su ronca voz, y enseguida los otros dos empezaron a correr. Les había intimidado. 

-H-aa-ha-Harry, -tartamudeé- ¿qué haces aquí? 

-Oí como gritabas desde una cafetería de por aquí. -Hubo un pequeño silencio, el dirigió la mirada a Louis. -Que novio más blando tienes, ¿no? - ¡Mierda! Es verdad, Louis. Miré de nuevo hacia él, tenía bastante ensangrentado el labio. Cogí un pañuelo del bolso, e intenté limpiársela un poco. Él gimió y movió la cabeza. 

-Louis, ¿estás bien? -pregunté preocupada. Él volvió a gemir, me preocupaba mucho. -Louis. 

-Relájate. -Dijo Harry al ver que no dejaba de llorar. 

-¿Cómo quieres que me relaje? Mira como le dejaron esos matones. Llama a una ambulancia. -Él quedó unos segundos parado. -¡Rápido! -Reaccionó, le dejé mi móvil y llamó. -Louis, reacciona. -Él no decía nada, tan solo hacía muecas con la cara. -Joder, joder y joder.


En pocos minutos la ambulancia estuvo allí. No me dejaron entrar con él a pesar de todo lo que hice por intentar convencerlos. Así que se fueron con Louis en su interior, mientras yo maldecía a todo el mundo.

-Anda vamos. -Dijo Harry. Yo le miré. -Tengo el vehículo al final de la calle... Te puedo llevar al hospital. -Hubo un pequeño silencio. -Si quieres, claro.

-De acuerdo.

Empezó a caminar y yo le seguí. No decíamos nada, tan solo había silencio. Pero quería preguntarle tantas cosas.

Al poco se paró en frente de una moto.

-Venga, vamos. -Me tendió un casco, mientras él se ponía el suyo.

-No pienso subir ahí. -Me quejé. La moto era algo peligroso, nunca había subido a ninguna ni pensaba hacerlo. Él me miró alzando las cejas. -No me mires así... Me da miedo.

-¿Quieres o no ver a Louis? -Me lo pensé muy bien, quería ver a Louis. Así que cogí el casco con un suspiro, y me lo puse. Él me dejó sitio, y con cuidado subí. Me cogí de su cintura, muerta de miedo. Él hizo el amago de arrancar, con un tremendo ruido. Pero dejó de hacerlo. - Si me aprietas tan fuerte no puedo conducir. -Me dijo.

-Perdón. -Dije con las mejillas enrojecidas, pero no se me notaba gracias al casco. Aflojé un poco el agarre, y él puso en marcha el ruidoso cacharro. Sentí mucho miedo, me agarraba a él muy fuerte. Desde luego, subí en esa temible máquina porque quería saber cómo se encontraba Louis, si no ni de broma. Y entre otras cosas me preguntaba, ¿cómo que es que ahora tenía carnet de moto? ¿Y cómo es que consiguió una moto? No lo sabía.

Tardamos como cinco minutos en llegar, pero se me hacían eternos. Cuando paró en el aparcamiento, aún seguía con los ojos cerrados aterrorizada.

-Ya hemos llegado. -Dijo él, pero apenas le escuché por el casco. Al no oír el tremendo ruido de la moto, fue cuando me di cuenta de que habíamos frenado. Abrí los ojos poco a poco y lo confirmé. Me quité el casco, y me di cuenta de que Harry ya se lo había quitado, estaba sonriente.

-¿Por qué sonríes? -pregunté.

-Estabas tan adorable abrazándome por el miedo.

No le respondí, tan solo le di el casco y fui inmediatamente al interior del hospital. Casi corriendo me acerqué a un mostrador a preguntar por Louis.

-¿Cómo que está en urgencias? -pregunté algo exaltada- Pero está bien, ¿no? ¿Puedo verle?

-Lo siento señorita, ahora mismo no. Puedes ir a la sala de espera, está a la izquierda, hasta el fondo y luego girando a la derecha. -Asentí.

-Muchas gracias.

Fui por donde la señora me indicó, casi corría. Sabía que no podía verlo ahora, pero necesitaba noticias suyas. Me frustré un poco cuando llegué a la sala de espera y estaba casi vacía. Me senté en el suelo, ya que tan solo había dos sillas, y las dos ocupadas por las dos únicas personas que había en el salón. Me preocupaba mucho Louis, y me calló una lágrima. No quería que le ocurriera nada por mi culpa. Él no tenía nada que ver con esos matones, yo sí. ¿Por qué la pagaron con él? Recordaba visualmente los golpes que le metieron. Me aterrorizaba solo pensarlo.

-Por favor -dije en voz baja para mí misma- que salga pronto el doctor con noticias.

Continuará...

martes, 11 de marzo de 2014

Capítulo 2 (Segunda temporada)

Después, como era viernes, tocaba comer a casa de Louis. Así que fuimos allí y comí de la rica comida de Jennifer, su cocinera. Estaba delicioso, como siempre.

Después, decidimos dar una pequeña vuelta. La verdad es que era un día aburrido. Lauren, Steven y algunos amigos suyos decidieron ir de fiesta, así que no estarían. Solo estábamos nosotros.

