viernes, 31 de enero de 2014

Capítulo 7

Al día siguiente salí con Harry. No porque quedara con él, si no que fui a las rocas, a ver si lo encontraba. Y, efectivamente, fue así. Sobre las cinco de la tarde vi la silueta de Harry aparecer por la playa solitaria, con una dirección, hacia mí. Cuando le vi sonreí. Noté como él al notar que le miraba, bajó la cabeza o desviaba la vista, haciéndose el tonto. Parecía tímido, y todo. Pero dudo mucho que este chico fuera tal cosa.

-Buenas tardes. -Dijo sentándose a mi lado.

-Que formal, ¿no? -pregunté. Él sonrió, y miró hacia el lago. -¿Qué tal?

-Bueno, como siempre. Tirando hacia delante. ¿Ya no estás castigada? -negué con la cabeza.

-Si no, no estaría aquí.

-Tienes razón.

-Entonces, ¿vives en una de esas casas? -dije iniciando el interrogatorio disimuladamente.

-Exacto.

-¿Tom también vive allí?

-Justo en la que hay a mi lado.

-¿Lo conoces de eso?

-No, lo conozco desde hace tiempo...

-¿Desde cuándo?

-Demasiado para mi gusto.

-¿Os lleváis mal?

-Creo que es obvia esa pregunta. -Contestó él, me miró, y volvió a mirar a la nada.

-Y... -aquí venía lo complicado, y lo sensible. -¿Eres huérfano? - Él, antes de contestar me miró a los ojos. Era como entrar en un trance mirarle directamente a ese chico mientras él también lo hacía. Se humedeció los labios y bajó la cabeza.

-Sí. No conocí a mi madre, creo que me dijo mi padre que me separó de ella cuando cumplí un año por diversos problemas que nunca supe. No le gustaba mucho hablar mucho de ella.

-¿Y qué le ocurrió a tu padre? -él escondió su cara, miró hacia el lado opuesto al mío. -Puedes contármelo, no pasa nada. -Me miró, y tenía los ojos aguados.

-Cuando tuve once años me dejó tirado. Había problemas económicos, él empezó a consumir cosas malas, por así decirlo y un día al despertarme estaba aquí. -Hizo el amago de soltar una lágrima, pero él rápidamente la evitó.

-No es malo llorar, puedes hacerlo sin problemas.

-Sé que no es malo. Pero ya pasó mucho tiempo desde eso.

-¿Y por qué Tom y tú os lleváis tan mal?

-Cuando mi padre me dejó aquí, la madre de ese chico me acogió en su casa. Un año después al parecer la señora sufrió una depresión y bueno... Para qué contar más. Desde entonces, Tom creyó que todo fue por mi culpa, y no es que le agrade mi presencia en cualquier lado. En el colegio intentaba ser siempre mejor que yo, tanto en notas y deporte, como socialmente. Al final, la gente acabó cogiéndole miedo por los tres amigos que había hecho, ya que se acabó convirtiendo en un matón. Y hoy en día sigue siéndolo, ya puedes verlo. Y sigue con la idea de querer ser mejor que yo, y cualquiera que se me acerque, él se encarga de que no lo haga más. Suele asustarles la idea de que a ellos les puedas pegar en el caso de que sean chicos, o violar en caso de que se trate de chicas. Me impresiona que tú no te hayas ido aún. ¿Puedo preguntarte por qué?

-Vi que sufrías la primera vez que te vi en la fiesta. No sé por qué, te encontré misterioso.

-¿Por qué decidiste ayudarme? -encogí los hombros. -Podrías estar ahora en tu vida, sin cuatro chicos tras ti, y sin mí.

-No me gusta ver mal a la gente. Puedes pensar que mi vida es perfecta, pero no es así te lo puedo asegurar. Pero, te prometo que cuando estés mal te intentaré sacar una sonrisa, aunque yo esté peor que tu.

-¿Y por qué no vas a estar bien tu? Tienes padres, mansiones, dinero, y todo lo que quieras. Y aún así, estás aquí conmigo, ayudando a un pobre huérfano que conoces desde hace unos pocos días, puede que una semana o dos.

-Como dije, no es perfecta. El dinero no puede comprar el cariño de la gente. En mi ciudad, si la gente se acercaba a mi era por el dinero. O porque los padres decían a sus hijos que se hicieran amigos míos, también por el dinero. Mis padres, pues a veces dudo que me quieran, espero que sea así. Pero no lo demuestran muy a menudo, por así decirlo. Si mi padre o madre abren la boca es para discutir, tanto conmigo como entre ellos. Llevan unos días sin soportarse mutuamente, Incluso mi padre ahora duerme en una habitación distinta...

-No sabía eso.

-Tampoco sabía yo lo otro de ti.

-Puede que no sepamos mucho todavía de nosotros.

-¿Todavía? Eso significa que algún día sí, ¿no?

Él sonrió.


Continuará...

jueves, 30 de enero de 2014

Capítulo 6

Después de todo eso, Harry dijo que ya hablaríamos. Decidió acompañarme hasta casa, por seguridad.  Me hizo prometerle que no volvería allí, si o si. Le quise preguntar mil cosas, como sobre lo de si era huérfano, si vivía allí, si era pobre... Pero enseguida dijo que tenía que volver. Así que bueno, otro día sería...

-¿Qué estuviste haciendo hasta tan tarde? ____, son las nueve de la noche. Y en la playa no te vi. -Me riñó mi madre, le hervían las venas.

-Perdón mamá...

-¿Dónde has estado? - Que le iba a decir ahora, ¿que casi abusaban de mí unos matones? Por así decirlo. Pues no, me mataría, no volvería a salir por lo menos hasta los sesenta y seis.

-He estado leyendo en las rocas que hay en el confín de la playa, y me dormí. Lo siento mamá...

No dijo nada más, y yo tampoco. Subí a mi cuarto, estaba claro que hoy me iba a quedar sin cenar, si bajaba allí con mi padre y ella, era como meterme en una cueva de serpientes. 

Al día siguiente, estaba castigada, para mi madre cualquier cosa era motivo de castigo. Creo que si respiro, me castiga. Por la tarde me aburría, así que salí al jardín de la casa, y me puse en una hamaca que había entre un par de árboles. Cogí el móvil, y le mandé un mensaje a Harry. No tenía otra cosa que hacer, y con Lauren no hablaría. 

''Hola Harry. Me aburro mucho, me castigaron por llegar tarde a casa. ¿Qué haces? '' Yo.

''Estoy en la playa, poco antes de las rocas. También me aburro.'' Harry.

Subí corriendo a mi habitación, ya que la ventana daba a la parte delantera, es decir se veía la calle y la playa. Busqué entre la gente, hasta que lo vi, ahí estaba Harry. Silbé, bastante gente se giró para ver quién era, pero Harry al verme me saludó con la mano. Yo hice lo mismo y reí para mis adentros.

''Te veo'' Harry.

No me digas, que listo eres. Pensé en ese instante y reí.

''Oye Harry, ¿te importaría que te preguntara unas cosas? Es que ayer... Cuando hablaste con Tom, me vinieron muchas dudas a la cabeza.'' Yo.

''Depende qué me preguntes'' Harry.

''Tu tan solo contesta sí o no. ¿Vale? Como si fuera un juego.'' Yo.

''Vale, dispara.'' Harry.

''¿Vives en alguna de esas casas que había en el callejón?'' Yo.

''Más o menos.'' Harry.

''Solo puedes responder si o no'' Harry.

''Pero si es más o menos, es más o menos.'' Harry.

Que tonto eres Harry, pensé riendo.

''Vale. ¿De qué conoces a Tom?'' Yo.

''¿No podía responder solo si o no? A esa pregunta no puedo responder algo de eso, no tendría sentido.'' Harry.

''Harry, por dios, tu responde. Deja lo del sí o no.'' Yo.

''Pero si eras tú la que decía que respondiera eso.'' Harry.

''¡Harry!'' Yo.

''Eres tú, que me lías.'' Harry.

''Déjalo, por ahora. En cuanto te vea en persona, te haré un interrogatorio, que lo sepas.'' Yo.

''Qué miedo.''  Harry.

Seguro que lo dijo con ironía. Alcé la vista y él ya no estaba en la playa. Ya no le podía ver, por desgracia. A ver cuando mi madre me levantaba el castigo, tenía ganas de verle y hablar, seriamente.


Cerré la ventana y bajé a cenar, que ya era bastante tarde. Después subí a mi cuarto con Nana, quien me sacó el pijama y me lo dejó en la cama bien doblado con un rico perfume.

-Ya sabes que no hace falta que hagas todo esto. Puedo cogerlo sola.

-Es mi trabajo cielo. -Me dio un beso en la frente, y Nana se marchó.

Me puse entonces el pijama y me metí entre las sábanas, que minutos después me quité, debido al calor que hacía. Después pensé un poco en Harry. No lo hice queriendo, si no que ese chico se me venía solo a la mente invadiéndola. No sé por qué, a decir verdad. Pero eso de que era huérfano y pobre me impactó. Ni contar quiero que viviera en esas casuchas. Además, parecía tener a ese tal Tom cruzado desde hace tiempo. Y ahora ese estúpido, estaba obsesionado conmigo. No quería ni pensar en qué pasaría si Harry no estuviera siempre ahí para salvarme, que ya lo había hecho tres veces. Eso, más que al llegar a casa mi madre y padre siempre me vieran como una mala hija, que daba el toque para que todo fuera asqueroso, misterioso, pero con ganas de seguir a delante para averiguar todo lo que aún no sabía. Quería conocer el pasado de Harry, igual le podía ayudar. Hasta él había admitido que hacía mucho que no sonreía. Seguro que había algo que lo atormentaba. Yo, encontraría ese algo.


Continuará...

miércoles, 29 de enero de 2014

Capítulo 5

Al día siguiente mi madre no me dejó salir. Según ella, últimamente estaba muy pendona. Así que nada, me quedé en casa, con el móvil en la mano todo el rato, por si a Harry se le ocurría llamarme, o a Lauren, que ya antes de la fiesta le había dado mi número. Pero mi teléfono no sonó ni mucho menos. Estuve toda la santa tarde, observando a mi madre hacer cosas raras con su ordenador. Según ella, era para aprender a defenderme el día de mañana. Yo, me dormía. No sé cómo podía estar ahí todo el día ella. Bueno si, era su trabajo. Pero era demasiado aburrido. Encima, no me dejaba irme, ni ver la televisión, ni nada de nada.

Menos mal, que a las siete y media me dejó libre para hacer lo que quisiera, pero como era tarde no pude salir. Decidí tan solo entretenerme en casa.

El día siguiente, fue completamente igual de aburrido. Seguía sin poder salir. Y el siguiente por desgracia, también. Creo que mi madre me había visto el último día salir con esa ropa y estaba castigándome disimuladamente.

Entonces ya habían pasado tres días, y seguía sin haber pisado un pie en la calle, cosa que estaba deseando. Entonces, el próximo día, que ya podía hacerlo, llamé a Harry a ver si quedábamos. Pero por desgracia no contestó. Igualmente salí a dar una vuelta, ya contestaría más tarde. Sobre las seis, le llamaría de nuevo. A lo mejor se encontraba ocupado, quién sabe.

