Me
había quedado de piedra ¿Le gustaba a NIALL? ¡EN SERIO? Eso, no me
lo esperaba, vale, estábamos siempre juntos por el trabajo, y era el
chico más dulce del mundo, pero del pequeño detalle de que le
gustaba no me había percatado. A lo mejor por la simple razón de que
estaba demasiado concentrada en odiar a Cara y en tener lo que fuese
que tuviera con Harry. Eso si, yo a Niall de contesté
-Claro
que sí Niall. -dije sonriente. El soltó un suspiro de alivio, ya se
le calmaba el color rojo de su preciosa cara. Aunque hay que admitir
que le sentaba bastante bien.
Nunca
me había planteado esta situación, la verdad es que nunca me había
planteado si me gustaba Niall. A ver, es un chico encantador, se
preocupa por todo el mundo y es un ángel con migo. Además se le da
genial cuidar niños (si no no estaría de canguro de Deysi digo yo)
Es amable, y de físico, pues qué decir. Un rubio de ojos azul y
cara encantadora, pero aún así con unos abdominales BASTANTE
ejercitados. ¿Cómo decir que no a un chico perfecto? Vale, soy la
primera en decir que no existe el chico perfecto, pero ahora que me
planteaba la situación de que tenía una cita con Niall, me estaba
dando cuenta de que puede que si exista.
-Menos
mal, tenía miedo de que me dijeras que no -sonrió de oreja a oreja,
se le notaba muy feliz, la verdad, es que yo también lo estaba.
Ahí
no dijimos nada más, ya estaba todo dicho, y era la hora de recoger
los platos, en mi caso; y en el de Niall acostar a Deysi. Mañana era
Sábado, y como me dijo mi jefa el primer día, tenía cuatro horas
libres los sábados.
Hasta
ahora esas horas siempre las empleaba en visitar a mi familia. La
verdad, es que a veces echaba en falta las peleas continuas con mi
hermano pequeño, tener que esperar turno para ir al baño, o
simplemente que mis padres me regañaran todos los días por no
llevar zapatillas. Si, soy de esas que prefieren andar en calcetines
por su casa. Los echaba de menos, pero bueno... Solo sería este
verano, nada más. Luego conseguiría el dinero suficiente para
entrar en la universidad, y se acabaría estar en esta casa de locos.
Estaba
ya acabando de lavar los platos, cuando alguien entró en la cocina,
me imaginé que sería Niall.
-Oye
_____-espera, esa voz grabe y ronca no era de Niall... Es
inconfundible, era de...
-Dime.
-dije secante, como él hizo un millones de veces con migo.
-¿Por
qué me contestas así de fría? -dijo, seguramente con el ceño
fruncido, cosa que no puedo confirmar porque no quise apartar mi
vista del los platos, y seguir dándole la espalda.
-¿Yo?
¿Fría? -dije. Nótese mi ironía.
-No
en serio, que te pasa, por el día no estabas así.
-Ya
¿y qué? -ahora era yo la bipolar.
-¿Qué
te paso?
-A
mi nada ¿y a ti? -me giré, el estaba con una cara de no entender
nada, con el ceño fruncido.
-¿Cómo
que a mi?
-Déjalo.
Ve a dormir anda.
-No
tengo sueño. Y tu no eres la que me manda.
-Vale,
pues por lo menos déjame en paz.
-_____,
POR DIOS ¿que te pasa?
-Que
no me pasa nada.
-Claro,
no te pasa nada, pero por la mañana estabas tan feliz con migo en el
sofá, y ahora no me quieres ver ni en pintura. ¿Por qué?
-No
se, pregúntaselo a Cara ¿no? Parecía que ella te hacía más caso
que yo esta tarde ¿no es cierto? -vale, me dejé llevar un pelín.
No tenía motivo alguno de ponerme así, básicamente porque solo era
un abrazo... Pero no sé, a veces ni siquiera me entiendo a mi misma.
-¿Eh?
-dijo sin comprender nada.
Continuará...
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Bueno, ¿Qué les pareció el capi? AVISO no me gustan lectoras fantasmas, podéis comentar que no muerdo :)
Amo tu novela*----*
ResponderEliminarGraciias cielooo *~*
Eliminarme encanta la novela
ResponderEliminarSiguelaaaa me encantaa!
ResponderEliminarAhora voy chicas JAJAJAJA :)
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