Caminábamos por una de las calles en las periferias de la ciudad.

-Mira, este café no me suena. -Comenté al pasar por un local, la verdad es que nunca había estado por esa zona. Aunque la verdad tampoco era muy agradable. -Nunca estuve por aquí.

-Ya, la verdad es que yo tampoco. -Seguimos caminando. El camino se hacía algo oscuro, desagradable. -La verdad no me gusta mucho este sitio. -Dijo Louis.

-¿Y si nos marchamos? -pregunté. Él enseguida asintió. Dimos media vuelta, vimos unas sombras de tres chicos viniendo aquí. -Me da mala espina.

-No seas tonta. -Me dijo Louis sin parar de caminar. Esos chicos se acercaban a nosotros, y cada vez se me hacían más familiares. Cuando me los crucé, supe por qué. A penas estaban a diez metros cuando supe su identidad.

-Louis, no. No vamos por allí. -Dije con temor.

-¿Por qué? Anda, no seas boba, solo son tres chicos. -Se nos acercaban cada vez más, y en un principio nos ignoraron, pero uno de ellos se dio media vuelta y quedó mirándome.

-¡Chicos! Esperar. Mirar, está aquí ________. -Dijo éste. Tragué saliva, se me había atragantado el miedo en la garganta. Eran ellos.

En cualquier caso habría corrido, pero no podía, estaba paralizada. Esos tres chicos que ya antes había visto, esas voces, ese aspecto callejero. Frank, George e Illán. Los amigos de Tom. Retrocedí, y cogí la mano de Louis, apretándola.

-¿Quiénes son esos? -me preguntó en voz baja, pero ellos le escucharon igualmente. Yo no podía articular palabra.

-Somos unos viejos amigos. -Contestó uno de ellos, la verdad es que nunca los había diferenciado bien del todo.

-Vayámonos de aquí Lou. -Dije por fin, entrando en mí. Me dispuse a salir cuanto antes de aquella zona, pero uno de los chicos se interpuso en nuestro camino.  -Déjanos marchar.

-¿Y si no? -preguntó él amenazante.

-No te preocupes. -Dijo Louis, y empezó a caminar en el sentido contrario al que íbamos para salir por otro lado de la calle. Ellos empezaron a seguirnos. Poco a poco acelerábamos el paso, al igual que ellos, hasta el momento en que uno de ellos casi me coge del brazo. Entonces empezamos a correr a lo largo de la calle, hasta que vimos un muro. No podía ser. -Joder. -No había salida. Ellos nos alcanzaron fácilmente.

-Creo que es hora de que pagues por lo que hiciste. -Dijo el de pelo de punta.

-Yo no hice nada. -Afirmé en su contra. Él se rió.

-¿Acabar con la vida de alguien es 'no hacer nada'? -Contestó.

-¿Qué dicen? -me preguntó Louis, yo no dije nada. Las terribles imágenes de hace casi un año, me venían a la mente. Eran atormentadoras.

-Deja de hablar -dijo otro, el rubio. -Cógela de una vez.

-¿Cogerme? -pregunté anonadada, cuando uno se acercó a mí. -Ni se te ocurra ponerme las manos encima.-Dije seria. Ellos se rieron. Siguió aproximándose a mí, y yo retrocedí hasta que toqué con mi espalda el muro. El chico sonrió.

-No te acerques a ella. -Reaccionó Louis viniendo hacia mí. El pelo de punta lo miró tan solo una vez, en una fracción de segundo le empujó y Louis sin quererlo ni beberlo se fue para atrás. Cuando iba a volver hacia mí algo más enfadado, los otros dos chicos le cogieron las manos y se las juntaron en la espalda, impidiendo su movimiento. -Dejarme en paz, y dejarla a ella también. -Empezó a revolcarse para intentar soltarse sin recompensa alguna. Mientras, el chico siguió acercándose a mí, hasta que en un rápido movimiento me cogió por la cintura  fuertemente, y me acercó a él.

-Déjame cabrón. -Me revolvía en el sitio, pero lo único que conseguí fue quedar de espaldas a él, pero aún sujeta.

-Cálmate, tan solo te llevaremos a dar una vuelta.

-¿Una vuelta? -pregunté asustada. Miré a Louis que aún intentaba soltarse pero no lo conseguía, los otros dos chicos eran demasiado fuertes.  A veces gritaba, hasta que los otros dos se cansaron y le dieron con mano abierta en la cara. Se la cruzaron, literalmente. -¡Louis! -me preocupé.

-Es-e-estoy bien. -Dijo éste. -¡Soltarme de una vez!

-No sería justo -dijo el que me tenía agarrada- que esta chica hiciera eso, y no pagues las consecuencias. -Dijo susurrando en mi oído. -Chicos. -Hizo un gesto, y sus amigos asintieron. Le dieron un puñetazo a Louis en la cara.