Fui entonces hasta las rocas, las que ya todos conocemos. Estaban vacías, que raro (ironía). Así que cogí mis sandalias, y las cogí con una mano. Mojé un poco los pies, mientras me apoyaba en una de las rocas. Mientras tanto, me paré a pensar que no sabía nada de nada sobre Harry. Tan solo su nombre, que era chico, y poco más. Bueno, lo de chico a decir verdad no lo he comprobado, pero no creo que haya cirugías tan buenas como para hacer una voz así de grave, y a veces increíblemente seductora, ni una cara tan bonita... Vale, me estoy yendo por las ramas. Volvamos de nuevo al tema, no sabía nada de Harry. Nada en respecto a su familia, ni a sus amigos por lo general. Aunque bueno, creo que él y Lauren me dejaron bastante claro que él no tenía amigos... Hablando de ellos, ahí vienen Lauren y Steve.

-Hola ______. -Dijo Lauren, mientras ambos se acercaron a mí.

-Hola. -Saludé con una sonrisa.

-¿Qué haces aquí sola? Estos días no te suelo ver.

-Es que estuve castigada, por así decirlo.

-Ah, lo siento mucho... ¿Te apetece venir con nosotros? Nos vamos a acercar al centro de la ciudad, a ver si hay ambiente por algún bar.

-No gracias, estoy bien aquí. -Ella se puso seria.

-No me digas que quedaste con él.

-¿Quién? No, no quedé con él. -Contesté pensando que se refería a Harry, ya que a ella no le gustaba la idea de que me acercara a ese chico. Pero bueno, no quedé con él, cierto, pero porque no me respondía al teléfono.

-¿Segura? Mira que te digo que no quiero que andes con él, es peligroso. Él es muy peligroso.

-¿De quién hablamos? -preguntó Steve algo perdido.

-Lauren, él no es peligroso para nada. Si no todo lo contrario. -Quien eran peligrosos, era Tom y su pandilla.

-______, hazme caso. Sé la historia de Harry, es muy arriesgado.

-¿Conoces su historia? Cuéntamela pues, que yo no la sé. -Tenía ganas de saber quién era Harry, y la verdad no sabía si Lauren iba a decir algo cierto o tan solo era un rumor del pueblo.

-¡No conoces la historia de Harry! -alucinó Steven. Yo negué con la cabeza. - Es verdad, que eres nueva.

-Verás, la gente dice que... -sonó mi móvil.

-Un momento. -lo saqué, y era un mensaje de ¡Harry! Me emocioné al verlo, pero no al leerlo.

'Hola _______, quería decirte que bueno, lo pasé muy bien el otro día, pero será mejor que no nos veamos en un tiempo, o mejor nunca más. Lo siento, pero es por tu bien. 
Harry .xx'


Quedé asombrada con la bipolaridad de ese chico. ¿Por qué ahora no me quería ver? ¿Sería por Tom? Pero si por él no habría problema, aprieta un puño y el cobarde se achanta. Es verdad, ahora que lo recuerdo, el primer día dijo, 'No quieres que te haga lo de la otra vez', o algo así creo. ¿A qué se referiría? Esto empezaba a ser un tanto extraño.

-Lauren, ¿sabes dónde vive Harry? Tengo que hablar con él.

-En serio, me estoy planteando seriamente si tienes problemas auditivos, nunca me escuchas.

-¿Sabes dónde vive si, o no?

-Nadie sabe dónde vive.

Fantástico. Pues buscaría yo dónde vive Harry. Ayer se había marchado por el lado contrario al mío de la playa, así que empezaría por ahí. Fui entonces por ahí ignorando a Lauren y Steven de sus advertencias. Decían algo de que esa zona no era muy segura, pero me daba igual. Tenía los oídos sordos en ese instante.

Fui caminando hasta el final de la playa, y tan solo había un camino, bueno, 'camino', eran hierbas cortas, debido a pisadas de gente, y a su alrededor hierbas más altas. Era el único sitio por el que se podía ir, así que eso hice.

El camino no fue muy largo, cuando dio a una calle con unas casas, pero a decir, no eran unas casas como las de mi zona. Eran todas pequeñas, dentro de lo que cabe, viejas, y algo estropeadas, por el paso del tiempo seguramente. Tan solo había cuatro o cinco casas, y luego un callejón sin salida, mirabas al otro lado y lo mismo. Además, había árboles a los alrededores lo que hacía de eso un sitio demasiado oscuro para mi gusto. Era además un tanto, terrorífico. No creí que Harry estuviera allí, así que decidí dar media vuelta y volver por donde había venido. Ese sitio no daba muy buena espina. Pero, alguien me impidió hacer eso.

-_______ -dijo Harry de repente saliendo de una de esas casuchas. Iba susurrando, no sabía por qué, pero hablaba muy bajo. -¿Qué haces aquí? Debes irte, rápido.

-¿Por qué? -pregunté en tono normal, pero él rápidamente hizo un gesto llevándose el dedo índice a sus labios, para indicarme que callara.

-Habla bajo, ¿no recibiste mi mensaje?

-Si, y de eso quería hablarte.

-Baja el volumen, y ahora no. Vete de aquí, corriendo, ya.

-¿Pero qué ocurre?  -Apareció entonces Tom, saliendo de otra de las casas. Iba tranquilamente.

-Mierda, ahora no puedes irte te vería, escóndete en los matorrales. -Yo quedé parada, no me iba a meter ahí. -Corre. -Dijo preocupado, y comprendí que no lo decía por decir. Me escondí entonces allí.

-¿Qué fue eso? -preguntó Tom, alzó la vista ya que iba con el móvil. -Anda mira, si es Harry. ¿Ibas por alguna casualidad a ver a tu querida? Porque me apunto a hacer lo mismo.

-¿A ti qué te importa?

-Más de lo que piensas. -Hubo un pequeño silencio. Yo vi como el puño cerrado de Harry comenzaba a temblar, y la mirada fulminante de Tom, que escondía temor y rencor al mismo tiempo. Yo me encontraba ahí, escondida entre unos matorrales, mirando todo. -¿Cómo es que te acercas a una chica tan inocente como ella? -¿Yo? ¿Inocente? ¿Perdona? - ¿No será más bien que te interesa otra cosa?

-No sé a qué te refieres. -Dijo él completamente serio, y Tom con una sonrisa.

-Seguro que es por el dinero. ¿Tu viste en qué mansión vive?

-No... -¿qué conversación era esa? ¿Qué me quería por el dinero? Seguro que no, Harry apenas sabía cosas de mí. -No sabía que era rica.

-Pues ahora lo sabes, es una niña rica mimada. Seguro que se le antojó un chico malo y por eso está contigo.

-No está conmigo, no me interesa esa chica. -¿Cómo que no Styles? A ver, que no estaba conmigo. Pero creía que le interesaba aunque fuera solo un poco, si no, no se preocuparía por mí.

-No me extraña, es demasiado para ti. ¿No crees? Un vulgar chico huérfano sin dinero, con una chica de esas... Será mejor que me ocupe yo de ella. -¿Huérfano? ¿Harry? Qué de cosas estaba descubriendo. Pobre Harry, ¿era huérfano? Tom se estaba pasando. Además... Bueno, seguí escuchando.

-Con eso no te metas Tom, con eso no.

-Ya lo sé, ya lo sé. Que si no aparece el Harry agresivo, y ni a mí ni a ti te conviene. No querrás volver al correccional, ¿cierto?

-Por darte una buena paliza, me daría el lujo.

-Bueno, mejor me marcho a dar una vuelta por la playa. Igual la veo y todo. -Harry empezó a hacerme señas disimuladamente de que me fuera rápidamente, porque me vería si se iba.

-Un momento. -Dijo él. - No… no... -él intentó hacer tiempo para que me fuera, así que sigilosamente me desplacé hacia atrás.  - No vayas.

-¿Qué te ocurre Styles? Estás raro... Bueno, más de lo normal. -Dijo Tom. Yo seguí marchando poco a poco, hasta que choqué con algo. Me di media vuelta, y vi a tres chicos robustos ahí. Mierda.

-Mira quién hay aquí de visita. -Dijo uno de ellos, y Tom miró rápidamente, y al verme sonrió. Pero no una sonrisa bonita como la de Harry.

-Anda, ¿cómo es que estás aquí? -Preguntó Tom, mientras por uno de los chicos, que debían de ser sus amigos, me cogió del brazo.

-¡Suéltame! -grité enfadada.

-Relaja fiera. -Contestó éste. Yo le di un pisotón, y éste me soltó. Harry evitó reírse, pero le salió un pequeño sonido de risa. Después el otro chico, eran dos, me cogió del otro brazo y el anterior de nuevo por el mismo, y me elevaron del suelo mientras me transportaban hacia Harry y Tom.

-¡Dejarme en paz! -esta vez no podía hacer nada contra esos dos grandullones.

-Soltarla ahora mismo. -Dijo Harry ya sin reírse.

-Pero que irritables estamos hoy todos, ¿no? - salió de la boca de Tom. Yo le miré enfadada. -Hasta así estás preciosa. ¿A que eres muy guapa? Eh, ¿a que si? -dijo en tono burlante, como de un amo a su mascota.

-No soy una perra para que me hables así. Además sé que soy guapa, no hace falta que alguien como tú me lo diga.

-Menudos humos chica. ¿Por qué me odias tanto? ¿Qué te contó Harry? Si yo, soy todo un caballero.

-Lo único que tienes de caballero es que relinchas como un caballo, sin decir nada con sentido.

-Mira, -se acercó a mí, mientras los otros dos me seguían sosteniendo. Harry enseguida reaccionó, pero el tercer chico le cogió por las manos, y quedó con ellas detrás de la espalda sin poder moverse. -Sé que eres una chica muy 'mala' -dijo irónicamente- Pero vas a ser buena y no te resistirás tanto. Últimamente no viene por aquí muchos turistas, y menos con este tipo tuyo, así que me aburro. Pónmelo fácil. -Sentí algo de miedo, cuando Tom me empezó a tocar con su mano en la barriga, lentamente. Un escalofrío me invadió, pero cogí saliva, y rápidamente le escupí en la cara. Los otros dos, también se impactaron con el gesto y me soltaron. Fui corriendo hacia Harry y al chico que lo sostenía, le di ahí. Si, en sus partes bajas, por así llamarlo.

-Corre. -Dijo Harry.

-Ven conmigo. -Él sin dudarlo asintió, sabía que sin él no me iría, no solo por capricho si no porque los otros me cogerían enseguida. Me dio la mano, y en ese instante, el tiempo se detuvo. Fue como mágico. A pesar de la situación en la que estábamos, me encantó. Pero en cuanto volví en mi, estaba corriendo junto a él.

-¡Algún día no estará Harry ahí! ¡Te lo aseguro! -Gritó Tom, pero nosotros ya estábamos bastante lejos como para que él comenzara a correr.


Continuará...

martes, 28 de enero de 2014

Capítulo 4

Al día siguiente, después de despertar, desayunar, asearme, etc., decidí encerrarme en la habitación para coger el móvil, y llamar a Harry. ¿Que para qué me encerré en la habitación? Pues para que mis padres no me escucharan hablar con él.

Marqué su número, y dudé un poco en llamarle o no. En fin, no le agradaba mucho mi presencia e igual me mandaba a la mierda, pero no tenía nada que perder, así que llamé. Salieron unos cuantos pitidos, y no contestaba. ¿Para qué mandarme a la mierda? Es mejor no contestar. Seguro que pensaba eso. Colgué y tiré el móvil a la cama frustrada, pero de repente empezó a sonar mi tono de llamada, y en la pantalla ponía ''Llamada entrante de Harry''. Sin dudarlo un segundo, lo cogí.

