lunes, 3 de febrero de 2014

Capítulo 10

MINIMARATÓN

Llevábamos puede que minutos, aunque no descartaría la opción de horas, encerrados. Al no tener reloj, ni nada por el estilo no sabíamos como pasaba el tiempo. Luego recordé que Tom dijo antes de salir que en una hora volvería, así que tan solo pasaron minutos. Eso sí, se me hacían eternos con el silencio que había entre nosotros dos. Estábamos ambos sentados en el suelo debido a la falta de muebles, apoyados en la pared. Harry podría perfectamente romper la puerta, con lo estropeada que estaba sería pan comido. Pero luego estaría Tom junto a los otros tres, y seguro que volverían a cogernos.

Oímos las llaves de la puerta abrirse. Yo volví a sentir miedo, y me acerqué un poco a Harry. Él me miró.

-Tranquila, ahora no estás sola. -Me dijo en voz baja. Me dio la mano, y entrelazó sus dedos con los míos. Me sentí más segura, a decir verdad.  Abrieron la puerta, y Tom entró.

-Que bonito, has encontrado a Harry. Pues no sé qué hacer. Si fueras una chica cualquiera en el minuto uno ya te hubiera llevado a hacer lo que tengo planeado... Pero, no sé. Igual te hago sufrir un poco más. -Yo miré a Harry, estaba asustada de nuevo. ¿Qué me haría sufrir? -No hace falta que te asustes. -Dijo Tom, y yo volví la mirada hacia él. - Mañana seguramente comenzaré por el principio. Hasta entonces, os dejaré aquí. Disfrutarlo, puede que sea vuestro último tiempo juntos.

Cerró la puerta, y se oyeron las llaves por fuera. La había vuelto a cerrar. Ahora tenía segura una cosa, tenía pánico a que llegara el día de mañana. ¿Cómo que era especial? ¿Me haría sufrir?

-Harry. -Dije en voz baja. Me levanté y él hizo lo mismo. Puso atención en mí, y yo continué. -¿Qué me hará?

-No lo sé... -Dijo él, y al segundo me dio un abrazo mientras me mecía como se hace a una niña pequeña. -No lo se... -repitió.


*Mientras tanto*


Tom: Ya sabéis todos el plan, ¿verdad?

Illán: Yo sigo sin entenderlo...

George: Tú nunca entiendes nada imbécil.

Tom: Tranquilidad chicos. E Illán te lo explico por última vez. Mañana por la mañana, cuando aún estén dormidos entra Frank, y vuelve a atar a Harry con ayuda tuya y de George. Si no atamos a esa bestia no nos dejaría hacer nada tranquilos.

Illán: ¿Y tú que harás?

Tom: Llevarme a la chica. Seguramente la llevaré conmigo a alguna de las casas de al lado. La más alejada, por si alguien la oye gritar.

Frank: ¿Gritar? ¿Por qué iba a gritar? Si está claro que no pondrá resistencia sin Harry a su lado, te teme. Se le nota.

Tom: Pero está claro que después de darle todo lo que le tengo que dar, tendré que hacer algo para que calle. No puedo volver a estar entre rejas.

George: ¿Entonces? ¿Qué le harás? No creo que se quede de brazos cruzados después de haberla violado.

Tom: Está claro que de brazos cruzaros no quedará. Pero vosotros dejármelo a mí. Algo me llevé de esa pequeña estancia en la cárcel después de que Harry me defraudara.

Tom, sacó de uno de los bolsillos de su chaqueta de cuero ya roída por alguna que otra polilla debido a lo vieja que era, un arma de fuego. Una pequeña pistola, fácil de manejar. Mientras que en otro de los bolsos, un par de balas.

Frank: ¿No crees que es demasiado? Tom, que solo es una chica.

Tom: No es tan solo una chica. Esa chica quiere estar con el roba madres Styles. Y no se saldrá con la suya.

George: Te podrías meter en un gran lío si la gente se entera.

Tom: No tendrán por qué enterarse.

Illán: No te reconozco.

Tom miró a su compañero con una mirada aterradora, y este retiró sus palabras.


Continuará...

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