-¡Louis! -grité histérica. Ellos continuaron, otro de ellos le dio un golpe bien fuerte en la barriga, yo lloraba. -¡Dejarle en paz! -volví a chillar. Ellos lo tiraron al suelo, tenía el labio ensangrentado. No podía ver eso, me mataba. Después, le dieron unas cuantas patadas en muchas partes del cuerpo. -¡Parar cabrones! Suéltame de una puta vez.

-La señorita también sabe decir palabrotas, interesante. -Dijo uno, y los demás rieron.

-Hijos de puta. -Le di un codazo en la barriga al que me sostenía, el cual pegó un grito y me soltó. Fui corriendo a Louis, mientras el chico de pelo de punta se acercó a mí en amago de darme de palos también, pero los otros dos le detuvieron.

-Creo que ya tienen bastante. -Dijo el rubio, pero él siguió viniendo hacia mí, con el puño cerrado. Notaba sus venas del cuello, estaba enfadado. Pero yo quedé arrodillada en el suelo, con la cabeza de Louis en mi regazo. Oí un golpe, lo cual me extrañó. Elevé la vista, y el chico que quería darme cayó al suelo. ¿Qué ocurría?

Continuará...

domingo, 9 de marzo de 2014

Capítulo 1 (Segunda temporada)

La gente se calmaba poco a poco. Se dejaron de oír rumores sobre aquel chico enseguida. ¿El por qué? Nadie lo sabe. Pero yo había decidido que él no formaría parte de mi vida, y así sería.

Había pasado bastante tiempo, la verdad. Ahora estábamos en el auge del tercer trimestre, en mes y medio volveríamos al verano. Que ganas tenía, estaba harta de estudiar, y estudiar. Y seguir estudiando.

-Hola cielo. -Dijo Louis acercándose a mí. Estaba sentada en unas escaleras del patio, las que daban al gimnasio. Se sentó a mi lado, y me dio un beso en la mejilla. -¿Qué tal lo llevas? -preguntó al verme con el libro de álgebra en la mano.

-Bueno, la verdad no sé si estoy preparada para el examen.

-Por favor, llevas estudiando toda la semana. Seguro que te sale de maravilla.

-No lo sé, Lou.

-Venga ya, la última vez que me dijiste eso sacaste un nueve con cinco.

-Ya, pero no es suficiente. Necesito el diez, redondo. Si no mi madre me mata, dirá que salir por ahí los fines de semana son una distracción, y que los amigos y novios también. Así que quedaría marginada y apartada de la sociedad por culpa de un examen. -Dije rápidamente, y él se rió. Sonó el timbre.

-Te dejo que tengo Química. Nos vemos, suerte en el examen. -Le sonreí, nos levantamos y me acerqué a darle un beso, pero mientras se lo daba me cogió de la cintura, y luego no me soltó.

-Louis, que tengo examen. -Me quejé riéndome mientras no me dejaba irme. Me miró, y me dio otro beso.

-Vale, tranquila. Suerte pequeña. -Se marchó por el pasillo, y yo me dirigí al aula. En cuanto entré me puse a repasar, pero enseguida llegó el profesor, y nos entregó las hojas en las cual estaban las preguntas.

♦♦♦♣♦♦♦

Bueno, no me había salido mal del todo. Había respondido todo, y espero que bien. Me había llevado un poco más de la hora habitual que dura una clase responder a todas las preguntas. Pero él me dejó terminar, ya que no era la única a la que le faltaba finalizar.

Después cogí mi bolso, y fui corriendo para la siguiente clase. Puse mis manos en los bolsillos. Tenía algo dentro, no sabía el qué. Pero no le di importancia y seguí con mi paso ligero, ya habían pasado quince minutos o más desde que el timbre había sonado.

♦♦♦♣♦♦♦

Última hora, por fin. Iba más calmada hacia mi última clase. Llevaba una mañana bastante ajetreada, la verdad. Odiaba definitivamente estudiar, pero no me quedaba otro remedio que hacerlo.
Metí las manos en los bolsillos de la sudadera, hacía un poco de frío cuando pasé al lado de la puerta que daba a la calle. Volví a notar el papel del anterior cambio de clase. Ahora, como iba más calmada decidí ver esa cosa. Así que saqué el papel con cuadriculado azul del bolsillo y lo desdoblé. 

''Nos vemos después de clase en el jardín de atrás.'' 

A juzgar por la letra, era de Louis. Seguro que me lo había puesto cuando me abrazó. Bueno, pues después de esa clase iría al jardín.

No era la primera vez que lo hacíamos, después de clase nos dirigíamos allí porque era un sitio bastante bonito, en el que nadie suele estar nunca, y nos gusta estar un rato a solas al aire libre. Ese era el sitio perfecto, era nuestro. Allí solíamos hacer el tonto, reír, cuando teníamos que contar algo, lo hacíamos, etc. Era algo normal. Así que fui en cuanto terminó la clase.

-¿Qué tal el examen? -me preguntó nada más sentir mis pasos.

-Muy bien. -Me acerqué a él, estaba sentado en un banco al lado de un rosal. Me senté a su lado, y me dio un beso en la mejilla. -¿Por qué te apetecía venir hoy aquí? -pregunté. Igual quería hablar de algo, o simplemente desconectar, como la mayoría de las veces.