-¿Si? -respondí.

-¿Qué querías antes? -preguntó algo secante, y con voz ronca y grave, que a pesar de que no la escuchara en persona, se notaba a leguas que era suya solo con ver ese tono de voz.

-¿Hoy vas a salir?

-No.

-¿A las cuatro y media dices?

-Que no, que no salgo.

-Es que no te oigo bien, -dije haciéndome la tonta. -¿A las cuatro y media en las rocas de ayer?

-Que no, que no quedamos, no.

-¿Que estás entusiasmado? Genial, pues a las cuatro y media en las rocas nos vemos.

Iba a contestar algo, pero le colgué. Desde luego, cuando quería era un poco toca narices, pero me gustaba. Acababa de quedar con Harry, a pesar de que él, no quería para nada. Me asombro, a decir verdad.

Me preparé entonces para salir como una chica normal, unos pantalones cortos y una camisa con una básica debajo para llevarla abierta. Como no me encontré a mi madre, avisé a Nana y no tuve inconvenientes con eso. Así que crucé la calle y fui por la arena hasta la roca. Eran las cuatro y veinticinco, así que me senté en una de las rocas que estaban rodeadas por agua, pero que como mucho me cubría por el tobillo. Saqué el móvil, y enredé un poco con él. Siempre que no tenía nada que hacer, enredaba con el móvil. Dieron las cuatro y media, y no aparecía Harry así que cogí unos cascos, y me puse a escuchar música. Cada minuto más o menos miraba a ambos lados, pero Harry no aparecía. Era una roca plana, así que me eché y seguí escuchando música. En cinco minutos estuve incómoda y volví a sentarme. Miraba a los lados, y nada, Harry no aparecía.

Decidí dar una vuelta por la playa, si aparecía lo vería sin problema. Entonces fui por esa playa casi vacía. Y dije casi, porque de repente alguien me cogió el brazo por detrás.

-Hola preciosa. -Dijo una voz, y me giré rápidamente al notar que no era la de Harry, si no, la de ese tal Tom.

-¿Qué quieres? -saltó un tono un tanto borde de mi interior.

-¿Y ese ánimo? Encima que te hago un cumplido. -Intenté soltarme de su agarre, pero esta vez no podía.-No, no seas mala, y no te sueltas. -Empezó a apretar, y me hacía daño.

-Me estás haciendo daño.

-Pues espera a pasar a palabras mayores. -Él se acercó a mí, y yo me alejé pero de un tirón me pegó a él. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Esperé unos segundos y di me intenté escapar de nuevo, consiguiendo soltarme de su agarre, pero tan solo di un paso para atrás y ésta vez me cogió de los dos brazos con ambas manos y me sacudió. -¿Dónde crees que vas? ¿Con tu novio Harry?

-No es mi novio.

-No me extraña. No entiendo el por qué estás con él. ¿Por qué no quieres estar conmigo?

-Suéltame.

-Lo lamento, pero esto no es así. Yo digo lo que tu harás, y tú me obedeces, pero no al revés. Así que ahora relaja. -Volví a intentar soltarme revolviéndome. -¿Qué no entiendes por relajarte? Me estás hartando niña.  -Me empujó y caí en la arena, mientras que él se arrodilló con una pierna a cada lado mío, y sujetándome por las muñecas.

-Suéltame por favor.

-Mira, eso me gusta más. Ahora pides por favor. Buena chica, pero no. No te voy a soltar. - Se intentó acercar a mí, mientras yo cerré los ojos dándome por vencida. Pero no llegó ni a rozarme. ¿Por qué? Apareció Harry.

-¡Cabrón! -gritó éste corriendo hacia nosotros. -¡Déjala en paz!

-¿Otra vez aguando la fiesta Styles? -dijo Tom. ¿Styles? ¿Lo llamó Styles a Harry? ¿Sería un mote o su apellido?

-Suéltala ahora mismo. -Dijo ya en nuestra posición. Yo estaba con la respiración agitada y aterrada solo pensando en que Harry no hubiera llegado.

-¿Y si no quiero? -Harry se acercó a él con el puño cerrado, y éste enseguida se achantó y se apartó de mí. Harry me tendió la mano y me ayudó a levantarme. Me abrazó con uno de sus brazos mientras con el otro amenazaba a Tom. -Vale, lo he pillado. Pero esa chica, de la próxima no se libra. -Yo era como si no estuviera allí, estaba anonadada porque Harry me estuviera abrazando, me sentía segura entre sus brazos. Tom se fue, y Harry me soltó.

-¿Estás bien? -me preguntó, y yo asentí. -Eres estúpida.

-¿Yo? ¿Estúpida? Fuiste tú el que me dejó plantada.

-No, yo no te dejé plantada. Los amigos de ese imbécil me retuvieron para que no viniera. Eres estúpida.

-¿Pero qué culpa tengo yo? ¿En serio te retuvieron?

-Ellos son así de estúpidos, y me tienen cruzado. Te dije mil veces que no te acercaras a mí, que no te convenía. Pero eres tan cabezota que ahora ellos ya te tienen fichada. -Estaba algo enfadado, o irritable, o preocupado. Lo más probable es que una mezcla de todo eso junto.

-Pero tienes que mirarlo por el lado bueno. -Él me miró tomándome atención. -Ahora ya da igual quedar contigo, ya no pierdo nada. -Harry se llevó la mano a la cabeza.

-Un día me volveré loco por tu culpa, y solo te conozco de hace unos días. -Yo encogí los brazos. Reí por su comentario, y él terminó sonriendo mientras miraba al suelo.

-¿Estás sonriendo? -pregunté asombrada, él me miró aún con la sonrisa, y era preciosa. Nunca había visto a un chico con una sonrisa tan preciosa, encima con esos ojos tan alucinantes. -Nunca te había visto sonreír hasta ahora.

-A decir verdad, yo también hacía mucho que no me veía sonreír.

-¿No sonríes? Pero, ¿tú eres humano? -pregunté, y él volvió a sonreír.-Te hice sonreír. -dije con tono de niña pequeña. -Para que luego me hables borde.

-Perdone usted. -Dijo en broma. -¿Te apetece dar una vuelta?

-No volverá ningún violador a por mí, ¿verdad? -ahora decíamos todo con una sonrisa, de broma.

-Pues claro que no, ahora está aquí, ¡Súper Harry! -estallé de risa, y él también.

Dimos entonces una vuelta por la playa, y no me lo creía, estaba hablando con Harry riendo, todo un logro. Y estuvimos un buen cacho haciendo bromas y cosas por el estilo. No me lo habría esperado de Harry, a decir verdad.

-¡Mierda! ¡Ya son las ocho! -dije al ver mi móvil. -Harry, me tengo que ir, nos vemos pronto.

-Pe...

-Sh, -le frené.- Ahora no tienes disculpas. Adiós. -Le di un abrazo, y esta vez, lo aceptó, más o menos. Bueno, algo era algo.

Fui corriendo entonces hasta mi casa, y bueno un poco tarde llegué, pero mi madre estaba demasiado ocupada para enterarse de que había llegado seis minutos tarde. Creo, que ni se había dado cuenta de que marché, estaba demasiado ocupada trabajando desde su portátil. Pero bueno, por mi mejor.


Continuará...

Capítulo 3

Me desperté gracias a Nana, que abrió las cortinas provocando una mueca por mi parte.

-Es hora de despertarse cielo. -Me dijo ella, que siempre me había tratado como una hija, trabajaba para nosotros desde antes de mi nacimiento, y nos teníamos mucho cariño. -¿Y esto?-preguntó mirando la ropa que ayer me había puesto.

-Em, es que me la puse ayer para probar si me seguía quedando bien el pantalón, y la camiseta a lo mejor había estirado.

-Cariño, aprende a mentir, porque si le dices eso a tu madre te quedas una semana sin el móvil. ¿Saliste ayer a la playa así?

-No...

-Puedes decírmelo, sabes que no le digo nada a tu madre.

-Verás Nana -me levanté y fui hasta el cuarto de baño del cuarto, mientras ella hacía la cama. - Es que ayer me invitaron a una fiesta y fui por la noche. Obviamente no dije nada.

-Tienes que andar con más cuidado mi niña, es peligroso.

-No empieces tú también Nana, sabes perfectamente que ya tengo muchos años y se cuidar de mi misma.

-Ya, solo te digo que vayas con cuidado.

-Tranquila, lo tendré.

Me aseé, y después bajé a la cocina, donde Nana me hizo un rico desayuno, y decidí ver un poco la televisión hasta la hora de comer, en la que, obviamente, comí. Después subí a mi habitación y decidí preparar la bolsa de la playa y acercarme hasta allí un rato. Mi madre tenía un buen día y me dejó.

Entonces crucé la calle, esta vez no llevaba tumbona si no una simple toalla para sentarme. La extendí entonces la toalla en la arena y me tumbé un rato, saqué un libro y me puse a leer. Estuve unos minutos así, hasta que me cansó la vista y la alcé al resto de la playa. Me fijé que al final de estas, donde había unas piedras con poca gente, vi a un chico parecido a Harry. No tenía nada que hacer, así que me acerqué allí. Como la casa tan solo estaba al cruzar la calle, dejé la bolsa en el jardín tirando la bolsa por la valla, y solo llevé encima el móvil. Me acerqué un poco, y efectivamente era él. Estaba sentado en una de las rocas, solo mirando al horizonte. Llegué a su posición, y me senté a su lado. Él si quiera movió su mirada.

-Hola. -Le dije yo, y él no respondió. - ¿Harry? -me miró, y alzó una ceja.

-¿Cómo sabes mi nombre? -preguntó extrañado.

-Me lo dijo una amiga. Yo me llamo ________.  -Hubo un leve silencio, yo tragué saliva. -¿Qué haces aquí solo?

-¿Qué es lo que no entendiste ayer de no volver a hablar más? -contestó borde.

-Tú no dijiste eso. -Volvió a mirarme, y me perdí unos instantes en sus ojos claros. -Dijiste que no me convenías, no que no te hablara más.

-Te recomiendo que no lo hagas. Cuanto más te alejes de mí, mejor.

-¿Por qué eres tan grosero? Encima de que intento ser sociable.

-¿Eres nueva verdad?

-Paso aquí el verano.

-Eso lo explica todo. Anda vete, antes de arrepentirte.

Este chico era todo un misterio. ¿Por qué decía que me arrepentiría? ¿Es verdad que todo el mundo quiere estar alejado de él? Si es así, ¿por qué?

-Marcho a dar una vuelta. Hasta luego.

-Espera. -Le dije y me levanté tras él. -¿Puedo ir? -no tenía nada que hacer, y me picaba la curiosidad.

-No, quédate aquí o vete a donde quieras, pero conmigo no. -Comenzó a caminar, y le alcancé.

-No quiero marcharme, ¿tanto te molesto? -él continuó caminando sin responderme. Yo lo adelanté y me puse delante de él de brazos cruzados impidiéndole el paso.- Por favor. -Le supliqué tan solo con la mirada. Él bufó.

-Vale. -Contestó dándose por vencido. Creo que acabó diciendo que si por no soportarme. La verdad es que una de mis cualidades, es ser bastante cabezota. Caminamos entonces dando un paseo, eran como las seis de la tarde, y ambos nos encontrábamos caminando por la playa, pero por una zona que a decir verdad no había mucha gente.

