Capítulo
12.
Abrí
mis ojos y estaba en una habitación blanca. Tenía muchos chismes a
mis alrededores y no sabía para que eran. Me asusté un poco al
principio pero luego vi una sonrisa a mi lado. Era Harry.
-Por
fin despertó la princesita.
-¿Qué
paso? ¿Qué hago aquí? -dije tocándome la cabeza, estaba algo
aturdida-
-Pues
según el medico te desmayaste porque no comiste en mucho rato.
Además de lo de la pierna, me dijo que esta tarde vendría a
vértela. Tu no la muevas.
-Vale...
-dije asimilando todo- ¿qué hora es?
-Las
cuatro de la tarde.
-¿Ya?
¿Desde ayer no me desperté más?
-No.
Ya me estabas asustando enana.
-Lo
siento Harry... ¿Cuánto tiempo estuviste aquí en el hospital?
-Toda
la noche.
-¿¡TODA
LA NOCHE!?-dije sorprendida ¿en serio le importaba tanto?
-Si,
no te iba a dejar sola tonta.
-Jo
Harry eres el mejor -dije con mi primera sonrisa desde ayer en mi
rostro, y esta escena me recordaba a cuando hablé con Harry esa
noche, le había dicho que era el mejor. A él también se le escapó
una sonrisa, y se sentó en la orilla de la cama en la que estaba
echada, yo me incorporé un poco pero no me pude sentar a su lado por
culpa de la pierna. Me quedé un rato en silencio mientras pensaba
con la mirada perdida.
-¿En
qué piensas?
-Pues...
En todo. Me duele la pierna. Me duele la cabeza. Y lo peor, me duele
el corazón -no quería sonar tan cursi -
-¿Por
qué te duele tu corazoncillo enana?
-Por
Brad -dije con una pequeña lágrima recorriendo mi rostro
-Deja
de atormentarte por ese cabrón. No te perecía, ni te perecerá
nunca. Por favor ___, no quiero verte así y menos por ese.
-Harry,
te juro que lo intento una y otra vez pero algo de casi dos años no
se olvida tan fácilmente.
-Pero
sé que lo harás y que te olvidarás de ese capullo, y encontrarás
a alguien que de verdad te merezca. -tu, esa persona eres tú
(pensé)- ¿vale?
Me
avalance hacia él un poco para abrazarle. Necesitaba abrazarle, me
decía cosas tan dulces, él estaba a mi lado siempre. Jo, era
perfecto.
-Deja
de decir esas cosas que me emocionas -dije CASI sonriendo
-Mejor
eso a que llores por estúpidos que no sepan valorar lo que tienen.
-Te
quiero mucho Harry, gracias por estar a mi lado siempre.
-Yo
también te quiero princesa. -dijo con un beso en la mejilla, justo
entonces llegó el médico.
-Bueno
chicos, vamos a ver que tiene la señorita en la pierna.
-Vale.
Estuvo
un rato observando, tocando, preguntando, DE TODO. Cuando por fin
dijo:
-Bueno
chica, pues al parecer tienes la pierna rota, así que una semana de
reposo en casa, y luego podrás ir a la universidad en silla de
ruedas ¿de acuerdo? En cuanto a …
Luego
empezó a darme explicaciones algo aburridas que no contaré, al
final dijo:
-Así
que te pondremos la escayola y puedes ir a tu casa.
-Vale,
muchas gracias.
Cuando
me acabaron de poner la escayola me colocaron en una silla de ruedas
y nos encaminamos al coche que Harry conduciría. Me colocó
delicadamente y me puso el cinturón en el asiento del copiloto.
Mientras él conducía a su casa...
-¡¡MIERDAAA!!!
(Continuará....)
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