-Nada, me apetecía estar aquí. -Me dio un abrazo.

Continuará...


-------------------------------------------------

Aquí el primer capítulo, ¿qué os parece?

jueves, 6 de marzo de 2014

Segunda Temporada.

Bueno, pues empezaré a hacer segunda temporada. Pero si no hay bastantes comentarios la dejo y hago una nueva.

Aquí está el tráiler y la sinopsis:





''-Creí que te habías marchado. -Dije sorprendida. Él tan solo me miró y me tendió la mano.

-¿Y dejarte sola? Eso nunca. -Me respondió.''

¿Qué pasa cuando crees que no volverás a ver a ese chico que te hizo amar? 

¿Y si ahora gente, que creías que ya no estaba en el plano, vuelve a estarlo? 

¿Qué haces cuándo las cosas se complican? 

¿Huír?

¿O seguir a delante? 


-----------------------------------------------------------------------------------

Bueno, aquí está. Si hay bastantes comentarios veré que hay gente y hago la novela. Si no pues ahí la dejo, como vosotros queráis♥

Por cierto, sé que a veces no deja ver los vídeos, probar a verlos desde aquí.




miércoles, 5 de marzo de 2014

Capítulo 43

Era un día normal de clase. Habían pasado ya unos dos o tres meses desde que había empezado el curso.
Como siempre, Louis me había ido a recoger para asistir a clase en su coche. Me dejó conducir a mí. Me hacía ilusión, hace unas semanas había cumplido los 18 y ya tenía el carnet.

-Hola pequeña. ¿Qué tal? -preguntó colocándose el cinturón.

-Genial, ¿tu? -respondí con una sonrisa y un rápido beso en los labios. Me puse mi cinturón y seguimos hablando durante el trayecto.

No fue muy largo. Mi casa no estaba muy lejos de la universidad, tan solo a unos cinco minutos. Aparqué en el estacionamiento, cogí mi bolso y bajamos del vehículo.

-¡Hola Lou, _____! -oímos la voz de Lauren y Steve, que ahora era su novio. Ambos nos giramos y saludamos. -¿Qué tal? Hoy me han vuelto a preguntar por ti _______. -Dios mío, como odiaba eso.

-¿En serio? ¿Nunca se cansarán? -dije desesperada. Después de todo lo ocurrido el anterior verano, al parecer corrió de boca en boca. Mucha gente conocía mi historia con Harry. Demasiada. Me consideraban una leyenda. Ya que como todos saben, antes la gente le evitaba por miedo a Tom y los suyos. Que por cierto, nunca había sabido más de esos tres muchachos.

Me consideraban atrevida por tal cosa, pero yo solo lo veía como un estúpido error, que intentaba tachar de mi memoria. Algo complicado, ya que Styles había dejado su firma en mi corazón, grabada a conciencia. Peor sabía que lo olvidaría tarde o temprano, eso esperaba.

-¿Cuándo dejarán de contar esa estúpida historia?

-No te preocupes cielo. -Dijo Louis colocando uno de sus brazos en mi cintura mientras caminábamos. - Ya se les pasará. Se les olvidará con el tiempo.

-Eso espero. No me gusta que hablen de que Harry y yo...

-No lo digas. -Me interrumpió. Sabía perfectamente que aunque ya hubiera pasado bastante tiempo, seguía con él en mi mente de vez en cuando. Incluso, llorando alguna vez por él. -No hace falta.

Asentí. Al poco sonó el timbre, nos despedimos con un pequeño beso y me dirigí con Lauren a clase de lengua extranjera. Mientras íbamos por el pasillo solas, me comentó:

-______, esta vez no me dijeron cosas como, '¿sigue con él?' ni nada de eso. -Dijo preocupada.

-¿A no? Entonces, ¿el qué? -le pregunté.

-Esta vez, me dijo una chica que lo vio cogiendo un avión. Estaba con una señora mayor. -Seguro que era Nana. -Los rumores del centro dicen que marchó del país, pero no lo sé. Puede que eso tan solo sea un rumor. Pero lo del avión lo dijo una compañera mía de álgebra, y la creo.

-Bueno, a mí lo que haga y deje de hacer me da igual. -Llegamos a clase, y nos sentamos en un par de mesas que estaban juntas. -Es libre, y yo ya lo quité de mi vida hace tiempo. -Mentí.

Comenzó la clase, y la pasé más en los aires que en tierra. Nunca mejor dicho. Me preguntaba por qué Harry habría marchado con Anne de aquí. Igual la habían despedido, o no tenía donde trabajar ahora. No lo sabía, pero me inquietaba. Quería tener a Harry al margen, pero no podía.

Me sonó el móvil en clase, y creo que el profesor no se dio cuenta. Lo cogí disimuladamente, y tenía un mensaje. Era de Harry. Había recibido por lo menos cuarenta al día desde lo sucedido, ya no contemos las llamadas.