-Gracias por lo de ayer. -Le repetí por sacar algún tema de conversación.

-No es nada. -Contestó él.

-¿Qué hacías allí?

-Sé cómo es esa zona perfectamente, y al verte ir sola hacia allí bueno, me aseguré de que estabas bien. Como pude observar no era así. -Mira por donde, Harry, un completo extraño, se preocupó por mí.

-¿Tan peligrosa es? ¿Por un chico?

-No sabes lo que es eso. Ahí no solo está ese chico, si no toda la mala gente de la zona junta. Ahí se encuentra unas pocas casas escondidas entre vegetación, están unos cuantos chavales solos allí, a saber que hacen.

-¿Cómo lo sabes? Si se supone que están escondidas. -Él negó con la cabeza, al parecer no quería responder... - ¿Habías dicho que se llamaba Tom? ¿Verdad?

-Si, se llama Tom.

-¿Lo conoces entonces?

-Desearía no hacerlo. Es un sucio, rastrero y asqueroso. Se suele aprovechar de las chicas, y siempre anda metido en líos.

-¿Cómo sabes eso? ¿Lo sueles encontrar?

-Cosas. -Otra pregunta que no quería responder...

-¿Vives por aquí?

-Sí. -Dijo seco, sin decir donde ni nada. Todo seco. Ahora entiendo por qué lo llaman borde, pero no porque la gente no está con él.

-¿Dónde?

-En algún lado. -Dios mío Harry... Que antipático. Pero no tenía ninguna otra cosa que hacer.

-¿Qué sueles hacer por aquí?

-Tan solo doy paseos y pienso.

-¿No es aburrido estar todo el día haciendo eso?

-¿A ti no te aburre leer libros? A mi sí. Pues lo mismo es pensando.

-¿Cómo sabes que leo libros? -pregunté dejando de caminar y alzando una deja. Él se puso algo nervioso. Yo sonreí. -¿Me estuviste viendo en la playa verdad?

-Solo te vi de de reojo, nada más.

-Claro... -dije irónicamente, entonces apareció Lauren por la pequeña playa casi vacía.

-¡_______! Ven que te necesito. -Gritó ella a unos cuantos metros nuestros, desde las rocas que comunicaban con la otra playa, más o menos.

-¡Ahora voy! -grité. -Harry, ¿tienes teléfono?

-Sí. -Yo tendí la mano, para que me lo diera. -No pensarás que te daré mi teléfono.

-No tonto, dame tu número. -Él negó con la cabeza. -Por favor.

-Ya te dije mil veces que no te conviene acercarte a mi ______, no. -Me crucé de brazos y fruncí el ceño.

-Por favor. -Le pedí seria, en serio.

-Dame tu móvil anda. -Se lo di,  y él añadió un contacto con su número. Me devolvió el móvil y le sonreí, a diferencia de él, que se mantuvo serio. Me lancé a darle un abrazo.

-Hasta la próxima. -Me despedí.

-No habrá próxima vez, deja los cariños.

-Lo que tú digas. -Dije sonriente, y marché con Lauren.

-¿Qué hacías con ese? ¿No te quedó claro lo que te dije ayer? -yo no contesté, estaba embobada. Miré atrás, y vi a Harry caminando solo. -¿Me escuchas?

-¿Eh? Si, si. ¿Qué hora es?

-Las ocho. ¿Me has escuchado?

-¡Ya son las ocho! Tengo que irme a casa, ya hablamos.

-¡Pero...!  -yo empecé a correr, y no escuché nada más. Se supone que tenía que estar en casa a las ocho.

Llegué entonces a casa a las ocho y cinco, ya que las rocas estaban un poco lejos pero tampoco demasiado. Menuda la bronca que me calló por parte de mi madre. No solo por llegar cinco minutos tarde, si no porque no me veía por la ventana en la playa. Me había ido demasiado lejos, según ella. Pero bueno, no llegó a castigarme.


Continuará...

---------------------------------------------------------------------------

Bueno, ¿qué tal? Espero que os guste como va la novela, si no os gusta algo podéis comentarlo sin problemas. Gracias por leer, seguir comentando ♥

lunes, 27 de enero de 2014

Capítulo 2

En cuanto terminé de cenar la rica comida de Nana, subí a mi cuarto, y busqué algún vestido más o menos decente. No tenía mucho de eso, pues como antes dije, en mi vida no eran habituales las fiestas. Así que cogí una camiseta con la cual se me veía un poco el ombligo, y no porque la compré así si no que encogió al lavar, y mi madre no me dejó llevarla más a pesar de que a mí me gustaba más así. Después, me puse unos vaqueros cortos, pero esta vez cortos en serio. Eran las nueve y media, así que por si acaso me tumbé en mi cama y me tapé para que no se me viera la ropa. En unos minutos vino mi madre, y yo me hice la dormida. Me dio un beso de buenas noches, y se marchó. Genial, había picado el anzuelo.

Cuando no oí ya ningún ruido en el pasillo, más que el interruptor de la luz apagándose, ya eran las diez menos cuarto. Me destapé, y en mi cama puse unos cuantos cojines para hacer el bulto. Cogí mi móvil y lo coloqué en el bolsillo trasero del pantalón.

Salí del cuarto con cautela, y fui silenciosamente por el pasillo. Cuando iba a entrar en el salón, el cual daba la salida a la calle, tuve que esconderme rápidamente. Estaba allí mi padre con una pequeña luz, leyendo un libro. Mierda. Volví a mi habitación, y bajé por la ventana con cuidado, pero al ser una casa de ladrillos podía apoyarme bien, además de estar tan solo en la primera planta.

Cuando llegué al jardín, fui corriendo hacia la playa, ya eran las diez y cuarto. Lauren ya estaba allí esperándome.

-¿Por qué tardaste tanto? -preguntó.

-Lo siento. -Dije un poco fatigada, pero no demasiado. -Es que estaba mi padre en el salón y tuve que venir saliendo por la ventana.

-¿No te dejaban venir? ¿Y eso?

-Mejor dejar las explicaciones, ¿vamos ya?

-Vamos entonces.

No caminamos mucho, pero tampoco demasiado poco, hasta llegar a una casa, no más grande que la mía. Según Lauren, al parecer, era de un chico el cual los padres habían marchado dos días a la capital para visitar a un tío. Claro, el chico no iba a perder la oportunidad de organizar una fiesta. Para Lauren era completamente normal, mientras que para mí esto era como un mundo aparte.

Entramos, y había bastante ambiente, nos colocamos de pie en frente de una mesa de billar, y la verdad es que, no sabía qué hacer. No es que fuera muy divertido, pero bueno, todavía estaba comenzando la noche.

-Mira, ese de ahí que está a punto de dar a la bola de billar, es Steven. -Me dijo Lauren- Y contra el que juega, es Josh. -Yo asentía. -Aquel grupo de allí, son Elizabeth, Louisa, junto a Sam y Jack. Y el que está con un vaso ya borracho perdido, es el que organizó la fiesta.

-¿Y ese? -pregunté al ver un chico que me llamó la atención. Estaba completamente serio, cuando todo el mundo estaba divirtiéndose. Además, estaba solo, algo raro venir solo a una fiesta.

-Ah, ese es Harry. Mejor ni te acerques a él, es algo extraño y cuentan que algo violento.

-¿Y por eso está solo? -pregunté.

-Supongo que por eso y porque es bastante borde con la gente. No tengo ni idea de por qué ha venido.

-¿Vamos a saludarle?

-¿Pero tú me estás escuchando? Es un borde al que todo el mundo odia. No compartiría ni una sola palabra con ese.

-Vale, ¿entonces qué hacemos? No quiero estar toda la noche aquí.

-Ven, vamos a ver a Steven y Josh.

Nos acercamos entonces a ellos, y Lauren nos presentó, parecían ser agradables. Steven me sonaba, seguro que era alguno de los que estaba en la playa. Mientras ellos seguían jugando Lauren hablaba con ellos, y yo me mantenía atenta en la conversación sin decir nada. A veces se reían y no veía la gracia, pero aún así soltaba alguna carcajada.

Llegó el momento en el que me cansé, y decidí salir un poco a que me diera el aire. El ambiente allí dentro estaba demasiado cargado de peste a tabaco y alcohol. Cuando salí, dejando allí a Lauren con algunas cuantas copas de más, decidí sentarme un rato en las escaleras del porche, mientras enredaba un poco con el móvil, sin saber siquiera con qué. No pensé que ir a una fiesta sería aburrido, y supongo que no lo será, pero al venir sin conocer prácticamente a nadie, pues bueno la cosa cambia.

Decidí irme, así que guardé el móvil y caminé un poco por el paseo que conducía a mi casa. Eran las tres de la madrugada, aproximadamente, y estaba todo un tanto oscuro y frío. Todavía no había entrado del todo el verano, y esto provocaba que las noches fueran algo frescas. Caminé un rato, ya no se oía la música de la fiesta. Escuché pasos detrás de mí. Me extrañó, así que miré atrás, pero no había nadie. Seguí adelante, ignorando los sonidos, y estuve un rato sin escucharlos, pero al minuto volvieron. Me giré y seguía sin haber nadie.

-¿Quién está ahí? -grité ya cansada. Nadie respondió, me di media vuelta para seguir mi camino, pero ahora había un muchacho a unos metros míos. Estaba sonriendo.

-Hola. -Dijo éste. -¿Cómo es que una chica tan bonita está en un sitio tan oscuro a estas horas?

-Estoy marchando a casa. Si no te importa, tengo que irme. -Dije haciéndome paso, pero él me cogió del brazo.

-¿Dónde vas tan rápido? ¿No quieres pasar un rato conmigo? -yo me solté de un tirón, y volví a quedar donde estaba sin poder abrirme paso a casa.

-Déjame marcharme por favor.

-Va a ser que no, eres demasiado guapa. -Comenzó a acercarse a mí, mientras yo retrocedía. -No escapes, ¿no quieres pasar un buen rato?

-Déjame en paz. -Él se acercó esta vez serio y con paso mucho más ligero hacia mí, yo retrocedía, hasta que choqué. Miré hacia tras, y vi al chico rizoso de antes, ese tal Harry. ¿Qué hacía ahí?

-Déjala en paz Tom. -Dijo él, mientras con un brazo me puso detrás de él.

-Venga ya Harry, no vengas a aguarme la fiesta.

-Algo tarde, vete a fastidiar a otros o te hago lo de la otra vez. -Se miraron desafiadamente, y ese tal Tom se marchó. Mi respiración que hace un rato se había agitado, ahora estaba normal. Harry se dio media vuelta.- ¿Estás bien?

-Si... Gracias por ayudarme. -Dije algo cortada, e impactada al ver este chico de cerca. ¿Por qué dice la gente que es borde? A mí no me lo parece, es más, me acaba de salvar de ese 'Tom'.

-No es nada, pero no deberías andar por esta zona sola a estas horas de la madrugada. Por aquí siempre suele andar ese tío y compañeros suyos, y no piensan hacer cosas demasiado buenas con las invitadas, por así decirlo...

-Pero no voy a rodear todo el lago para ir a mi casa, ¿por dónde voy si no? -El chico rodeó los ojos.

-Te acompañaré esta vez yo, pero no te acostumbres.

-Gracias... -dije algo tímida.

