Sonó
el timbre, y nuestras miradas se desconectaron para ver a Harry
corriendo hacia nosotros.
-Bueno
yo me voy -dijo Zayn.
-¡Espera
Malik! -dijo él. Pero Zayn no paró y siguió caminando- cabrón
-susurró Harry.
-¿Qué
ocurre? -pregunté.
-No
me llamaron en jefatura- dijo él. Esto cada vez era más raro. ¿Zayn
quiso estar a solas conmigo? En fin...
-Bueno,
marcho para casa.
-Mañana
nos vemos preciosa -preciosa, me había llamado así. Dios
mío. Esto no parecía el instituto, ni estas semanas parecían
normales. Es como si estuviera en un mundo paralelo.
Fui
hasta la entrada, y me encontré con Jenny.
-Hola
boba – me dijo ella sonriente- mi madre dice que iremos a comer a
tu casa. Que tu padre y ella nos tienen que decir algo.
-Vale
-dijo yo también sonriente y me metí en el coche de la madre de mi
amiga para ir a casa. Le conté por el camino a Jennifer todo lo que
pasó en esta última hora y ella quedó flipando. Incluso la madre
de ella hacía comentarios. Bueno, la verdad es que ella era como una
amiga más en ese sentido, era bastante moderna.
Cuando
llegamos, entramos en el piso y estaba la comida lista. Era bastante
extraño, siempre solía llegar y tener que hacermela yo. ¿Qué será
eso que nos tienen que contar?
Nos
sentamos en la mesa después de saludar a mi padre, y comenzaron a
hablar un poco de todo.
-Bueno
ya llevamos -dijo Jenny mirando el reloj – casi media hora en casa
y no nos contasteis eso tan importante.-Mi padre y su madre se
sonrieron mutuamente.
-Pues
veréis. Sabéis que trabajamos en la misma empresa, y solemos pasar
bastante tiempo juntos.
-Continúa
-dijo Jennifer atenta mientras comía. Esa chica amaba comer, pero
nunca engordaba. No se como se las apañaba.
-Bueno,
pues en ese tiempo-continuó la madre de la comilona- nos conocimos
mejor. Y... Hemos empezado a salir -Jennifer, estaba bebiendo en ese
instante. Escupió y abrió la boca.
-¡Seremos
hermanas! -gritamos las dos a la vez. Ellos se rieron.
-Si,
lo seréis -contestó mi papi.
Ambas
gritamos, y nuestros padres se taparon los oídos. Empezamos a saltar
¡Siempre la había querido como una hermana, pero ahora ¡Lo sería!
-Venga,
ir a gritar al cuarto si queréis que ya nos destrozasteis bastante
los tímpanos por hoy -dijo, mi ahora madrastra.
Nosotras
seguimos gritando a la vez que corrimos a la habitación.
-¡Una
cosa más! -gritó mi padre- ¡Viviréis aquí!
Nosotras
volvimos a gritar, y al entrar mi cuarto, vimos que había dos camas,
y un montón de cajas.
-Madre
mía, que deprisa se toman las cosas -dijo Jennifer y nos reímos, y
luego comenzamos a ordenar las cosas.
Continuará...
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PARTE 2/4 DEL MARATÓN
sigueeeeeeeeeee
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