viernes, 8 de noviembre de 2013

Capítulo 28


-Lo se, y lo siento.

-¿Está _______ detrás mía? -me pregunto. Yo asentí, ya que la cama de ella se encontraba justo detrás suyo. Ella se dio poco a poco la vuelta, hasta que la vio por completo. Se acercó a ella y se sentó en una silla mirándola, lloró más de lo que estaba llorando antes -está... -dijo con un hilo de voz. Notaba lo que le costaba hablar por culpa de la llorera- está, muy pálida.

-Lo sé.

-______. Despierta -dijo ella hablando con mi _______, mi pequeña _______ -sé que vas a despertar. No es hora de que te vallas -cada vez le costaba más hablar- nos quedan muchas compras por hacer. Y muchos secretos que contarnos. Quiero ir a tu boda con mi hermano -se secó las lagrimas, pero unas nuevas le volvían a brotar- sé que despertaras. No nos hagas sufrir, y hazlo de una vez. Sé que eres fuerte y lo harás- yo también lloraba. Esa imagen de Gemma con _____, y esas palabras me mataban.

-Pues claro que lo hará -ella me miró.

-No puedo verla así Harry. Lo siento -le rugieron las tripas- lo siento, llevo desde anoche sin comer. Desde que nos avisaron de esto llevo en ese pasillo desquiciada.

-Ve a comer algo anda.

Se despidió con un abrazo, y se marchó. Poco después entraron médicos.

-Bueno chico -me dijeron- como veo, has despertado, y observo que estás en muy buen estado, pero creo que te quedarás esta noche aquí para asegurarnos -yo miré mi reloj, y eran las siete de la tarde-

-De acuerdo -respondí. Aparté la vista de ese médico, para observar a el doctor que estaba observando el estado de _____. Por lo que parecía había acabado.

-Bueno, en seguida aparecerán unas enfermeras con la cena. Hasta luego muchacho -dijo ese hombre de los 50 para arriba.

-Espere -dije antes de que salieran por la puerta- ¿qué ocurre con _____? ¿Cómo está?

-Pues -dijo el doctor que la atendió- recibió un brusco golpe en la parte trasera del cráneo. Ahora mismo está luchando por la vida o la muerte. En esa batalla no podemos intervenir, es cosa suya. Solo podemos esperar y rezar para que pase lo mejor.

-Pero -dije yo otra vez con llanto- no puedo dejarla ahí sola. No puedo dejara luchar sola -dije levantándome de la cama, en la que el médico me había mandado sentarme- no puedo hacerle esto. Es mi culpa que esté así.

-Tranquilo joven -dijo el doctor- todo saldrá bien, ya lo verás. Por lo que veo, la quieres mucho ¿qué sois? ¿Primos? ¿Hermanos?

-Novios. Es la persona más perfecta que conocí en la vida -dije, con una sonrisa en la cara.

-Pues, fijo que se recupera chaval. Lo hará, tu, ten paciencia.

-Esperaré el tiempo que haga falta.

El doctor sonrió, y se marchó junto al otro. Yo me acerqué de nuevo a _____. Me eché junto a ella en la cama, apartando todos los cachibaches que tenía enganchados, pero sin quitárselos obviamente. Cuando me tumbé a su lado, me giré para verla. Le aparté un mechón de su pelo para verle bien la cara.

-Sé que te pondrás bien, te prometo que te esperaré -le di un beso suevemente en la mejilla. Empecé dándole un suave masaje circular por encima de su camiseta en el vientre. Llevaba una sudadera, y noté algo duro en uno de sus bolsillos. Decidí mirarlo.
Era un papel, parecía algo gastado. Lo desdoble, y era pequeño. Tenía tres palabras. No me imaginé que sería eso. Ahora si que lloré. Era él papel que le di en verano, el de 'Empleada, tráeme amor'. 

-Te prometo -dije en voz alta- que te esperaré princesa, eres lo mejor que me pasó en la vida.


Continuará...

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3 comentarios :

  1. Sigueeeee que yo no tengo twitter :( siguelooo espero que se ponga pronto bien rayita

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