Estuvimos todo el camino en silencio, eran altas horas de la noche y por ese camino tan solo se oían nuestros pasos. Íbamos a paso normal, pero aún así se me hizo corto el tiempo que estuvimos caminando. De vez en cuando miraba de reojo a Harry, el cual iba siempre con la mirada perdida. A saber en que estaba pensando ese chico, pero era muy misterioso.

Cuando llegamos en frente de mi casa, todavía no habíamos abierto la boca para pronunciar palabra.

-Es aquí. -Le dije rompiendo ese silencio, aunque a decir verdad no era muy incómodo.

-Vale, hasta luego.

-Espera, -le dije antes de que se marchara.- ¿Eres de por aquí? Podríamos vernos mañana, o...

-No, -contestó cortándome. -No vamos a quedar, no te conviene.

Le iba a decir algo, pero ya comenzó a marcharse. Yo quedé como una tonta viéndolo desaparecer por el camino como una tonta. Entré en razón, y fui hasta mi cuarto con cuidado de no hacer ruido, gracias a dios no me pillaron, así que me puse el pijama y escondí a ropa que había usado. Me metí en la cama, y me dormí.


Continuará…

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno ya sabéis, comentar☺ ¿Qué os parece? 

domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo 1

Era el primer día de verano, cuando estaba de camino a la casa del lago, la cual visitábamos todos y cada uno de los años en ésta época del año.

No penséis que cuando digo casa del lago, me refiero a una pequeña cabaña, porque no es así. Es una gran calle llena de casi mansiones, enormes para mi gusto. Mis padre el abogado, y mi madre empresaria, lo que facilita poder mantener una casa de tales dimensiones al lado del Lago Tukmashi. No me preguntéis la razón de un nombre tan extraño, a mí siempre me pareció chino, japonés o algo por el estilo.

Cuando llegamos, Nana trasladó la ropa hacia cada una de nuestras habitaciones, insistí en ayudarla pero mi madre odiaba que hiciera eso, siempre dice 'si tú haces su trabajo ¿Para qué la pagamos?'. Entonces, decidí ir a dar una vuelta por la playa del lago. Me costó lo suyo convencer a mis padres, pero lo conseguí. Cogí una tumbona, y en una habitación de la casa me puse el traje de baño con un vestido corto.

-Hija, ¿dónde crees que vas con esas pintas? Vete a cambiarte ahora mismo. -Me riñó mi madre.

-Mamá, es un vestido, ¿cómo quieres que vaya a la playa? ¿Con un abrigo de piel?

-A mi no me repliques así. Sube ahora mismo a cambiarte o te quedas sin ir.

-Pero...

-Ni pero, ni nada. O eso o nada.

Rodé los ojos, y subí a ponerme un pantalón corto. Bueno, 'corto', casi llegaba a las rodillas, y eso a mi madre le parecía demasiado corto. A veces me estresaba un poco, pero era lo que había. Pero, antes de salir del cuatro decidí coger el vestido, y meterlo en la bolsa de la playa. Ya me cambiaría al salir de casa, no había problema.

-Así está mejor, pero aún así me parece algo provocativo. Algún día mandaré a Trudi quemar tu ropa a ver si escarmientas.

-Nana no me haría eso.

-Porque tú lo digas...

-Bueno, marcho que si no se hará tarde. Hasta la noche.

-¿La noche? A las ocho estarás aquí. Ni minuto más, ni minuto menos.

-¡Per...!

-Ni minuto más, ni minuto menos he dicho.

Decidí irme antes de que me castigara y me quedara en casa toda la tarde. Crucé una carretera, y ya estaba en la playa, no merecía la pena ponerme el vestido, pero para la hora de volver o si me apetecía acercarme a la ciudad más cercana que tan solo estaba a unos metros, me lo pondría. Coloqué la tumbona al sol, saque mi toalla y la puse por encima de ésta. Saqué unas gafas de sol junto una pamela, me eché y mas puse para que no me diera el sol en la cara, ya que estaba boca arriba. Cogí mi móvil y unos pequeños cascos, y tomé el sol mientras escuchaba algo de música, cosa que me encantaba. No sé cuánto tiempo estuve así, pero llegué a caer dormida.

Me despertó un balonazo con un balón hinchable, de playa. Yo me quité la pamela, y el sol me deslumbró. Cuando pude ver, había tres chicos mirándome.

-¡Dormilona! ¿Podrías pasarnos el balón? -me gritó un chico rubio. Rodé los ojos y se lo pasé, no me hizo mucha gracia que me llamara dormilona a decir verdad.

Miré mi móvil, y marcaban las seis de la tarde. Había estado más de una hora allí durmiendo, menos mal que me había echado crema solar de sobra, si no ahora estaría como un cangrejo. Me puse más crema, y decidí darme media vuelta, para que la espalda también cogiera color y no ponerme solo morena de un lado, obviamente.

Me desaté la parte de arriba del traje de baño para que no dejara marca, y volví a escuchar la música. Estuve así mucho rato, casi me vuelvo a dormir pero esta vez lo evité.

Cuando dieron las seis y media, volvieron a darme con el balón. Yo enfadada me volví a atar el traje de baño, me levanté y se lo pasé con cara de pocos amigos, por así decirlo.

-Tranquila fiera. -Dijo uno de los chicos. Yo no le hice caso y me senté esta vez, y quité la música. Cogí un libro que había traído, me quedaban pocas páginas para terminarlo, y como no tenía nada que hacer, pues comencé a leerlo. Hasta que volvió a caer la pelota, esta vez en la cabeza. La cogí muy, pero muy enfadada. Me acerqué a ellos.

-¿Pero a vosotros que os ocurre? Ya lo hacéis a posta, ¿o qué?

-Tranquila hombre, fue sin querer. -Dijo uno de ellos.

-¿Las tres veces? - rechisté enfurecida. Ellos comenzaron a reírse. Yo, me crucé de brazos y sujeté con un pie el balón mientras me apoyaba en éste.

-No se lo tengas en cuenta. -Dijo una chica acercándose a nosotros. -Son tontos, no tienes que hacerles caso.

-¡Que estamos aquí! -gritó el rubio indignado, eso sí que me hizo gracia, y sonreí negando la cabeza.

-¿Te apetece dar un paseo? -me preguntó la chica ignorándole.

-Vale. -Total, no tenía nada mejor que hacer. Les devolví el balón a esos tres bobos. Ella empezó a caminar hacia la orilla, así que la seguí. Allí ella empezó a preguntarme.

-¿Y cómo te llamas? Yo soy Lauren.

-Encantada Lauren, me llamo _____.

-Nunca te he visto por aquí, ¿verdad?

-Bueno, suelo venir todos los veranos, tengo una casa aquí.

-Claro, eso lo explica todo. Yo vivía al otro lado del lago, y claro no me sonaba verte por ninguna clase, y al no venir aquí no te conocía. Este año me mude a una casa de por aquí. ¿Tienes amigos?

-Que va, mi madre nunca me dejaba salir sola, milagro que este año comprende que ya soy bastante mayor.

-Si quieres puedes venir hoy de noche a una fiesta que hay en la parte Este del lago, dicen que estará muy buena. Irán los tres idiotas esos que hay ahí, pero no te preocupes. Les encanta fastidiar pero lo hacen solo o porque te tienen cariño, o eres guapa y quieren llamar la atención.

-Entonces me lo tomaré como un cumplido el pelotazo en la cabeza. -Dije riendo y ella hizo lo mismo.

-¿Entonces vendrás?

-Pues... -Seguro que mi madre no me dejaría, daba gracias que podía venir a la playa sola, y era porque la casa nuestra estaba en frente y podían verme, que si no tampoco.  Pero, tenía unas ganas tremendas de ir a esa fiesta, y no por el hecho de que fuera aquí o por la gente que iba, si no porque nunca había ido a ninguna. Parece mentira a mi edad, pero era así. -De acuerdo, nos vemos aquí, ¿a qué hora?

-¿A las diez te parece bien?

-Perfecto.

Seguimos dando el paseo, hasta que nos cansamos de hablar, no nos quedaban temas de conversación. Decidí marchar entonces a casa, me puse pantalón 'súper corto' según mi madre, y la camiseta, para evitar riñas, y volví a casa a cenar.                         


Continuará...

--------------------------------------------------------------------------------------------

Bueno, pues aquí os dejo el primer capítulo de la novela, a ver si os gusta. Bueno, quien me conozcáis ya sabéis, cuantos más comentarios antes subo, así que comentar y sigo ♥ 

sábado, 25 de enero de 2014

Good Girl


''-No te acerques a él, todos dicen que solo trae problemas.
-Me da igual lo que digan los demás, quiero conocerle.''

El menos recomendado, que tiene un pasado oscuro, muchos secretos, mucho misterio.
Ella, curiosa, divertida, atrevida, con ganas de salirse de las normas, de desobedecer, salir de su rutina.
Dos mundos distintos, dos personas distintas, secretos,  chantajes, amor.




¿Te atreves a leerla?

Último capítulo.

Acabé llegando a la pradera que había más o menos, cerca de la iglesia. Se encontraba en un sitio alto, al lado de unos acantilados. Caí desplomada en el suelo, seguramente con la cara negra debido al rimel corrido. Tragué saliva, y desahogué mientras veía aquel maravilloso paisaje, acordándome de los días en los que me sentía mal cuando tan solo tenía trece o catorce años, en los que me enfadaba con el mundo con alguna tontería, así que cogía mi bicicleta y venía hasta aquí. Era como mi lugar secreto, que nadie conocía.

Me tumbé en la hierva, y giré la cabeza hacia un lado. Me imaginé allí a Liam, entregándome el anillo de bodas. Miré hacia el otro lado, y me imaginé a Niall tendiéndome la mano. Mi imaginación me estaba jugando una mala pasada. Permanecí allí, hasta que decidí hacer una cosa. Me acordé de que en los tiempos en los que venía aquí, guardaba mi diario debajo de unas rocas. Fui entonces hasta allí, e intenté encontrarlo. Cosa que costó lo suyo porque no me acordaba concretamente del escondite, pero lo conseguí encontrar. Tenía un bolígrafo también,y bueno todo algo ensuciado de tierra y cosas por el estilo, pero al abrirlo no. Leí algunas páginas, y me acordé de cuando las escribía. En una contaba que me había enfadado cuando nació mi hermana, porque quería ser hija única. Me reí para mis adentros. Seguí leyendo un poco por encima, y el último día que escribí conté que había conocido a un chico, Liam. Desde que él había entrado en mi vida, había dejado de venir aquí, porque no tenía enfados, ni cosas por el estilo con él. Los últimos años de mi vida habían sido un auténtico paraíso, pero, tuve que ir a estudiar fuera y pasó lo que pasó... Arranqué una hoja, y escribí una nota. La dejé en la roca, y saqué el móvil que llevaba enganchado en el zapato, si, he dicho zapato.

Lo encendí, y mandé un mensaje a mis padres, a los chicos, Liam, y Niall de que vinieran aquí. Era la hora. Dejé la nota en la roca junto al diario y el bolígrafo.

Me acerqué al acantilado, y miré al final. Estaba muy alto, demasiado, perfecto para mi propósito. Me cayeron lágrimas, y éstas caían por el precipicio al despegarse de mi mejilla.

-Lo siento por haber causado tantos problemas. -Murmullé, y con un impulso ayudado de una ráfaga de viento, me tiré por esos altos acantilados. He de admitir que sentí miedo, pero llegó el momento en que cerré los ojos, y no sentí nada...













