Estaba
empaquetando mis cosas. Guardaba la poca ropa que me quedaba en el
armario para las cajas vacías. Cuando por fin terminé, me dispuse a
dejarlas en el maletero del taxi que llevaba pitando un rato fuera de
mi casa, se cansaba de esperar a mi madre y a mi. Una vez dentro,
eché un vistazo a mi casa, mas bien, a mi ExCasa. Ya nunca más la
volvería a ver. Muchos recuerdos me vinieron a la cabeza, pero debía
dejarlos atrás. Subí al taxi junto a mi madre, y nos dirigimos al
aeropuerto.
Cuando
ya estaba todo listo y anunciaron nuestro vuelvo, subimos a nuestra
línea de avión. A mi me tocó al lado de la ventana. En todo el
viaje no dirigí palabra a mi madre. Me puse mis cascos y me hundí
en mis pensamientos, mientras observaba como mi casa se hacía más y
más pequeña, hasta el punto que apenas se veía.
-Venga
____ -dijo mi madre – deja de comportarte como una niña pequeña,
sé que no te gusta nada la idea de mudarte a Londres, pero es por
culpa del trabajo, no tenía opción.
-Lo
entiendo mamá, pero intenta comprenderme a mí. Llevo 17 años en
esa ciudad, tengo amigos, ¡y novio! ¿Sabes lo mal que lo paso
alejándome de él?
-Ya
lo sé hija... Pero por favor, haz un esfuerzo. En Londres harás
muchos amigos, eres muy sociable y hermosa, todos querrán estar con
tigo. Además, te matriculé en una de las mejores universidades.
-Pero
que pasa con Brad mamá. Me prometió seguir con lo nuestro, pero no
es lo mismo tenerlo a 1 centímetro mío que a miles de kilómetros.
-Por
favor hija, comprenderme.
-Vale
mama... -me volví a poner los cascos y el resto del viaje no
hablamos nada.
Horas
después ya aterrizamos. Yo personalmente, aunque tuviera que
alejarme de mis amigos, Londres me encantaba, siempre había soñado
ir allí. Ahora ese sueño era verdad, pero odiaba separarme de Brad,
y mis amigos. Sobretodo de Jennifer. Era mi mejor amiga y odiaba
estar lejos de ella, de sus consejos y sus locuras... Aún así, al
igual que Brad, me prometió venir a visitarme algún día.
Fuimos
a nuestra nueva casa. Era gigante y super bonita, sobretodo mi
habitación, era perfecta♥ Estuve en ella una hora colocando mis
principales cosas, y ordenando mi ropa en el armario. Una vez acabé
eran las seis de la tarde, así que decidí dar una vuelta por
Londres y así hacerme un poco a la ciudad.
Me di
una ducha estrenando el baño de mi habitación y cuando salí me
puse ropa deportiva, me iba a correr un poco. En mi ciudad siempre
iba a correr, así que debería acostumbrarme a hacerlo por los
parques de aquí.
Una
vez ya lista cogí mi iPhone, me puse los cascos de música y salí a
correr. Empecé corriendo por las calles buscando un parque, cuando
por fin lo encontré empecé a dar algunas vueltas por él, la verdad
es que era hermoso. Tenía un estanque en medio, muy cristalino. Me
quedé un rato observándolo, era todo tan guapo... Me quedé
embobada mirando unos patos pequeños que había en el estanque.
Cuando empecé a correr, seguía mirando los patos, por lo que me
tropecé con alguien y me caí al suelo, me hice un poquito de daño
pero no pasaba nada.
-Lo
siento lo siento lo siento -dijo esa persona.
-No
pasa nada, fui yo la que estaba en otro mundo- dije levantantdo la
vista sonriente, y vi a un chico rizoso de ojos azules. Me tendió la
mano para ayudarme a levantarme, y yo acepté.
-¿Te
hiciste daño?- dijo un poco preocupado ese chico.
-No
te preocupes estoy bien -dije muy sonriente
-Me
alegro -dijo también sonriente – por cierto, no me suena tu cara
¿vives aquí?
-Si,
es que me acabo de mudar hoy mismo, hace un mes le dijeron a mi madre
que la trasladaban por el trabajo... Así que aquí estoy.
-¿Vienes
de muy lejos? -dijo comenzando a correr junto a mi, el también
estaba corriendo al igual que yo.
-Si,
vengo de Nueva York.
-Eso
está muy lejos. Debe ser difícil alejarse de tus amigos ¿no?
-No
te haces idea...
-¿Y
cuántos años tienes?
-Pues
17.
-¡Anda
mira! Como yo -dijo riendo- ¿Vas a la universidad de la ciudad?
-Si,
mi madre me apuntó. ¿Tu vas?
-Pues
claro -dijo sonriente- si quieres mañana te la enseño un poco a la
hora del recreo, a ver si nos toca alguna clase juntos.
-Gracias,
eres muy amable -dije sonriente, ya no estaba sola en este sitio.
-Estaré
para lo que quieras, si quieres te presento a mis amigos, así ya no
estarás sola como las míticas nuevas, aunque dudo que tu estuvieras
mucho tiempo sola, eres bastante guapa -ante ese comentario me
sonroje y el rió un poco- y no tardarías en hacer amigos y amigas.
-Gra-Gracias
-dije algo sonrojada.
-De
nada. Bueno, -dijo frenando en seco, yo repetí el gesto mirando
hacia el que se disponía a hacer algo- ¿Quieres ir a tomar algo al
Starbaks? Son las siete de la tarde.
-Por
supuesto.
Fuimos
caminando al Starbacks, yo lo seguía ya que no tenía ni idea de
dónde estaban aquí las cosas. Nos sentamos en una mesa y ambos
pedimos un capuzzino.
-Por
cierto, ni siquiera me dijiste como te llamas -me dijo él, y tenía
razón, que tonta.
-____,
_____ Smith.
-Bonito
nombre -dijo con una sonrisa hermosa, la más guapa que había visto
en mi vida- Yo me llamo Harry, Harry Styles, encantado.
-Igualmente
-dije dándo un sorbo a mi cappuzino.
-¿Y
conoces a alguien aquí?
-Pues
de momento no.
-Bueno,
ya te presentaré gente en la universidad...
Seguimos
hablando y hablando un buen rato, la verdad es que Harry era un amor
de persona. Me pregunto si tendrá novia... ¿Qué estoy diciendo?
____, tienes novio! Bueno, cuando acabamos pagamos y salimos de
allí. El insistió en acompañarme a mi casa, así sabía donde
venir a buscarme mañana para ir a la uni. Yo le decía que no hacía
falta, pero el insistió tanto que al final vino. Ya eran las ocho de
la tarde cuando habíamos llegado a mi casa.
-Bueno,
un placer acompañarte -dijo despidiendose -mañana a las ocho menos
cuarto estoy aquí.
-Está
bien- dije dándole un beso en la mejilla para despedirme, después
entre en mi casa y me fui al cuarto a pegarme una ducha. Después me
puse mi pijama de tirantes y shorts, para tumbarme en la cama, y
escuchar música. Estaba agotada. Y algo nerviosa por ir mañana a la
universidad...
(Continuará)
No hay comentarios :
Publicar un comentario