''Sé que estás con Louis, lo oí en los rumores callejeros. Parece que te has hecho 'famosa' por haberme soportado. Me alegro de que te hayas olvidado pronto de mi, pero yo de ti no. Te diré por millonésima vez que fue un mal entendido, pero sé que seguirás sin creerme. Eres muy tozuda.
No te daré más la brasa, porque ahora mismo estoy alejándome de ti. En cuanto acabe el mensaje, borraré tu número, y tú harás como si  nada hubiera pasado seguramente. Lo único, quiero que sepas que yo te sigo queriendo, y siempre lo haré. Siempre habrá un chico rizoso, que te querrá. Que nunca olvidará el verano, ni a la chica que hizo que su vida cambiara; ya que gracias a ti ahora estoy con mi madre, y no soporto a matones, y menos vivo solo en la periferia de un barrio en unas casuchas. Te debo todo, pero tú no quieres recibirlo.
Sé buena, saca buenas notas, forma una familia y sé feliz con Louis. Te deseo lo mejor con él si no es conmigo. Te ama, Harry.''


-¿Qué es ese aparato, señorita? -me preguntó el profesor. Alcé la cabeza y vio que tenía lágrimas. -¿Qué ocurre?

-Lo siento profesor. Necesito tomar aire.

Salí del aula, y me dirigí a los baños. Lloré. No volvería a ver a Harry nunca más. Pensaba que lo había olvidado, más o menos pero no. Ahora sabía que no volvería a tener sus rizos rozando mi frente, ni su aliento en mi boca, ni su perfume invadiendo mis fosas nasales; ni si quiera podría volver a oír su voz, ni ver su sonrisa. Es verdad, él solo me trajo problemas. Pero, en la ausencia de ellos, me sentía vacía. Quería esos problemas. Pero no había marcha atrás.

Lo tenía claro. Tenía que olvidarme de él, si o si. Sería feliz, sin él.

Sería feliz, con Louis.

¿Podría hacerlo?



Fin
-------------------------------------------------
¿Os ha gustado? ¿Os gustaría una segunda temporada? Comentar un poco que os pareció, que os gustó o que no os gustó y si la querríais si no os importa. Gracias por leer hasta el final, sois unas lectoras geniales.♥

----------------------

@dreamergirls009

Capítulo 42

Pasaron dos días, y estaba obviamente castigada sin salir, pero el ambiente tenso con mi madre había desaparecido y estábamos como siempre. Había hablado con Louis, y hoy iba a venir a casa. Así hizo, a las cinco de la tarde picaron al timbre. Bajé a abrir, y en efecto era él.

-Hola. -Él sonriente vino a darme un fuerte abrazo.

-Por fin te veo. -Dijo sin deshacerlo. -Te eché tanto de menos.

-Solo fueron unos días. -Me reí.

-Ya, ¿pero sabes lo mal que lo pasé?

-Anda bobo, pasa. Ya sabes dónde está la habitación. -Subimos al segundo piso, encontrándonos con mi madre.

-Hola señora. -Dijo Louis con una sonrisa.

-Hola Louis, ¿qué tal? -dijo amable. Como siempre. Ella siempre era amable con él.

-Muy bien gracias.

-Mamá -dije - subiremos a mi cuarto, si quieres algo estamos allí.

-Vale hija.

Fuimos a mi habitación, y nada más cerrar la puerta Louis estaba sentado en un puf que tenía. Me hizo un gesto para que fuera con él, y yo me acerqué. Me cogió de la mano, e hizo que me sentara encima.

-Ahora mismo me vas a contar que ocurrió con Harry. Algo malo, ¿a que si?  Te lo noté en el tono de voz el otro día al teléfono.

-Bueno... Tan solo descubrí que es un... Idiota. -Por no usar palabras mayores.

-¿Qué ocurrió? -preguntó atento, mirándome con esos ojos color cielo oscuro. No fui capaz de contestarle. Me vino a la cabeza la imagen de Harry con Lottie, como las anteriores noches. Me torturaban, eran peor que una pesadilla. Era vivir esa pesadilla. Me calló una lágrima. -No llores -dijo Louis al darse cuenta, y con su dedo pulgar me secó la lágrima. -No debe de ser tan malo.

-No -negué con la cabeza- es peor. -Louis me dio un abrazo, y yo hundí mi cara en su cuello. Ahí podía llorar a gusto. Me calmé poco a poco. -Es que, vi algo que... Dios mío.

-Cuéntalo cuando puedas, no te preocupes.

Me calmé en serio, y le conté lo sucedido, con todos los detalles. Quedó bastante impactado.

-No me esperaba eso de Harry. Es un auténtico idiota. No llores por él, no merece ni una de tus lágrimas.

-Lo sé Louis, pero esa imagen me atormenta. No puedo pensar en otra cosa.