DÍAS DESPUÉS EN LA TELEVISIÓN, SALEN IMAGENES DE TALES ACANTILADOS, Y FAMILIARES, CONOCIDOS, AMIGOS, MÁS QUE AMIGOS, LLORANDO DESCONSOLADAMENTE. 

-Chica se suicida tras escaparse de su propia boda, estas son imágenes donde se lanzó tras ver que no encontraba salida. Al parecer decidió terminar tan radicalmente con su vida por estar confusa entre su novio, y al parecer, su amante.

SE VEN IMÁGENES DE UN CHICO RUBIO, LLAMADO NIALL CON LAS MANOS EN LA CARA, LÁGRIMAS TAN GRANDES QUE JAMÁS HAN SIDO VISTAS POR CUALQUIER SER HUMANO. OTRO CHICO, CUYO NOMBRE ES LIAM APARECE AL LADO DEL ACANTILADO OBSERVANDO SUS VISTAS, MIENTRAS AGUA RECORRE TAMBIÉN SUS MEJILLAS, MIENTRAS SOSTIENE UN ANILLO DE MATRIMONIO EN SU MANO, Y OTRO PUESTO EN SU DEDO CORAZÓN. AL PARECER EL QUE SOSTIENE, FUE ENCONTRADO EN EL LUGAR DEL SUICIDIO DE LA CHICA. AMIGAS DE TAL MUCHACHA SE ENCUENTRAS LLORANDO EN LOS HOMBROS DE SUS NOVIOS, QUE ESTOS TAMBIÉN SUELTAN ALGUNA LÁGRIMA. LOS FAMILIARES NO SE ENCUENTRAS ALLÍ, DEBIDO A UNA DEPRESIÓN DE LA MADRE, Y UN LEVE INFARTO DEL PADRE, PERO QUE RECUPERARÁ PRONTO. MIENTRAS, LA HERMANA PEQUEÑA ESTÁ CON LÁGRIMAS.

Nota encontrada en una roca, junto a un diario que parecía ser de la chica, un bolígrafo, y el anillo que el chico anterior sontenía.

''Bueno, quería despedirme de vosotros. Puede que os sea dolorosa mi perdida, pero es que no veía salida. Papá, mamá, hermanita, lo siento mucho por haber hecho semejante estupidez, pero era necesario. Quiero que sepáis que sois la mejor familia del mundo. Os quiero, nunca lo olvidéis, gracias por haberme dado todo desde que nací, y quiero pediros que nunca me olvidéis, pero que superéis esto, no podría imaginarme si os hago sufrir. Por favor, os amo. Chicas, Sam, Amber, Naza, sois las mejores amigas que nunca he tenido a pesar de conoceros hace a penas un año, pero con vosotras reí mucho, me divertí, fui de compras, y lo pasé en bomba a lo largo de este curso. Chicos, Harry, Zayn, Lou, cuidar mucho de ellas, se lo merecen. Lamento no poder estar el día en que contraigáis matrimonio vosotros, y rezo porque no ocurra algo como esto, pero estoy segura de que no será así, que seréis más que felices, os lo merecéis. Gracias por haber compartido este curso conmigo... Bueno, Niall y Liam, Liam y Niall. Ahora diré algo que será nuevo para uno, pero no para otro. Lo lamento mucho, pero os quiero demasiado a los dos. Liam, estuve con Niall durante el curso siendo algo más que amigos, pero con una carga muy pesada en la conciencia debido a que te quería demasiado. Al principio pensé que sería pasajero, pero como podréis comprobar, no es así. Quiero decirte Liam, que hiciste hiciste los últimos años los mejores de mi vida, te quiero muchísimo, pero conocí a Niall. Niall, pues es que, también te quiero muchísimo. Me alegro de haberte conocido este curso, y de haber hecho lo que hicimos el día de la graduación. Lo lamento a los dos, no se como fui tan tonta de seguir con lo de la boda sin decirte nada Liam, y Niall, lo siento por haber hecho que lo pasaras mal. Quiero que sepáis que los dos sois lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida, y quiero que seáis felices. Espero que algún día podáis dejar esto tan solo como un mal recuerdo, encontréis a alguien que os quiera tan solo a vosotros, y no os haga sufrir como yo. No os diré que decidí lanzarme porque no encontré salida. Podría perfectamente haber plantado a Liam en la boda, e irme con Niall, pero también podría haber ignorado a este último y marcharme como si nada hubiera ocurrido con Liam. Pero la cuestión no es que no podía hacerlo, si no que no quise. Os quiero demasiado, y me mataría ves a uno bien mientras el otro está mal. Así que corté con lo sano, he hice esto. Así no daré más problemas. Prometerme por favor que encontraréis a alguien, y yo os prometeré quedarme siempre con vosotros en vuestro corazón. Sois lo mejor que me ocurrió en la vida, pero me he dado cuenta de que no todas las luces al final del tunel son libertad, si no que a veces son luces oscuras. Aún así se que seréis capaces de seguir, y quiero que recordéis que en vuestro pasado, hubo una chica que os quiso con lo cura, tanto que dio la vida por vosotros.

Os ama a todos, _______.''









Fin.

Capítulo 36


MINIMARATÓN PARTE 3


Al día siguiente, como anteriormente mencioné fuimos a recoger a Niall, Sam y Zayn. En un vuelo más tarde aparecieron Naza y Harry. Ese día comieron todos en mi casa, y les presenté a mis padres, por la tarde dimos el último retoque a el mínimo detalle de la boda. Después dimos una vuelta y les enseñamos un poco la ciudad, antes de cenar en una pizzería, mi favorita por su puesto.

Hoy era 'el gran día'. Eran las diez de la mañana, ya había ido a la peluquería, y acaba de ponerme el precioso vestido con ayuda de mi madre. Me maquilló una amiga de ella, que era esteticista. Cuando por fin terminó, mi madre me repitió por novena vez que estaba hermosa, y decidió ir marchando a la iglesia con los invitados. A las once comenzaría la misa. Yo estaba en un cuarto retocándome mientras me miraba mi reflejo en el espejo. En una hora saldría de ese cuarto, cruzaría la gran puerta y comenzaría 'mi nueva vida'. De repente, picaron un par de veces a la puerta, y yo dije un simple, 'adelante'. Abrieron la puerta, y por el espejo vi a Niall, precioso con su traje elegante. Me giré en mi asiento, y lo vi directamente de arriba a abajo.

-Estás muy guapo. -Dije sonriendo algo débilmente.

-Eso debería decirlo yo, ¿no crees?

-¿Crees que estoy guapo? -reí un poco, era una situación algo complicada que el 'amigo' al que quieres casi tanto o tanto como a tu futuro marido, esté en tu boda.

-Bueno, guapa. -Se acercó a mi y tendió su mano. Yo se la cogí, estaba algo fría, a pesar del calor que hacia ya que era Junio, casi Julio. Hizo que diera una vuelta sobre mi misma mientras me miraba de arriba a abajo. -Sin palabras. Estas perfecta. -Me detuve, y quedamos próximos el uno del otro, cara a cara. Le miré directamente a los ojos, y los noté algo irritados.

-¿Has llorado? -pregunté al notar tal cosa. Él  negó con la cabeza, pero a mi no me engañaba. Puse una de mis manos en su mejilla, y le di un beso en los labios, era inevitable hacer algo así. Al cerrar los ojos para hacer ese gesto, se me calló una lágrima. Supongo que sería de la presión que sentí en ese momento al ver que hacía sufrir a este chico tan encantador. Después me separé muy lentamente de él, y calló una lágrima más mientras apretaba mis labios, intentando que no derramar más.

-Eh, no llores.

-Es que, soy estúpida. 

-No lo eres... Creo que me iré, solo venía a ver como estabas. Cálmate por favor, en unos minutos saldrás ahí, y prometerás tener una vida junto a Liam, que es muy buen chico. Serás muy feliz, y no te preocuparás por mi.

-Pero nunca olvidaré lo que ocurrió la tarde de la graduación.

-Te aseguro que yo tampoco. 

Me dio un beso en la mejilla, el último beso en la mejilla, y en cualquier parte, que él me daría. Marchó, y yo me arreglé la cara. Eso me llevó su tiempo, cuando quise darme cuenta, mi padre llamó a la puerta, y era la hora de ir hacia el altar. Le cogí del brazo, y salimos del cuarto. La gran puerta que comunicaba con la iglesia estaba cerrada. Las pequeñas dabas de honor, entre ellas mi hermana, me colocaron la parte trasera del velo, y se pusieron en su posición con las cesta de los pétalos. Estaba nerviosa, y el corazón se me aceleró al ver abrirse la puerta. Había, puede que, cien personas en los bancos giradas mirando hacia mi mientras comenzó a sonar la mítica canción de todas las bodas. Suspiré e inspiré. Comencé a dar pasos a corde con mi padre mientras él estaba feliz, con una sonrisa, al igual que todos a los conocidos que veía mientras avanzaba, con una sonrisa en la cara. Yo en cambio, estaba seria, buscando con la mirada a Niall entre toda la gente. Vi a Sam, que junto a Zayn me observaban dulcemente, como Naza y Harry, ni hablemos de Lou y Amber. Conseguí ver a Niall, quien estaba igual que yo, serio. Miré al frente, donde estaba Liam y el cura. Seguía con mis sentimientos nublados, no sabía lo que quería. Pero, era demasiado tarde para echarse atrás. En cuanto subí el escalón del altar, la música disminuyó hasta hacerse inaudible, y desaparecer. Liam me sonrió y yo intenté hacer lo mismo sin resultado. Miramos al cura, y él comenzó a hablar.

-¿Han venido aquí a contraer matrimonio por su libre y plena voluntad, sin que nada ni nadie les presionase?

-Si, padre. -Contestamos.

-¿Están dispuestos a amarse y honrarse mutuamente en su matrimonio durante toda la vida?

-Sí, Padre, estamos dispuestos.

-¿Están dispuestos a recibir responsablemente y con amor los hijos que Dios les dé y a educarlos según la ley de Cristo y de si Iglesia?

-Sí, Padre, estamos dispuestos.

-Así pues ya que quieren establecer ente ustedes la alianza santa del matrimonio, unan sus manos y expresen su consentimiento delante de Dios y de su Iglesia.

-Yo, Liam, -empezó él mirándome a los ojos, yo casi con éstos en agua- te pido a ti ___ que seas mi esposa porque te amo y prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida. 

-Yo, _______, -dije nerviosa- te acepto a ti, Liam, como mi esposo porque te amo y también prometo serte fiel en lo próspero y en lo adverso en la salud y en la enfermedad y amarte y respetarte todos los días de mi vida.

-Que el Señor confirme este consentimiento que han manifestado ante la Iglesia y cumpla en ustedes su bendición. Lo que Dios acaba de unir, no lo separe el hombre. -Dijo el Sancerdote. Mi hermana, vino hacia nosotros con un cojín, y los anillos. Liam me colocó el mío, y seguidamente yo el suyo.

-Recibe este anillo como signo de mi amor y mi fidelidad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. -Siguió Liam.

-Recibe este anillo como signo de mi amor y mi fidelidad. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. -Repetí yo.

-Y ahora, -prosiguió el cura- Liam James Payne, ¿Aceptas a ______ ______ ______ como tu futura esposa?

-Si, acepto.

-Y tu, _____ _______ _______, aceptas a Liam James Payne como tu futuro marido?

Quedé en silencio, hasta el punto es que comenzaron a sonar murmullos entre los allí presentes, Liam me miró preocupado.

