Capítulo 16

-¿Qué? -pregunté anonadada- Liam,¿vas en serio? Tenemos 20 años. Bueno, tu 21.

-Pero no nos casaríamos ahora. Cuando acabes de estudiar, en verano. Sé que es algo un poco fuerte, pero puedes pensarlo a lo largo de las vacaciones. No tengo prisa, si con tal de esperar tengo una vida entera junto a ti.-Me dio un beso en la frente- Marcho a casa, que ya son las nueve. Mañana por la mañana me paso ¿Vale? -Yo asentí con la cabeza y Liam salió del cuarto cerrando la puerta. Cogí el anillo, lo había dejado en la cama. Lo saqué de la caja y me lo puse en mi dedo corazón. Lo observé detenidamente. ¿En serio estoy preparada para casarme? Pensé. Bajé al piso de abajo, para ir a la cocina, donde estaba mi madre y mi padre.

-Mamá, Papá... -dije yo y me senté en una silla.

-¿Qué quieres cielo? -preguntó mi madre cogiendo un trapo para secarse las manos, ya que estaba limpiando. Se sentó a mi lado.

-Esto -dije enseñándole la mano en la que tenía el anillo. No sabía que hacer, ¿y qué mejor que la opinión de tus padres?

-Dios mío ¿Te lo dio Liam? -yo asentí- Mira cariño -mi padre se acercó y lo observó anonadado- ¿Qué le dijiste cielo? -preguntó.

-No le respondí, me lo pensaré estas vacaciones. Dijo que si nos casamos, lo haríamos cuando acabara los estudios, en verano.

-¿Y tu qué quieres?

Buena pregunta, no lo sabía. ¿Qué quería yo? Ayer andaba, ya sabéis, con Niall y ahora esto. Pero ses verdad que quería a Liam, y mucho, pero ¿tanto como para casarme? Nunca me imaginé esto, menuda sorpresa. Suspiré.

-No lo se mamá.

-Bueno, tienes tiempo para pensarlo.

Poco después cenamos, y tras esto fui directa a la cama. Estaba demasiado cansada, había sido un día un tanto ajetreado a decir verdad.

A la mañana siguiente los rayos de sol se colaron por mi ventana, provocando la queja de mis ojos. Los cerré fuertemente, y luego los abrí pestañeando varias veces. Me estiré y me levanté. Fui a la ducha y después me vestí. Bajé a desayunar una fruta, y enseguida sonó el teléfono.

-¿Si? -respondí a la llamada.

-Cariño, ¿te apetece quedar? -dijo la voz conocida de Liam. Sonreí.

-Pues claro, termino de desayunar y vamos para ¿El parque?

-Vale, en media hora te veo allí. ¿Vale?

-Vale.

Colgué el teléfono y pegué un mordisco más a la manzana que tenía en la mano.

Los siguientes días fueron básicamente así, salía con Liam, venía a casa, iba a la suya. Nada muy distinto a lo matutino, pero bueno no me quejaría. Lo peor, era que no lo disfrutaba del todo. Tenía un tema que me nublaba constantemente los pensamientos. Ese tema era el casamiento, Liam y Niall. ¿Qué haría? ¿Me caso con Liam? ¿Olvido a Niall? Dios mío. ¿Qué hago? Necesitaba ayuda. Así que una tarde decidí llamar a Naza.

-Naza- dije en cuanto descolgó el teléfono, sin dejarle si quiera decir un hola.

-¿Qué ocurre?

-Liam, me pidió matrimonio. -Contesté directa.

-¿Qué dices? ¿En serio? ¿No estarás bromeando no? ¡Tía! ¿Qué le dijiste?

-Nada, no se que hacer, por eso te llamo.

-No me digas que no dijiste que si por el rubio.

-Lo siento, pero es que estoy echa un lío enserio.

-______, si te pidió casamiento es porque en serio te quiere. Yo que tu no lo arruinaría por lo de Niall, fijo que a él se le pasa. Si estuviera en tu lugar, seguiría adelante, ¡dile que si! Pero bueno, es mi opinión haz lo que creas conveniente. Yo siempre te apoyo guapa.

-Muchas gracias Naza.

-Nada babe, hasta luego.

-Hasta luego.

Colgué el teléfono y miré el anillo. Lo había mirado ya tantas veces que lo conocía hasta el mínimo detalle. ¿Le diré que si a Liam?

Continuará...

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