lunes, 30 de septiembre de 2013

Capítulo 16


Vi a Harry, tumbado en el suelo JAJAJA. Al parecer se caería por la noche. Madre mía, y yo no me había enterado. Me arrimé al extremo de mi cama y lo observé, Jo**r que guapo era durmiendo. Le empecé a tocar suavemente la mejilla y le decía:
-Harry, despierta -es no me contestaba- Harry, veeenga que estás en el suelo- el seguía sin decir palabra - ¡HARRY! -dije, en ese último intento de llamarle el sonrió pícaramente, y abrió un ojo, me cogió la mano que tenía en su rostro, y me dio un tirón en ella haciendo que cayera encima de él. Todo eso en medio segundo- ¡Harry! ¿Te hice daño?
-Pues claro que no, y buenos días preciosa.
-HARRY, TE PODÍA HABER ECHO MUCHO DAÑO CON LA ESCAYOLA, ADEMÁS ¿QUE C**O HACES AQUÍ EN EL SUELO? -estaba algo enfada, la verdad le podía haber echo daño al caer con la escayola- EN SERIO ES QUE HAR...

Entonces no pude continuar riñéndole por que él, me besó. Así es, esta vez no llamó nadie al móvil, ni mi conciencia estaba intranquila por Brad, ni NADA. Esta vez si, por primera vez me besó en condiciones sin nadie de por medio. Me había gustado la manera en que me mandó callar. Cuando nos separamos él e miro para ver mi reacción, a lo mejor me lo tomaba a bien, o a mal. Entonces le sonreí para que notara que no me lo había tomado a bien, si no a genial.

-Va-v-amos a desayunar ya -dije algo nerviosa. Ni Brad me había hecho sentir así nunca.
-Vale -dijo riendo un poquito

Se levantó y me cogió en brazos para bajarme al comedor dónde me sentó en una silla. Al rato apareció con la silla de ruedas para ponerme en ella al acabar el desayuno. Eran las nueve de la mañana y todavía nadie estaba despierto. Él hizo unas tostadas para los dos. Hablábamos un poco de todo mientras desayunábamos, ese chico era muy divertido.
Cuando acabamos el me subió otra vez a la habitación, y me sentó en la cama. Después me trajo la silla de ruedas para sentarme en ella y me llevó al baño para lavarnos ambos los dientes. Después el se fue a pegar una ducha y yo me las arreglé para llenar la bañera, meterme con la escayola afuera etc.
Cuando salí (algo que resultó complicado pero conseguí) me senté en la silla de ruedas con un albornoz y me dispuse a cambiarme de ropa.

Al poco rato apareció Harry.
-Guau, ¿conseguiste asearte sola?
-Si, no soy inútil Harry -dije riéndome.
-¿Quieres que te seque el pelo?
-Vale anda.

Cogió un secador del baño y me llevó allí. Una vez seco me lo peino muy delicadamente y luego me bajo al salón, nos sentamos en el sofá y nos pusimos a ver la televisión. Estuvimos rato así asta que llamaron al timbre...
(Continuará...)


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