-¿Qué ocurre? -me preguntó susurrando. Negué con la cabeza y me cayó una lágrima. Giré la cabeza, y vi a Niall saliendo de aquel lugar, con ojos lagrimosos. No podía hacerle esto, y no podía irme con él y hacerle eso a Liam. No quedaba opción. Salí corriendo de aquel lugar, mientras se oía el sonido de mis zapatos corriendo, ya que todos hicieron silencio al ver mi acción. Liam quedó petrificado allí, pero no se mucho más, enseguida salí de aquel lugar. Fui lejos, muy lejos, lo más posible.

Continuará...

----------------------------------------------------------------------------------------------------------


Pues vueno comentar que os parece. Dar RT aquí y sigo babes ♥

Capítulo 35




MINIMARATÓN PARTE DOS


Al día siguiente salí con Liam, Louis y Amber.  El resto de los chicos, vendrían a España mañana, dormirían en un albergue todos y el próximo día sería la boda. Ya estaba todo planeado al pie de la letra.

Estábamos caminando por la calle tranquilamente cuando se nos acercó una chica, me sonaba su cara pero no sabía de qué.

-¿Eres estúpido? -preguntó esa chica,  se refirió a Louis ya que miraba hacia éste. La muchacha abrió la mano y le dio en la mejilla, además juraría que fuerte por el sonido que hizo. Amber, Liam y yo quedamos con los ojos como platos. - ¿Te vas y ya me olvidas?

-Pero si me dejaste antes de marchar. -Contestó Louis. Ahora sabía de quien se trataba, era esa chica con la discutió en la calle, justo antes de conocerle.

-¿Qué es esto? -preguntó Amber desconcertada.

-Imbécil. -Volvió a insultar esa chica. Después se marchó como si nada. Fue una escena algo ¿rara? Amber se puso en frente de su novio con los brazos cruzados.

-¿Quién era esa? -preguntó algo enfadada.

-Es una chica que estuvo conmigo, pero lo dejamos. ¿A que si chicos? -nos preguntó.

-Es cierto Amber, estaba presente en su ruptura. -Comenté ayudando a Louis, al notar los celos de Amber. Ella se tranquilizó pero no quedó muy contenta. Claro, que se le pasó en cuanto decidimos ir a dar una vuelta al centro de la ciudad, sitio donde estaba todo rodeado de tiendas, cosa que a ella le encantaba. Así que eso fue lo que hicimos. Entramos en algunas que otras tiendas mientras hablábamos.

Después, mientras estábamos sentados en un banco a la vez que Louis hacía cualquier tontería que nos hacía reír. Cuando dieron las siete más o menos, recibí una llamada. Miré quien era, resulta que se trataba de Sam.

-¿Hola? -preguntó/saludó ella.

- Hola, ¿qué ocurre?

-Nada, solo te quería avisar de que mañana estarmos allí por la mañana para ayudarte con los preparativos y todo eso. A las diez nos vemos en el aeropuerto, ¿vale?

-Vale. -Miré a los chicos, que estaban completamente hablando de sus temas. Me alejé un poco, y pregunté en voz baja- ¿Vendrá Niall?

-Me dijo que sí iría, así que me imagino que lo hará. Por cierto, estos días nunca lo veo abrir la boca, ni me quiere fastidiar, ni nada de nada. Estoy comenzando a preocuparme, y ambas sabemos porque es.

-Ya lo se Sam, pero él no es el único que sufre te lo puedo garantizar...  Sam, desde el día de la graduación estoy destrozada. Estaba completamente convencida de casarme, pero ahora tengo un buen lío en mi mente, no se que hacer.

-Pues no sabría que decirte. Pero te pido por favor que tengas cuidado con tu elección, para no dañar mucho a ninguno de los dos.

-Es que Sam... no se si cancel... -vino de repente Liam, sonreí algo falsamente, y él me dedicó una de sus bonitas sonrisas. -¡Liam! -cambié de tema rápidamente.

-Cariño, ¿quién es?

-Es Sam, mañana vendrán sobre las diez. Bueno Sam, te dejo, ya hablaremos.

-Ya te interrogaré cuando te vea en persona... Hasta luego preciosa, intenta estar alegre.

-Gracias guapa, hasta mañana.

Continuará...


Capítulo 34


MINIMARATÓN

Hoy marchaba con Liam a España. Puede que nunca más pisaría Londres, pero puede que si. Desde luego, había sido un año diferente a los demás, sin dudarlo. Pero ahora que estaba con Liam en el avión hablando de cualquier cosa, no paraba de pensar en Niall, en la boda, y en todo. Tenía un gran lío en la cabeza, desde luego, Niall no fue tan solo nostalgia por mimos, según pensaba el primer trimestre. En cuanto se me venía a la cabeza todo lo que hicimos ayer, madre mía. No pudimos si quiera ir a la fiesta, y Liam se preocupó pero le dije que fue por un tema del vestido y no pasaba nada.

Cuando aterrizó el avion fuimos en taxi hasta mi casa, donde sin perder un segundo me dirigí a mis padres y a mi hermana corriendo a saludarles y darles un abrazo, ya que no los había visto en persona desde navidades. Contar, no tenía mucho que contar ya que les llamaba todos lo días. Enseguida mi madre sacó el mismo tema de siempre; la boda. No quise cortar el tema, ya que hacía mucho que no hablaba con ella no y no le quería quitar la ilusión de que su hija se casara. A decir verdad, creo que estaba más emocionada ella junto a mi padre, que yo. Pero bueno, yo no lo estaba, por el tema de lo que ocurrió ayer.

Después mi madre y yo fuimos a mi cuarto a hablar mientras que Liam hablaba con mi padre, a saber de que. Mi madre,  comenzó a decirme que tuviera cuidado con lo que hacía una vez Liam y yo nos casáramos. Pero también antes, porque me dio la sorpresa de que mañana mismo, iría a un apartamento con Liam, tan solo para nosotros, para comenzar una página en blanco de nuestra vida juntos oficialmente. Ella se alegraba, y yo por una parte también ya que se estaba cumpliendo uno de mis más grandes deseos, pero ahora tenía una parte más en mi, que pedía a gritos salir. Esa parte era la que quería a Niall. A pesar de esto, la tonta de mi siguió adelante sin pensar en las consecuencias.

Pues como dije, a la mañana siguiente vinieron unos camiones en los que empaquetamos en cajas cosas imprescindibles para llevar allí, era una casa amueblada así que no fue mucho lo que tuvimos que trasladar. Después llevamos la ropa en el maletero del coche de Liam, con el cual dije adiós a mi casa, que bueno, ya no era. Mis padres se despedían con algunas lágrimas en los ojos al ver a su antigua niña pequeña, hacerse mayor. Según ellos claro, para mi siempre serían mis padres y sé que ellos seguirían tratándome como a su pequeña. 'Tu nunca crezcas' me acuerdo que dijo mi madre a mi hermana. Ella asintió rápidamente, al ser tan pequeña le daba asco ver a dos personas enamoradas marchándose a vivir juntos, pero se alegraba mucho por mi y le entusiasmaba el tema de la boda.

Arrancó el coche y dije adiós entonces a toda mi infancia en ese sitio. Es cierto, que los visitaría a menudo. Pero nada se compararía con los buenos días de mis padres y las partidas con mi hermana a la consola, ambas en pijama, un domingo aburrido. El nuevo apartamento estaba a penas tres manzanas, y cuando llegamos nos tocó una gran tarde de desempaquetar cosas, colocar y demás. Al final de la tarde, más bien era de noche, fuimos a la habitación cansados. Yo me senté de un suspiro en la cama, y después me tumbé en ésta. Liam hizo lo mismo, ambos estábamos agotados.

-¿Te gusta la casa? -preguntó él mirando al techo.

-Es preciosa, y después de toda esta tarde colocando, más aún.

-Por fin una casa solo para nosotros, y en tan solo tres días estaremos oficialmente juntos. -Me dijo él girándose para mirarme y yo hice lo mismo, y así quedamos uno en frente al otro. -Tengo muchas ganas.

-Lo mismo digo.

Él me dio un beso en la nariz y me sonrió. Hice lo mismo, mientras él me dio unos pequeños besitos en el cuello.

-Te quiero mucho. Me alegro de que nuestras vidas se junten de una vez por todas.

-Yo también te quiero.

Continuará...

---------------------------------------------------------------------------

Comentar y sigo, ¿qué tal os está pareciendo? ¿Qué creeis que ocurrirá? Comentar y sigo subiendo el maratón.

viernes, 24 de enero de 2014

Capítulo 33



Después de toda la ceremonia, fuimos a la fiesta que había en el gimnasio, pero antes fuimos a la casa para dejar las túnicas y los gorros. Después quedamos todos a la entrada del gimnasio. Liam estaba con Sam y conmigo en la habitación.

-Oye chicos. -Les dije. - ¿Podéis ir a la fiesta sin mi? Tengo que arreglar un asunto.

-¿El qué? -preguntó Liam, pero Sam ya lo había captado al vuelo.

-Nada, es una cosa del vestido. En diez minutos estoy allí.

-Bueno vale, allí te espero preciosa. -Me dio un beso en la mejilla y salió del cuarto con Sam para ir con el resto. Yo esperé a que desaparecieran del pasillo, para cerrar la puerta con cautela de que no me escuchasen. Fui hasta el pasillo de las habitaciones masculinas, y entré en la 107. Entré simplemente, ¿para qué llamar? Vi lo que esperaba ver, estaba Niall sentado en el extremo de la cama, con las manos en la cabeza mientras apoyaba sus codos en las rodillas. Parecía algo triste.

Me acerqué entonces hasta él, y me senté a su lado. Pasé mi brazo por su espalda haciendo círculos con la mano, imitando acaricias. Él no se inmutaba, pero yo continué con ese gesto. Acabé apoyando la cabeza en su hombro.

-Niall. -Le dije en tono de voz considerablemente bajo. - Es un día alegre,¿por qué no vas a la fiesta?

-Alegre será para todos, menos para mi.

-¿Por qué dices eso?

-¿Qué quieres que haga en la fiesta? -destapó su cara, y tenía los ojos algo hinchados e irritados, como si hubiera estado llorando. -¿Bailas mientras Louis está con tu amiga, Nazaret con Harry, mi hermana con Zayn, y tu... -esto le costó un poco decirlo-  tu con Liam? Para eso estoy solo aquí.

-Niall, solo puedes graduarte en la universidad una vez en la vida, esto no es algo habitual. Disfrútalo.

-Si voy allí no lo disfrutaré ______, te lo puedo asegurar. Más bien creo que sufriré.

-¿Por qué?

-¿No entiendes que no soy capaz de verte con Liam? No puedo _____, no puedo.

-¿Y qué hiciste en todo el curso? -le pregunté casi insensible, una parte algo odiosa de mi, pero es que necesitaba respuestas de una vez.

-Porque en todo el curso no le di importancia al tema de tu casamiento. -Dios mío, que harta estaba de ese tema, tan solo quedaba una semana pero llevaba todo el mes escuchando boda por allí, boda por allá. No había otro tema de conversación con mi padres, ni con Liam, ni con mis amigos.

-Mira Niall... -pensé bien que decir para no meter la pata. - Intenta disfrutar este día, estaremos todos juntos en la fiesta y no te sentirás de sobra. Te lo prometo. Si te quedas aquí no podré estar feliz siquiera yo. -Él no dijo nada.- Por favor... Venga que nos vamos a divertir.