-No te preocupes. Haré que se te olvide fácilmente. -Hubo un breve silencio, mientras nos mirábamos cara a cara. Me acariciaba mi hombro al descubierto, debido a la camiseta que tenía puesta, que era de tirantes. - Sé, que ahora puedes estar dolida por él. -Hizo una breve pausa. -Pero, creo que podríamos intentar algo nosotros. Entiendo que ahora no quieras, pero... ¿Y más a delante? Puede que tú, estuvieras ocupada con Harry. Pero desde que te vi por primera vez en el parque, me pareciste simpática. A lo largo de este tiempo lo confirmé. Eso, y muchas otras cosas. Me gusta mucho como eres, y como paso el rato contigo. Y querría, si no es mucha molestia, que pudiera confirmar que tú sientes lo mismo por mí. Sé que lo haces. Puede que esté escondido, que una nube, llamada Harry te atormente ahora mismo. Pero, en el fondo lo veo. Lo veo en tus ojos.

Durante unos instantes, no supe que responder. Pero luego lo tuve completamente claro.

Continuará...

Capítulo 41

Todo se había estropeado, y decidí hacer lo que mejor creí. Corrí hasta perder esa casa de vista y después tan solo caminé. Tenía la imagen de Harry y Lottie atormentando mi mente. No podía borrarla, era imposible. ¿Por qué a mí? Había dado todo. Desde el primer instante en que lo había visto, me atrajo su misterio y su soledad. Siendo una ignorante a todo el mundo, dejando a la sociedad a un lado y sus advertencias de que no acercara a él, que me traería problemas. Pues sí me los trajo, a pares. ¿Por qué no hice caso a nadie? Por culpa de ese chico estuve a punto de ser agredida y abusada por Tom y tres chicos más, y no solo una vez, si no tres o cuatro. Estuve también presente en un asesinato, a punto de que un chico me matara si él no hubiera llegado. Por su culpa, había peleado mucho con mis padres, y más a delante tan solo con mi madre. Había escapado de casa, dejando todo a la suerte. Y sufrido mucho a lo largo de este largo verano. Desde el principio tuve la opción de haber evitado todo eso, pero debió ser que las ganas de algo nuevo que me invadió. De algo que no fuera amigos comprados, ni las mismas reglas de mis padres. 

Ganas de salir de la rutina. Ganas de sentir cosas de verdad. Porque aunque todo eso malo pasara, había sentido por primera vez lo que era amar alguien. Pero ese alguien, no era diferente. Era tan estúpido como todos los chicos.

Cuando me cansé eran como las siete de la mañana. Estaba agotada, así que me senté el mismo prado que el día anterior había dormido, en medio de la hierba empleé el bolso como cojín y me dormí con aún lágrimas en mi cara.

                                                                         
  


Me molestaba mucho la presencia del sol, e inevitablemente me desperté. Estaba en el mismo sitio donde había dormido, entre hierba. Tenía la esperanza de que todo hubiera sido una terrible pesadilla; pero no. 
Cogí un caramelo y decidí seguir andando. Iría hasta mi casa. Debía volver y afrontar los hechos. Había sido estúpida al huir de casa por eso. Así que caminé y caminé por donde creí que había venido, lo cual fue complicado porque todo era campo, camino y carretera. Ahí no me podía perder pero luego el camino se bifurcaba, y escogí el que creí más conveniente, pero no lo era. Aún así llegué a casa, pero con ese camino conseguí dar más rodeo. 

Cuando llegué, con miedo piqué a la puerta. Una señora, desconocida, me abrió. Yo fruncí el ceño.

-¿Quién eres tú? -pregunté.

-Me llamo Nicole. Soy la asistenta de la casa. ¿Y usted, señorita?

-¿Cómo que la asistenta? ¿Y Nana? ¡Mamá! -grité entrando.

-¡Señorita! -gritó Nicole, pero yo subí corriendo al piso de arriba, suponiendo que mi madre estaría en su despacho. Abrí bruscamente la puerta.

-¡Mamá! ¿Dónde está Nana? -pregunté exaltada. Ella me miró.

-¿Qué formas de entrar son esas? ¿Y dónde has estado? Me has asustado mucho.

-Mamá, lo siento. Pero, ¿dónde está Nana?

-Hija, te dije que si estabas con Harry la despediría, y eso hice. -No dije nada, no sabía que decir. ¿Cómo podía ser mi madre tan despiadada? ¿Y ahora Nana qué? -¿Creías que lo decía de mentira?

-Pe-p-pero ¿ahora dónde está? -Tartamudeé preocupada.

-No te preocupes por ella, está trabajando en una de las casas del Oeste del lago.  -Me sentí aliviada; puede que no la viera todos los días pero con saber que estaba bien me conformaba. -Ahora vete a tu cuarto. Después hablaremos de tu castigo, que ahora tengo trabajo acumulado. 

Salí de allí hacia mi cuarto como dijo. Cogí el móvil, y me di cuenta de que no tenía batería. Lo enchufé, y en cuanto se encendió me llegaron siete llamadas perdidas y dos mensajes de Louis. Miré los mensajes.


''Hoy me pasé por tu casa y no estabas, me contó tu madre lo sucedido. ¿Cómo se te ocurre? Estoy muy preocupado por ti. Espero verte pronto.'' Louis.

''Por favor responde, no contestas a las llamadas ni a los mensajes. Me preocupo, ¿te ha ocurrido algo?'' Louis.


