sábado, 28 de diciembre de 2013

Capítulo 16


**Narra ______**

Sonó el timbre, era lo hora. Salí al pasillo, y comencé a buscar el aula que Zayn me había dicho ayer. Nunca había estado en ella la verdad, así que no sabía dónde estaba. La busqué y la busqué. Por fin, en el fondo de un pasillo por el que poca gente solía pasar la encontré. Abrí la puerta y vi a Zayn sentado en un taburete. Toda la clase estaba un tanto desordenada, y no tenía pinta de que se usara a menudo. Estaba llena de caballetes, pinturas, pinceles, ceras... Todo sueño de un artista, vamos.

-Guau -dije al entrar, él estaba concentrado con su móvil y lo sorprendí -lo siento.


-No pasa nada -dijo él serio. Siempre lo veía así ¿no sabía lo que era sonreír? -siéntate ahí -me mandó, señalando un taburete enfrente del suyo. Yo hice lo que me pidió, y me senté ahí.

-¿Para qué dijiste que viniera?

-Quédate ahí quieta -sacó un blog de dibujo enorme, y un maletín con unos cuantos carboncillos, lapiceros, gomillas, etc.

-¿Qué vas a hacer? -pregunté extrañada ¿me iba a pintar?

-Te voy a pintar -me iba a pintar.

-Nunca me pintaron -dije sonrojada.

-Tu solo, sonríe.- Hice lo que me pidió, sonreí. Él empezó a mirarme detenidamente los ojos, y dio unas trazadas. Bajó su mirada a la zona de la nariz y siguió con otras pocas líneas. Cuando bajó a la boca, sin querer sonreí un poquito más. Él miró un segundo mis ojos, y volvió otra vez a la boca, y noté, cuando iba a dar la trazada correspondiente que sonrió. Si, Zayn sonriendo. No me preguntéis por qué, para mi es un enigma sin resolver su modo de pensar. Pero, me había sonreído. Me puse algo nerviosa, a lo mejor sonrió porque le daba risa o algo, no se. Suelo ser bastante negativa.- Relájate -dijo él notándolo. Mierda. Comencé sonrojarme, y él volvió a esconder su sonrisa mientras seguía trazando líneas.

Suspiró y volvió a mirarme fijamente. Yo también lo hacía, y comencé a fijarme en todos sus pequeños detalles que nunca antes había visto. Su pelo de punta, tapado por el gorro de lana que llevaba hoy puesto, esos labios. Y sus ojos marrones café, su mirada tan penetrante.

-¿En qué piensas? -dijo él mientras daba sombra al dibujo, por lo que podía ver.

-En nada -contesté rápidamente.

-¿Seguro?

-No te iba a mentir -contesté yo. Él sonrió ¡Tercera vez que sonríe! Record mundial, señoras y señores.


Volvió a haber un silencio, ya me estaba cansando de sonreír, me dolían las mejillas. Menos mal que al pasar los diez minutos o así de esas cuatro frases (nunca mejor dicho, habían sido solo cuatro frases) él soltó el carboncillo que tenía en su mano, y sopló un poco el papel, para quitar las birutillas sobrantes.

-Ya puedes descansar -yo suspiré y me relajé de soreír.

-¿Cómo es que me dibujaste? -pregunté mientras él daba algún retoque.

-Tenía que hacer un retrato femenino para clase de plástica. Y a mi madre la tengo ya demasiado pintada -dijo riendo muy levemente, pero para lo que era él, era todo un logro. Así que yo hice lo mismo y sonreí.

-¿Podría verlo?

-Claro -dijo él, aún sentado en su taburete, y con una tiza blanca en la mano con la que hacía brillos. Me levanté y me puse detrás suya para poder verlo, cómo seguía rematando todo, aunque estuviera ya perfectamente perfecto.

-Es precioso, ¿esa soy yo? -dije alucinada, ni de coña era yo así de guapa.

-Así es como te veo yo por lo menos. -Alzó la vista para poder ver mi cara, ya que yo estaba de pié y él aún no se había despegado de su asiento. Sonrió mientras yo miraba perpleja el dibujo. Le di un abrazo que le pilló bastante por sorpresa.

-Muchas gracias, es precioso.- Dije yo- fijo que te pone un diez clavado el profesor o profesora.

-Bueno, es bastante estricto, no se yo.

-Ya verás como si. -Me separé del abrazo, y miré mi reloj.-Quedan quince minutos para que toque el timbre. -Él sonrió y guardó todo lo que había sacado, excepto el blog, que lo puso encima de lo que debía de ser su mesa.

-Podemos marchar ya, si quieres. Pero hay que ir con cuidado, no dejan entrar aquí cuando no hay un profesor de vigilancia. Y suele haber en este pasillo constantemente alguno tomando el café.

-Pues vamos con cuidado.

Cogí mi bolso, y fuimos hasta la puerta. Zayn, la abrió cuidadosamente. Yo quedé observándolo embobada.

-Parece que no hay nadie -dijo con voz baja, mientras miraba cuidadosamente el pasillo -ven- Caminé entonces hasta donde estaba, y abrimos del todo la puerta, él salió primero, pero cuando iba a salir yo él dijo -cuidado, cuidado, está ahí Duncan- dijo casi en susurro y metiéndose rápidamente en la clase, claro que chocó conmigo, y caímos ambos al suelo. Estuve a punto de gritar pero él me tapó la boca. Arrimó con su pié la puerta- no te muevas ni hables -dijo él- nos arriesgamos a una amonestación- susurró. Gracias a que estaba arrimada no se nos vio. Yo no me moví, pero él estaba encima mía, claro, apoyado en sus antebrazos para no aplastarme. Yo asentí con la cabeza. -Creo que ya no oyen pasos -dijo concentrado en escuchar, me destapó la boca y quedó un rato mirándome, y yo a él.


Continuará...

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Bueno, aquí está el capítulo dieciséis. A mi personalmente, me encanta. Me encantó escribirlo, incluso lo releí JAJAJAJA. A ver si a vosotras os gusta, comentar  ❤

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