-¿En serio estarás conmigo aunque sea un pocito? -Pocito lo dijo en español y yo le sonreí.

-Eso no se duda.

Él puso su mejilla y señaló con un dedo de su mano izquierda tal  sitio, queriendo decir que le diera un beso ahí. Entonces yo decidí darle el besín, sin contar que él se giró y se lo di en los labios. Quedé algo cortada, pero él continuó el beso, y lo peor es que yo no tuve problema alguno. Ese era mi problema, me solía llevar por la emoción del momento.  Siguió besándome, como si mañana se acabara el mundo, la cuestión es que yo también. Llegó a tumbarme, mientras él se colocó encima apoyándose en el antebrazo, mientras continuaba el beso. Estuvo así un rato, hasta que se separó durante unos segundos, y seguidamente me dio un pequeño y sonoro beso en la comisura izquierda.

-Niall, sabes que no puedo, lo siento.

-Sé que no puedes, pero también sé que quieres.

No supe que más decir, él comenzó de nuevo a besarme, y yo me dejé llevar completamente.

Continuará...

-------------------------------------------------------------------------------------

Comentar ♥


Capítulo 32



Sonó el despertador y fui casi pegando brincos hasta el baño. Me aseé y después me puse una toalla en el pelo y envolviendo mi cuerpo, mientras Sam entró a ducharse ella, y mientras yo busqué algún vestido bonito para llevar.  Había cogido un día que fuimos de compras un par de ellos así que fue fácil elegir.  Escogí unos zapatos y listo. Me sequé el pelo y decidí alisarlo, después me puse la correspondiente ropa y un pequeño bolso con el móvil y dinero. Me lavé los dientes, y me maquillé un poco, y me calcé.  Me puse una pulsera y esperé a que se preparara Sam. Después, cuando acabó fuimos hasta la sala común donde estaban el resto, yo fui a buscar a Liam y volví con él con el resto de la gente.

-Que guapa estáis todos, por cierto ____ me encanta tu vestido, y tus zapatos Sam, ¡Naza! ¡Qué bolso tan perfecto es ese!

-Tu también estás muy guapa. -Contesté sonriendo. -Y los chicos también.

-Bueno, dejar los alagos que todavía se gradúan sin nosotros. -Dijo Harry con prisa. Todos nos reímos y fuimos entonces hacia el salón de actos juntos, aunque cada uno con su conversación.

Llegamos allí y cogimos asiento en primera fila. Antes de nada hubo unas cuantas actuaciones, como gente haciendo bailes, discursos, presentaciones de nuestras fotos en alguna que otra excursión, o simplemente haciendo el tonto. Las cuestión es que la presentación la había hecho Zayn, cosa que nadie sabía que lo había echo ya que era secreta. Pero claro, al ser él quien lo hizo, salí en gran parte de las fotos, ya ni hablar Sam. El grupo en general salimos en bastantes, pero aún así también había de todos los compañeros. Algunas simplemente eran fotos, pero otras eran haciendo el tonto y causaron alguna que otra risa. Después de eso otorgaron unos premios, uno creo que era de dibujo, que ganó una chica morena, me sonaba su cara de verla por los pasillos. Luego creo que dieron uno por un proyecto contra el medio ambiente, no estoy segura no me acuerdo. Pero bueno, dieron unos cuantos. Hasta que por fin, al final, dieron los diplomas de graduados. Todos nos pusimos las capas y los gorros míticos del día de la graduación y fuimos detrás del escenario para esperar el turno en el que nos llamaran, no sin antes dar un beso a Liam, que me deseó suerte.

Fui entonces detrás del escenario junto al resto de los chicos. El primero en subir fue Harry, ya que iba según que rama de la ciencia hubieras escogido. Después fue Zayn, y luego Nazaret, la cual estaba nerviosisima, al igual que Amber, Sam y yo. Los chicos no tanto, o por lo menos no dejaban salir rasgos de eso. Después nombraron a unos pocos, y más tarde a Amber y Louis. Quedábamos Sam, Niall y yo, hasta que en un rato llamaron a Sam. Quedamos Niall y yo, y él notó mis nervios.

-Lo has conseguido. -Me dijo él. Yo le miré, sin saber a que se refería.- Has pasado el curso con notas impecables, y conseguiste soportarme, en unos días te casarás, y me convertiré en un error de tu último año de universidad. Pero a pesar de eso, quiero que sepas que ara mi serás el más bonito de mis recuerdos. Gracias a ti, se lo que es querer a alguien de verdad, y aunque no sea mutuo, me alegro de que te aceptaran la beca aquí. Te quise mucho este curso, y te quiero, y te querré.

Le iba a decir algo, pero justo dijeron mi nombre. Subí entonces con el corazón en la garganta, y formulando una sonrisa. Me acerqué al señor director, y miré en el público, hasta que encontré a Liam grabándome, seguramente para enviar el vídeo a mis padres, ya que no podían venir a ver mi graduación los dos más mi hermana pequeña. Después miré hacia atrás y vi a Niall con media sonrisa, y por último a los chicos con su diploma a lo largo del escenario. Me tocaba acercarme al micrófono, y decir algo, un pequeño discurso como todos habían hecho.

-Bueno. Quería decir las rutinarias palabras que se suelen decir, gracias a todos los que me habéis ayudado a conseguir esto. Hace unos meses tan solo soñaba con el prestigio de estar en esta gran universidad, y me alegro muchísimo de haber conseguido la beca. A sido el mejor año, en el que aunque me despedí de gente querida -miré a Liam- hice compañeros nuevos estupendos. -miré a los chicos y volví a sonreír. Dirigí la cara de nuevo al público. Comencé a derramar alguna lágrima de emoción. -En el que ocurrieron cosas que eran impensables para mi, -me referí a Niall, pero indirectamente para que nadie se percatara. - Y este curso no hubiera sido lo mismo si cualquiera de esas cosas me hubiera faltado. Muchísimas gracias. Cogí el diploma, y lo alcé como todos habían hecho, mientras recibí un aplauso. Me acerqué a las chicas, y las cuatro nos abrazamos.

-Lo conseguimos.

Cuando acabaron de nombrar a todos, nos colocamos en filas escalonadas, para entrar todos en el escenario. Yo iba en la primera, debido a que era de las más bajitas. Todos estábamos sonrientes cuando el director dijo...

-Ahora estáis oficialmente, graduados. Enhorabuena muchachos.

Cambiamos de lado la borla del gorro, como siempre se hacía. Después empezaron a aplaudir, y tiramos los gorros.Todos comenzamos a juntarnos,me dirigí hacia todos los chicos y nos dimos un buen abrazo grupal celebrándolo. En cuanto pude, fui corriendo al público y abracé a Liam. Nos dimos un beso, yo lloraba de felicidad, mientras serpentina cubría a todo el público y graduados.

-Muy bien pequeña, lo lograste. -Me dijo.

Continuará...

-----------------------------------------------------------------------------

Comentar♥

jueves, 23 de enero de 2014

Capítulo 31



Me desperté enseguida, hoy sería un día movido. Estaba Liam detrás mío abrazándome. Me giré para verle de frente y le de un beso en la nariz suavemente, pero no se percató. Le miré, y tenía una cara muy tierna mientras dormía. Le di uno en la mejilla y gimió.

-Liam, hay que levantarse. -Él me abrazó más fuerte y permaneció con los ojos cerrados.

-Un ratito más.

-Venga Líam.

Estuvimos así un rato hasta que lo conseguí despegar de las sábanas, y creo que lo hizo por no escucharme insistir más. Él se duchó mientras yo adecentaba esto, y luego me duché yo. Cuando ya estábamos listos cogí mi bolso y ambos nos pusimos el abrigo. Salimos, y en ved de un taxi, cogimos el mítico autobús londinense rojo de dos pisos. Como podréis imaginaros subimos a la segunda planta, que estaba al descubierto. Empezamos a sacarnos fotos, a reír y cosas por el estilo, y así horas y horas. Visitamos además el Big Ben, Buckinham Palace, Tower Bridge, y sobretodo el London Eye. Era muy bonito todo, era como un sueño el echo de estar allí con Liam. Al final, recorrimos lo que nadie había recorrido en tan solo una mañana y parte de una tarde.

Como a las seis de la tarde o así, decidimos marchar, ya que estábamos agotados de tanto caminar. Entonces esta vez sí que cogimos un taxi y volvimos a la casa.

-Estoy agotado, creo que iré a echar una siesta.

-Si echas por la noche te costará dormir, y mañana te levantarás tarde, y si te levantas tardes, no podrás verme graduándose.

-Exagerada. -Sonrió y me dio un beso en la frente.- Llámame en una hora para que no ocurra. ¿O duermes también tu?

-Me quedo aquí tranquilo. -Sonreí y él hizo lo mismo, marchó y yo me senté en uno de los sofás que había en la sala común.

Saqué mi móvil y comencé a mirar tweets de la gente, la mayoría eran de antiguos compañeros, felicitándome por la boda. Otros eran de amigos de Liam, haciendo lo mismo que los anteriores. Claro, luego estaban los más de diez mensajes de mi madre, que era lo primero a lo que respondía para que no se preocupara por mí.

-¿La futura Señora Payne está un segundo sola sin su novio? No puede ser. -Dijo Niall de repente, apareciendo por la puerta que daba al comedor. -Desde que llegó no me has dirigido la palabra.

-Lo siento, es que llevaba sin verle desde Navidad.

-No pasa nada... Por cierto, en menos de una semana te casas, ¿estás contenta no?-Niall, que delicado eres. ¿Qué quieres que te responda? ¿Una dulce mentira o una amarga verdad? Pensé.

-Si... -contesté insegura de mis palabras. -¿Irás a ella verdad? -Pregunté. Él sonrió mientras miraba al suelo.

-No podría perderme tal cosa. -A pesar de decirlo con esa sonrisa, le notaba que no era felicidad lo que desprendía.

-Me alegro... -se mantuvo un pequeño silencio.

-Podrías... ¿Darme un abrazo? -me preguntó. Yo quedé un tanto extrañada, pero me acerqué a darle ese abrazo sin ningún problema. -Pero no se si seré lo suficientemente fuerte de aguantar toda la boda sin soltar ninguna lágrima. -Me susurró en medio de tal abrazo. Yo quedé casi de piedra. ¿No sería fuerte? ¿Lloraría? ¿Niall? Es cierto que una vez  lo vi llorar, pero a penas fue una lágrima.

Le di un beso en la mejilla, ¿qué otra cosa haría en esa situación? A decir verdad me dieron ganas de darle más que eso, pero en cualquier momento podría venir Liam, además de que me había centralizado, e intentaba no tener esos pensamientos con Niall, en menos de una semana me casaría, y tenía que parar de encariñarme de ese ojos azules. No podía hacerlo, lo único que haría sería empeorar las cosas.

Menos mal que en cuanto nos separamos Liam apareció, y ya quedó en el aire esa conversación. Después cenamos, y fui a dormir antes que nadie, mañana era el día, tenía que estar descansada.

Continuará...
---------------------------------------------------

Comentar ♥

Por cierto, vi unas fotos de Zayn y Liam, y la pava que las puso en twitter dice que son gays, y bueno insertó tales imagenes. Yo hice un collage con las verdaderas imagenes para que la gente viera que e un photoshop, mirar aquí . ¿Qué opináis?