No tenía ganas de hablar con nadie y no lo llamé. Pero al cabo de unos minutos la conciencia me remordía y decidí hacerlo. Cogí el teléfono, busqué su número en la agenda y lo marqué. No tardó mucho en contestar.

-¡______! No sabes lo que me alegra recibir una llamada tuya. ¿Qué tal estás? -dijo rápidamente.

-Bien Lou, gracias por preocuparte. - Sonreí, y aun que no le viera, juraría que él también lo hizo.

-Me encanta volver a oírte. A ver cuando te puedo ver.

-No lo sé, pero seguro que mi madre me castiga de por vida. -Me tumbé en la cama mientras hablaba.

-Ya me pasaré algún día por tu casa, no pasa nada. ¿Y cómo es que te fuiste con Harry?

-Mi madre no me dejaba estar con él, y no se... Hice una tontería.

-Es verdad, ¿y él dónde está? 

-Ya te explicaré cuando te vea, ahora no me apetece recordarlo...

-No pasa nada, bueno marcho. Nos vemos pequeña.

-Hasta luego...



Continuará...

Capítulo 40

Después de una aburrida tarde, cenamos con Sarah, Bob y Lottie. Más tarde me marché a dormir con ésta última, la cual su madre le había obligado dejarme un pijama y ropa para que llevara mañana. Ella había asentido a regañadientes.

Me puse el pijama y fui a la litera superior, y ella a la inferior. No decíamos nada, mantuvimos el silencio un buen rato. Ella apagó la luz.

-¿Qué haces con Harry aquí? Creí que vivíais cerca de Lauren. -Preguntó ella de repente.

-Es una larga historia.

-No lo entiendo. ¿Estás con él verdad?

-¿Qué no entiendes? ¿Que esté con él?

-Exacto, no eres para tanto. ¿Cómo puede estar contigo, si yo soy rubia, de ojos azules, y tengo siempre a quien quiero? ¿Por qué él no lo hace?

-Porque él no es como todos.- Lottie era demasiado creída, de verdad. ¿Cree que por ser guapa va a tener a Harry en el bote? Pues no. O eso creía.

-Ya veremos.


☪☽ 



Oí unos pasos. Abrí perezosamente los ojos, y vi a Lottie levantándose de la cama. Se puso las zapatillas y sigilosamente salió de la habitación. Seguramente iría al baño. Me di cuenta que tenía la garganta seca, así que decidí levantarme yo también para beber un poco de agua en la cocina.

Para no despertar a nadie bajé con cuidado y salí de la habitación. Vi a Lottie caminar por el pasillo de la segunda planta en ved de bajar al baño por las escaleras. ¿Dónde iría? Pues en cuestión de segundos lo vi. Al cuarto de Harry. ¿Qué hacía dirigiéndose allí? Me acerqué una vez entró. Había dejado la puerta entreabierta, perfecto. Fui sigilosamente hasta ella, y miré por la pequeña línea que dejaba ver el interior de la habitación.

Lottie, se acercó a la cama de Harry, el cual estaba durmiendo. Cogió la sábana, y se metió dentro. Mi boca se abrió, pero no dudé un segundo de que Harry al darse cuenta la quitaría de allí. Pero, no fue así. Harry notó su presencia, y pasó su brazo por su cintura abrazándola. ¿Qué era eso? ¿Una pesadilla? Me pellizqué. No era un sueño ni nada por el estilo. Vi como Lottie le acariciaba los rizos. Esos rizos eran míos, solo se los acariciaba yo o Anne, nadie más. Me calló una lágrima. ¿Por qué Harry? ¿Por qué me hacías esto? Había escapado de casa, reñido con mi madre, y dejar mi futuro y seguridad a la suerte, por él. Solo por él. Por no separarme de él. Decidí dejar de mirar cuando mi llanto se hizo sonoro, y marché corriendo.


 Narra Harry 

Estaba medio dormido cuando sentí a alguien venir a mi cama. Le abracé de la cintura, seguramente era ______ que no podía dormir o algo por el estilo. Pero, me vino un perfume extraño, no era el dulce olor suyo. Abrí perezosamente los ojos cuando noté como me acariciaban los rizos, y vi delante de mí a Lottie. ¡Lottie! ¿Qué hacía aquí?

-Lottie -dije no muy alto, para no despertar a nadie; menos a _______. Como nos viera así seguro interpretaba mal la situación. -¿Qué haces aquí? -Noté un llanto y unos pasos de alguien corriendo. No podía ser.

-Quería estar un poco contigo. -Me incorporé rápidamente apartándome de ella. Me levanté y fui corriendo hacia el cuarto de _______.

-¿Cielo? -pregunté subiendo a la litera, pero pasó lo que me temía. Estaba vacía. Oí la puerta de la calle, corrí hacia allí y salí a esta. Miré a ambos lados pero no había nadie. Se había ido. ¿Soy estúpido? Si, lo soy.


Continuará...

Capítulo 39

-Hola cariño. -Dijo la señora, nos miró un tanto extrañada, pero con una sonrisa. -¿Y esta preciosa pareja?

-Son dos muchachos, no tienen dónde comer. Para encima la suerte no está de su lado, el restaurante de Priscilo está una semana cerrado.

-Que mala suerte. -Nos volvió a mirar y sonrió. -Anda, pasar. No mordemos. Me llamo Sarah. Podéis quedaros tanto tiempo cuanto queráis. - La verdad es que su amabilidad desbordaba, en una ciudad no se veía gente así nunca.

-Gracias, yo me llamo Harry. Un gusto. Ella es ________. -Sonreí y Sarah hizo lo mismo.

-Por cierto, igual os lleváis bien con nuestra hija. Tiene 19 años, más o menos como vosotros. -Asentimos, porque justo era la media de nuestras edades. Yo 17 (en unas semanas 18) y Harry 21. -¡Lottie! ¡Baja a conocer a nuestros invitados! -Quedé alerta en cuanto escuché el nombre de Lottie. Pero me calmé, ¿qué posibilidades había de que fuera la chica de la fiesta? Estábamos en un pueblo distinto, no creo que conociera a Lauren viviendo aquí para ir a su cumpleaños.

Se escucharon los pasos al bajar la chica.

-Ya voy mamá. -Esa voz, si que la había escuchado antes. Apareció en la cocina, la rubia de ojos azules. Lottie, la de la fiesta. En cuanto nos vio quedó un tanto anonadada, al igual que nosotros. -¿Harry? ¿Qué haces aquí? -preguntó emocionada y se lanzó a darle un abrazo. Yo carraspeé la garganta, y  Lottie se apartó de él. Me miró un tanto, raro. Le fastidiaba que yo estuviera allí, pero me daba completamente lo mismo.

-Van a comer y dormir aquí. -Dijo Sarah. Lottie se alegró.

-¡Qué bien! Seguro que es el destino que nos vuelve a unir. -Rodé los ojos. ¿El destino? ¿Pero qué cursilada es esa? ¿En serio? -Ven, te enseñaré tu cuarto.

-Hija. -Dijo Sarah. -Solo hay un cuarto de invitados, así que enséñaselo también a ________. -Lottie hizo un gesto un tanto extraño, de asco. Me miró.

-No, no vamos a permitir que duerman en una habitación, con lo agotados que están. Que venga Harry a mi cuarto, que tengo litera.

-No hace falta. -Interrumpí con una sonrisa falsa. Cogí del brazo a Harry enganchándome a él. -Podemos estar perfectamente los dos en la sala de invitados. -Me miró desafiantemente Lottie. ¿De qué iba? ¿Coqueteaba con Harry delante de mis narices? ¿Esa chica no tenía vergüenza? Que cara.

-Tengo una idea. -Intervino Sarah. -Mejor que Harry que es un chico duerma solo, y que ______ duerma en la litera contigo Lottie. Así estaréis más cómodas.

-Pero mama, ¿con ella?

-Anda Lottie, no te pongas tonta. Vete a enseñarles su cuarto.

Ella a regañadientes, nos llevó hasta el cuarto de invitados donde dormiría Harry. Y después su habitación en la que, desgraciadamente tendría que dormir con ella. Pero mejor eso a que lo hiciera Harry, no me fiaba de ella ni un pelo.

Después bajamos a comer un puré que creo que era de verduras. No estaba acostumbrada a comer ese tipo de cosas, pero bueno. Mejor que nada, era. Más tarde fue Harry a su cuarto, y yo decidí ir con él. No iba a ir con esa petarda sola.

-No me creo que estemos aquí con esa. -Dije al cerrar la puerta. Él se tumbó en la cama y yo me senté en la silla de un escritorio. La giré para poder verle.

-Tranquila, solo será una noche y nos vamos.

-Pero seguimos sin saber a dónde iremos. ¿Seguiremos caminando con tan solo cincuenta euros y un chicle? Y aunque solo sea una noche, no me fío nada de Lottie.

-¿Por qué?

-¿Pero tú estás ciego Harry? Solo hay que ver lo tonta que se puso en cuanto te vio.

-No te preocupes por nada, mira. Ya pasó un día y solo gastamos un par de caramelos. Seguro que nos las apañamos.

-Pero Harry. -Me acerqué y me senté a su lado. -¿Por cuánto tiempo? No podemos estar así toda la vida. No lo sé, pero no estoy segura.

-Te pregunté esta mañana si estabas segura de continuar. -Se incorporó para estar sentado junto a mí.

-Lo se... -le miré a los ojos, y viceversa - pero, es que ¿ahora qué? ¿Vamos de vagabundos de pueblo en pueblo?

-De momento si, hasta que se nos ocurra algo mejor.

-No lo sé, no lo veo claro… -Hubo un pequeño silencio. -Tengo miedo.

-¿De qué?

-¿Y si las cosas no salen bien? ¿Y si mi madre me encuentra? ¿Y si en otro lugar no hay gente así, que nos deje quedar en casa?  -Él no respondió y me dio un abrazo. Le miré y me dio un beso en los labios con sus ojos entrecerrados.

-Seguro que todo sale más que bien.

Continuará...